BARCELONA
El Bar?a se echa atr¨¢s con la queja formal a la UEFA
Pese a persistir la enorme indignaci¨®n del vestuario por el arbitraje sufrido en Mil¨¢n, el club ha decidido no enviar una reclamaci¨®n al organismo europeo y buscar otros conductos m¨¢s eficaces para evidenciar la protesta.
Un d¨ªa despu¨¦s del partido ante el Inter, en el vestuario del FC Barcelona segu¨ªan echando pestes del arbitraje. ¡°Ha sido el mayor robo que se ha visto desde que est¨¢ el VAR¡±, eran los comentarios que resonaban entre las cuatro paredes de la Ciutat Esportiva antes de empezar la sesi¨®n de entrenamiento. Todos los comentarios se?alaban directamente a una persona, que no era precisamente el ¨¢rbitro, si no el responsable de la sala VAR, el colegiado holand¨¦s Pol van Boekel, el mismo que estuvo tambi¨¦n en M¨²nich y se ¡®comi¨®¡¯ el penalti de Davies a Demb¨¦l¨¦.
En el club se consideraban claramente perjudicados en tres acciones concretas del partido: la tarjeta rota perdonada a ?alhanoglu, por una entrada brutal a Sergio Busquets, el gol anulado a Pedri por unas manos anteriores de Fati, y el penalti de Dumfries, al tocar el bal¨®n con la mano totalmente extendida. El ¨¢rea jur¨ªdica del club recibi¨® ¨®rdenes por parte de la presidencia, instigadas tambi¨¦n por los t¨¦cnicos y capitanes, para enviar una queja formal a la UEFA sobre el arbitraje y los hechos punibles, acompa?ando cada uno con su repertorio gr¨¢fico pertinente.
Sin embargo, este mediod¨ªa, el club ha considerado que no ser¨ªa la mejor estrategia esta queja formal porque considera que quedan casi siempre archivadas, decant¨¢ndose por otro tipo de conductos para reclamar a la UEFA una mejora en las prestaciones del VAR. En todo caso, en el vestuario a¨²n desconoc¨ªan que el club hab¨ªa cambiado de estrategia y a¨²n esperan que alguien les informara los motivos de canalizar la queja por otras v¨ªas.
Lo que tienen muy claro, tanto jugadores como t¨¦cnicos, es que Van Boekel no puede arbitrar ning¨²n partido m¨¢s a los blaugrana desde el VAR, ya que se ha demostrado que no imparte justicia en sus valoraciones y toma de decisiones. Y es que los ¨¢nimos siguen tan caldeados dentro del seno del club, que m¨¢s de uno habla directamente de premeditaci¨®n.