El Bar?a cierra LaLiga a lo grande

El Barcelona cerr¨® LaLiga a lo grande y a la primera oportunidad. Y encima, en casa del rival ciudadano goleando al Espanyol por 2-4 en un partido que m¨¢s all¨¢ de sellar el t¨ªtulo, deja en el bando perico una situaci¨®n preocupante. No tanto por la derrota, que entraba dentro de lo posible, como por la imagen de impotencia y enfrentamiento social. Que el Bar?a tocara el cielo era previsible, que el equipo blanquiazul bajara tanto a los infiernos, no.

El planteamiento del partido fue la definici¨®n del mundo al rev¨¦s. Parec¨ªa que el equipo que necesitaba salvarse, el que realmente se jugaba la vida era el blaugrana, que con un Pedri que jug¨® como en el sal¨®n de su casa, un Balde que desnud¨® a ¨®scar Gil y un Lewandowski que aparec¨ªa para empujarlas borr¨® del campo a un Espanyol irreconocible.

Los de Luis Garc¨ªa ten¨ªan muy claro que en el duelo ante el Bar?a se jugaban la vida. Al menos, en la grada lo ten¨ªan clar¨ªsimo, porque una vez m¨¢s lo mejor de los pericos fueron sus aficionados, pero ante el desastre perpetrado por sus jugadores acabaron por desistir. Moment¨¢neamente, al menos.

El meneo del Bar?a al Espanyol en la primera parte fue absoluto y lleg¨® facilitado por un dibujo de Luis Garc¨ªa que mont¨® un centro del campo para tener la pelota y no para robarla y los blanquiazules ni la olieron.

Que la primera falta del partido la hiciera el Barcelona y que despu¨¦s de una falta de Nico a Busquets, ¨¦ste se tomara la revancha ya dej¨® claro que el equipo que sali¨® con hambre era el que quer¨ªa LaLiga. El Espanyol persegu¨ªa sombras al ritmo que marcaba Pedri, quien absolutamente libre de marca dirig¨ªa el ataque blaugrana escorado a la izquierda donde Balde retrataba una y otra vez a ?scar Gil.

Un centro del lateral blaugrana tras un cambio de orientaci¨®n de Ara¨²jo le vali¨® a Lewandowski para marcar el primer gol a los 11 minutos. Era su gol n¨²mero 30 en la temporada.

El equipo local con el gol en contra se vino abajo y su ¨²nica respuesta fue un disparo de Braithwaite desde 25 metros un minuto antes de que Pedri volviera a liar a la defensa local para centrar un bal¨®n que Balde remat¨® ante la pasividad de un ?scar Gil que a¨²n no se hab¨ªa enterado que el partido hab¨ªa empezado.

Con el 0-2, el Barcelona ya tocaba laLiga y el p¨²blico del RCDE Stadium empez¨® a silbar a sus jugadores y a cargar contra el palco. Indignaci¨®n e las gradas y miedo en el campo. Pudo cambiar el discurso Nico en un remate de cabeza en el ¨¢rea peque?a, pero fue infecto.

Fue el preludio de una nueva acci¨®n de ataque del Barcelona en la que Raphinha asisti¨® de nuevo a Lewandowski, que anot¨® el tercero de los cul¨¦s antes del descanso. El p¨²blico local, enfadado, desencantado, triste e indignado empez¨® a irse a su casa. El Espanyol estaba en la lona. Los que se quedaron hasta el final, la acabaron liando en una invasi¨®n de campo vergonzosa.

Luis Garc¨ªa busc¨® el milagro retirando a Denis Su¨¢rez y Sergi G¨®mez para dar entrada a Calero y Puado. M¨¢s que remontar el partido, el objetivo perico era el de recargar el orgullo, porque esa primera parte apestaba a tragedia presente y futura.

La salida del Espanyol en la segunda parte tuvo m¨¢s orgullo que f¨²tbol. Inicio prometedor que se acab¨® en cuanto el Bar?a pas¨® de medio campo y De Jong puso un bal¨®n a Kound¨¦, quien de cabeza marc¨® el cuarto.

Con el Bar?a ya pensando en la r¨²a, el Espanyol tuvo un ataque de dignidad y se fue a por un gol que mejorara su imagen y premiara a los aficionados que tuvieron la paciencia de seguir en el estadio y Puado anot¨® un gran gol encarando a Ter Stegen, que cuando el partido entr¨® en una fase final de locura evit¨® con sus paradas la resurrecci¨®n de un Espanyol. El alem¨¢n era el ¨²nico que segu¨ªa conectado pero no pudo evitar el ¨²ltimo gol de Joselu en el descuento. Todo acab¨® en la verg¨¹enza de una invasi¨®n de campo que puede comportar que el equipo espa?olista se juegue la vida a puerta cerrada.