?El PSG fulmina a Mbapp¨¦!

Eran las 22:40 de la noche. Las tertulias en Par¨ªs analizaban casi con desinter¨¦s la ins¨ªpida victoria del PSG (en su primer amistoso) y en Chamart¨ªn, los despachos estaban apagados. Silencio; calma absoluta. Y de la nada, explot¨® la bomba: ?Mbapp¨¦ se queda en tierra! Fulminado, casi desterrado. Este s¨¢bado despega el PSG rumbo a Jap¨®n y su estrella... no volar¨¢. Ha sido una decisi¨®n del propio club, basada en el sentir de que el futbolista tiene un preacuerdo con el Real Madrid, en lo que fue una informaci¨®n adelantada por L¡¯?quipe. Una decisi¨®n dr¨¢stica que viene a subir los niveles de presi¨®n en un asunto que ya estaba al rojo vivo. Un terremoto.

Y que sorprendi¨® a todos, si se tiene en cuenta que el jugador hab¨ªa participado en el ¡®bolo¡¯ ante el Le Havre pocas horas antes, disputando 21 minutos y hasta marcando un gol. Lo celebr¨® con absoluta normalidad -por si alguien esperaba gestos a c¨¢mara o ¡®gui?os¡¯ al cielo- y hasta alarde¨® en redes sociales de lo feliz que le hab¨ªa hecho compartir campo con su hermano peque?o (Ethan, tambi¨¦n futbolista del club parisino). Luis Enrique, pese a llevar s¨®lo tres entrenamientos, le dio sus minutos. Ah¨ª estaba Mbapp¨¦, en la din¨¢mica del equipo. Como si nada.

Pero los despachos silbaban una melod¨ªa muy diferente a la del campo. Ah¨ª se preparaba la p¨®lvora de una detonaci¨®n que ha puesto todo patas arriba. Circulaba el runr¨²n de que el jugador pod¨ªa tener alg¨²n preacuerdo en la sombra. Pero no s¨®lo eso, sino que hab¨ªa que hacer algo para cambiar el rumbo de un culebr¨®n que iba enfilado al desastre. Al del PSG, claro: salvo que el jugador ¡®entrase en raz¨®n¡¯, lo pod¨ªan perder a coste cero en unos meses. El -posible- mejor jugador del mundo, y¨¦ndose gratis. Mayday. Y se ha decidido esto. Subir la apuesta. Y mucho.

Dejarlo en tierra. Sin gira asi¨¢tica, pese a lo innegable de que el futbolista era el principal reclamo para sacar oro de esta pretemporada. El club cuenta con recibir 20 millones de ingresos por este stage (por ponerlo en perspectiva, la pasada gira los ingresos fueron 12), pero todo eso era con el de Bondy en el escaparate. Sin ¨¦l, incertidumbre. Ha dado igual: el PSG considera que esta decisi¨®n, pese a la herida econ¨®mica que pueda suponer, es m¨¢s importante. Porque la p¨¦rdida de dinero a corto plazo es infinitamente menor que la que puede suponer el largo. Y porque est¨¢ en juego el orgullo institucional. ¡°El club es m¨¢s grande que cualquiera aqu¨ª¡±, dijo Al Khela?fi hace tres d¨ªas, delante de todos. Tambi¨¦n Mbapp¨¦.

De estrella a ¡®indeseado¡¯

Para el PSG el asunto est¨¢ claro: hasta el 31 de julio sigue estando en manos del jugador la renovaci¨®n autom¨¢tica hasta 2025. Con esto sobre la mesa, el club descarta negociar con Mbapp¨¦. Le invita a lo que lleva invit¨¢ndole semanas: reflexionar y ¡®entrar en raz¨®n¡¯. Pero el futbolista decidi¨® que no iba a emprender ese camino y tiene derecho a no hacerlo. A no cambiar de opini¨®n. Eso mantendr¨ªa el bloqueo hasta agosto, cuando la renovaci¨®n autom¨¢tica habr¨ªa caducado y, ah¨ª entonces s¨ª, la ampliaci¨®n tendr¨ªa que pasar por una nueva negociaci¨®n. Y si no, una venta. Pero el PSG tiene decidido que el jugador no va a entrar en su ¨²ltimo a?o de contrato con todo en el aire y, tal y como tambi¨¦n cont¨® L¡¯?quipe, incluso est¨¢ sobre la mesa que no vuelva a jugar hasta que se haya desbloqueado el asunto. Que las primeras jornadas de Liga las vea desde la grada. Para empezar, Mbapp¨¦ no disputar¨¢ los tres de la gira asi¨¢tica (Al Nassr, Cerezo Osaka e Inter). Se queda en tierra.

Le Parisien va m¨¢s all¨¢: el PSG ha tomado la decisi¨®n de que Mbapp¨¦ no entrene m¨¢s con la primera plantilla. El jugador, seg¨²n est¨¢ informaci¨®n, ha sido apartado del equipo y trabajar¨¢ por separado con el resto de futbolistas en venta, a la lista de ¡®indeseados¡¯ como se calific¨® a los transferibles del PSG el a?o pasado, hasta que renueve o acepte ser traspasado. El bombazo es una realidad y de momento Mbapp¨¦¡­ sin dar se?ales de vida. Calla, pero algo est¨¢ claro: no otorga.