El bistur¨ª de Rubi comienza a enderezar al Almer¨ªa
El t¨¦cnico catal¨¢n empieza a ver los frutos del trabajo en el campo, y del cambio de mentalidad de la plantilla. A pesar de planificar un f¨²tbol m¨¢s vistoso, ha tenido que variar el rumbo para encontrar un equilibrio que parec¨ªa imposible de alcanzar.
Cuando Rubi aterriz¨® en la Uni¨®n Deportiva Almer¨ªa en abril de 2021, el club buscaba en el t¨¦cnico catal¨¢n un l¨ªder que terminara de cohesionar un grupo que, en su segunda campa?a con la nueva propiedad, no terminaba de ser solido aspirante al ascenso a Primera Divisi¨®n. Nada m¨¢s aterrizar, y tras un final de liga titubeante, disput¨® una promoci¨®n de ascenso que dur¨® solo diez minutos, tiempo en el que el Girona dej¨® sentenciada la eliminatoria.
Durante ese verano del 21, con posibilidad de hacer recomendaciones en la configuraci¨®n de la plantilla y partiendo de cero, pudo configurar un grupo que al final de la temporada 21-22 logr¨® el primer t¨ªtulo en la historia de la entidad y, como consecuencia de ello, el ascenso a Primera Divisi¨®n. El club alcanzaba el objetivo marcado y Rubi pasaba a integrar la n¨®mina de entrenadores leyenda, junto a Jos¨¦ Mar¨ªa Maguregui, Unai Emery y Javi Gracia, que llevaron a la ciudad a tener un equipo en la m¨¢ximo categor¨ªa.
Dos a?os despu¨¦s de aquel logro, la UD Almer¨ªa volv¨ªa a apostar en Rubi el futuro de un equipo que se hab¨ªa descompuesto en el que ten¨ªa que haber sido el a?o de la consolidaci¨®n en la categor¨ªa de oro del f¨²tbol espa?ol. Durante el verano se encontr¨® a una plantilla desmoralizada, ap¨¢tica con el retorno a Segunda Divisi¨®n, distra¨ªda con las tentaciones del mercado y con una sola incorporaci¨®n que refrescara las ideas.
El verano de Rubi no fue s¨®lo de trabajo de campo, tambi¨¦n tuvo otras tareas ¡°no tan secundarias¡±. Intentar exprimir al m¨¢ximo las virtudes de un equipo plagado de arquitectos, tratar de convencer a los jugadores de que este obligado paso atr¨¢s permitir¨ªa acumular inercia para hacerse m¨¢s fuertes en el futuro, y tratar de hacer ver a la entidad de que hac¨ªa falta sangre fresca para no tener tropiezos desagradables, fueron las escalas que tambi¨¦n hubo de sortear el t¨¦cnico de Vilassar de Mar. Eso s¨ª, ten¨ªa la confianza plena en que el reinicio mental iba a ser una realidad en cuanto el bal¨®n comenzara a rodar. Pero no fue as¨ª.
Los cinco primeros puntos acumulados en las jornadas iniciales fueron un espejismo sobre la realidad que se palpaba en el terreno de juego. Un equipo d¨¦bil en defensa y estructuralmente inmaduro para lidiar en una categor¨ªa diferente para la que fueron fichados contrastaba con la experiencia de los futbolistas que integran esta plantilla. Semejante situaci¨®n ha convertido cualquier valoraci¨®n sobre el potencial del grupo, en un ox¨ªmoron bastante desagradable para la afici¨®n.
Rubi, desde su primera etapa en el Almer¨ªa apost¨® por un dibujo t¨¢ctico de 1-4-2-3-1, con la variante del 1-4-3-3, pero siempre poblando de futbolistas creativos el medio campo, para ganar una batalla que hasta el momento le hab¨ªa dado frutos. Pero este a?o la historia estaba escrita con un trazo mucho m¨¢s irregular. Despu¨¦s de sonoros tropiezos e im¨¢genes pr¨®ximas al rid¨ªculo por la actitud y nerviosismo de los jugadores sobre el terreno de juego, Rubi decidi¨® que era el momento para tocar alguna pieza extra y modificar el plan dise?ado durante el verano. De ah¨ª que, en la jornada 8, diera paso a un 1-4-4-2 bastante cl¨¢sico pero que sirvi¨® para sumar la primera victoria del campeonato en casa¡ y con diez jugadores durante casi una hora de juego. Se hab¨ªa abierto una ventana a la esperanza.
El sistema se ha venido repitiendo desde entonces: Oviedo (derrota), Zaragoza (victoria) y Albacete (victoria). Los resultados son una referencia, pero la imagen del equipo empezaba a cambiar. Claro que no todos los jugadores han estado a la altura y tambi¨¦n ha tenido que meter tijera ah¨ª. Ayudado por las lesiones, sanciones y decisiones propias, consensuadas con su grupo de trabajo, el entrenador dio galones a Pozo en el lateral derecho, hizo despertar del letargo a Baba, inyect¨® adrenalina a Lopy, llev¨® paz interior a un ansioso Luis Javier Su¨¢rez y, finalmente, hasta ha recuperado a San Fernando I de Almer¨ªa para la porter¨ªa. Todos tienen un denominador com¨²n, compromiso y esfuerzo.
Desgraciadamente para la figura del entrenador, el t¨¦cnico se lleva todos los castigos por los pecados de los jugadores en el campo, pero tambi¨¦n est¨¢ al margen de la loa cuando llega el ¨¦xito en forma de victoria. Lo tienen asumido. Pero es de justicia reconocer que el bistur¨ª del preparador barcelon¨¦s est¨¢ siendo quir¨²rgica para remendar el problema de esta plantilla¡ o al menos parte. La prueba m¨¢s reciente estuvo en el partido ante el Albacete.
Despu¨¦s de una primera parte defectuosa, con duelos perdidos e identidad diluida, el diagnostico no pudo ser m¨¢s certera. Melero por Radovanovic y Arnau por Nico Melamed; Edgar pasa a ser central, Baptistao ayuda en banda a Centelles, Arribas pasa a la media punta, Arnau ayuda a Pozo, Melero da equilibrio con Lopy y Edgar a tapar el agujero del central. ?Bingo! A los cuatro minutos de la reanudaci¨®n, Arnau y Baptistao hacen el 2-1. Ocho minutos m¨¢s tarde, Luis Javier Su¨¢rez se hace m¨¢s l¨ªder goleador anotando el tercero. A¨²n quedan algunas dolencias que sanar, pero el Doctor Rubi ha encontrado la p¨¢gina correcta del Vadem¨¦cum para curarlas.
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