Espa?a vuelve a ser grande

Espa?a vuelve a ser grande. Once a?os despu¨¦s, La Roja conquist¨® un nuevo t¨ªtulo, lo hizo tras una tanda de penaltis que se le hab¨ªa atragantado en los Mundiales 2018 y 2022 pero que en la Nations League le ha sabido a gloria. De Kiev a R¨®terdam, de aquella Selecci¨®n del triplete a esta a la que acaba de tomar el pulso Luis de la Fuente. De Unai Sim¨®n, que detuvo dos penaltis en la tanda decisiva, a Carvajal, que marc¨® el ¨²ltimo. Pero este es un triunfo coral. Tan coral que de ¨¦l tambi¨¦n participa Luis Enrique, que a estas horas estar¨¢ haciendo las maletas rumbo a Par¨ªs.

Fue un partido espeso, t¨¢ctico desde el inicio, una trama sin gol. Espa?a no quer¨ªa desnudarse. Y me explico, que no es cuesti¨®n de dejar aqu¨ª unos puntos suspensivos y que uno piense lo que no es. Lo que no quer¨ªa es que Croacia le sorprendiera a la contra y, la mejor manera de evitarlo, era manteniendo el bloque algo m¨¢s bajo que ante Italia, no presionar alegremente. Quiz¨¢ los sustos sufridos el jueves en los balones largos a Frattesi e Immobile, unidos al colmillo en el contragolpe que caracteriza a la selecci¨®n balc¨¢nica, aconsejaban situar al equipo unos metros m¨¢s atr¨¢s. Croacia dudaba en defensa. El primer desliz fue light, un simple centro al ¨¢rea que Livakovic se complic¨® ¨¦l solito al no saber blocar de primeras el bal¨®n que ca¨ªa mansamente del cielo. En el segundo, al paso por el minuto 12, la torpeza de Erlic en la salida de bal¨®n a punto estuvo de aprovecharla Gavi, cuyo disparo raso sali¨® cerca del poste.

Croacia no iba a despeinarse por ello, eso estaba claro. Modric oscilaba de derecha a izquierda buscando entrar en juego. La posesi¨®n era la que hab¨ªa recetado el m¨¦dico, la esperada, 50%-50%. El ritmo, el previsible: parsimonioso, sin regalar un pase al rival, asegurando en el caso de Espa?a que Asensio o Gavi bajaran a recibir para tratar de servir como escala hacia la punta de ataque que ocupaba Morata. No se regalaba un pase al rival, pero s¨ª algunos metros. Por ah¨ª lleg¨® el primer aviso croata en el 22¡ä, cuando un bal¨®n en largo aterriz¨® en las botas de Kramaric, que a punto estuvo de firmar el 1-0. Solo un minuto despu¨¦s fue Pasalic el protagonista, pero su remate mordido lleg¨® dulcemente a los guantes de Unai.

La mejor noticia para Dalic era que, salvo el citado disparo de Gavi, Livakovic no hab¨ªa sufrido ning¨²n otro susto. La de Luis De la Fuente era evidente: ni rastro de Modric. Si el madridista no participa, el juego siempre ser¨¢ m¨¢s pobre, m¨¢s plano, m¨¢s previsible, pero Luka se reinvent¨® y con el paso de los minutos supo leer, no ya d¨®nde estaba el bal¨®n, sino d¨®nde caer¨ªa. Rodrigo era quien mejor manten¨ªa el tipo, lo ha hecho toda la temporada en el City con la guinda de la Champions incluida, pero el resto de La Roja se desdibujaba con el paso de los minutos. Yeremy carec¨ªa del punch que se le pide, Asensio era una isla en la banda y Morata no entraba en juego. ?Y Joselu? Pues Joselu segu¨ªa a la espera de que De la Fuente se acordara de ¨¦l.

Mientras el t¨¦cnico riojano reparaba ese olvido, Croacia se ven¨ªa arriba y el tablero se volcaba peligrosamente hacia la porter¨ªa de Unai. Pasalic dijo adi¨®s al partido con un cabezazo al lateral de la red que muchos de los 20.000 aficionados croatas cantaron como gol. Le relevaba Petkovic, cuyos 193 cent¨ªmetros dejaban entrever por d¨®nde ir¨ªan los tiros a partir de entonces. Se experimentaba esa extra?a sensaci¨®n que se vive en el boxeo cuando uno de los p¨²giles empieza a acusar los golpes del rival, cuando ya no es capaz de meter manos, cuando los guantes pesan y la campana entre asalto y asalto parece tardar m¨¢s de tres minutos en sonar.

M¨¢s verticalidad con Ansu Fati

As¨ª que hab¨ªa llegado, ahora s¨ª, la hora de poner en juego lo mejor de cada casa. Ansu Fati y Joselu entraron por Yeremy y Morata con 24 minutos a¨²n por jugar. Y vaya si se not¨®. Espa?a gan¨® en verticalidad, con Fabi¨¢n m¨¢s participativo y Ansu lanzando desmarques. Espa?a se lo crey¨®, subi¨® una marcha m¨¢s y Ansu disfrut¨® de la ocasi¨®n m¨¢s clara (85¡ä), pero Perisic salv¨® casi en la l¨ªnea de gol cuando todo apuntaba al tanto de la victoria y del t¨ªtulo. Livakovic lo abraz¨® durante cinco segundos. Era lo menos que pod¨ªa hacer. De ah¨ª al final del tiempo reglamentario, solo Asensio pudo haber evitado la pr¨®rroga, pero su remate sali¨® demasiado cruzado.

Fue una l¨¢stima, porque en la primera parte de la prolongaci¨®n Croacia gan¨® en protagonismo mientras que La Roja se abonaba a un juego perverso: dar mil y un pases pero ni uno al ¨¢rea, donde aguardaba desesperado el pobre de Joselu. Espa?a presion¨® a¨²n m¨¢s en los quince minutos finales, con un Jordi Alba rejuvenecido en banda izquierda, pero careci¨® de claridad cara a porter¨ªa. Afortunadamente, no sucedi¨® como en anteriores KO¡¯s. El control sin gol nos llev¨® a la pr¨®rroga y los penaltis. A la dichosa loter¨ªa. Pero esta vez, Espa?a guardaba en el bolsillo el d¨¦cimo premiado.