El Athletic aniquila el sue?o del Cay¨®n en la Copa del Rey

El Athletic sigue a lo suyo. Ya van 22 eliminatorias a partido ¨²nico en Copa bajo su gobierno y esto no apunta a un final cercano. Se lo toma en serio, no como otros, ll¨¢mese Almer¨ªa o C¨¢diz. El Cay¨®n, de segunda Federaci¨®n, fue poca cosa ante una apisonadora semejante. Sin dejar margen a la sorpresa, Valverde tuvo tiempo para experimentar con cuatro jugadores fuera de su posici¨®n habitual y muchos con pocos minutos en Liga. Un mediocentro como Prados sali¨® en la posici¨®n de 2, un lateral izquierdo como Yuri pas¨® al central zurdo y Ra¨²l Garc¨ªa se apa?¨® en medio campo, con mucha movilidad. El choque se rompi¨® muy r¨¢pido y qued¨® decidido en la media hora final. Villalibre sigue empe?ado en no arrojar la toalla en la carrera por el nueve, en la que Guruzeta le ha sacado muchos metros de ventaja e incluso el propio Rulo tiene muchas m¨¢s papeletas que ¨¦l. Nico Williams sigue inmenso y marc¨® al poco de salir para ahogar las ilusiones c¨¢ntabras. Solo hubo un susto en el primer minuto del segundo tiempo. Una derrota diga para el humilde equipo.

La Copa es un torneo para tomarse en serio. Por mucho que vayas a enfrentarte a un Segunda Federaci¨®n como el Cay¨®n y que este tenga que ir al destierro de El Sardinero santanderino, un campo que se le tiene que hacer mastod¨®ntico. Inicialmente anunci¨® al japon¨¦s Hitoshi en el centro de la zaga, pero luego se cay¨® del once por alguna molestia, un problema m¨¢s. El Athletic lleva 20 a?os sin caer a partido ¨²nico y es por algo. Afronta este tipo de citas con el acelerador siempre pisado a fondo. Por algo es el rey en los ¨²ltimos tiempos, el que m¨¢s ha avanzado en el torneo de forma recurrente. Su historial desde la final en 2008 es de cuidado. Cinco finales en tres lustros y pleno de semifinales en las cuatro ¨²ltimas ediciones... pero se exige que caiga de una vez por todas la vig¨¦sima quinta copita, porque van 40 a?os de sequ¨ªa. El Cay¨®n puso ese ¨ªmpetu de los modestos, pero no te llega si el de alta alcurnia se muestra serio. La receta aplicada por los leones en todos estos a?os siempre ha sido empezar a fuego, no dar alas al modesto enemigo.

Desde el primer minuto quiso ir a la carga la tropa de Valverde, presionando arriba y con profundidad. Unai G¨®mez se desenvolv¨ªa bien como mediocentro posicional, mientras Ra¨²l Garc¨ªa bajaba para distribuir balones con Muniain en una especie de 4-3-3, y Berenguer se un¨ªa por dentro en un bloque de futbolistas de enorme clase. Villalibre apareci¨® en un primer aviso en el 18¡ä y cuatro minutos despu¨¦s ya no fall¨®. Un gran pase filtrado por Ra¨²l habilit¨® a Berenguer, que pudo centrar al coraz¨®n del ¨¢rea y casi se la mete en propia puerta Gabi. La sac¨® el portero Galnares y el B¨²falo marc¨® con la zurda. Apenas lo celebr¨®, cuando los goles no es que se le caigan de los bolsillos, pero es que est¨¢ abatido por un problema familiar. Despu¨¦s convirti¨® un penalti que con el VAR no se habr¨ªa decretado: un centro de Prados dio en el pecho de Mier y el ¨¢rbitro pens¨® que lo hac¨ªa en su brazo. Una l¨¢stima para el jugador que, cosas del destino, trabaja en Torre Iberdrola, en Bilbao. Se raja mucho del videoarbitraje, pero se echa de menos en ocasiones como ¨¦sta.

Los leones siguieron realizando buenas combinaciones, metiendo ritmo, con ritmo generando ocasiones. Villalibre tuvo el ¡®hat-trick¡¯ en un remate de cabeza de c¨®rner. El esp¨ªritu del Rub¨ª de la ronda anterior pod¨ªa revolotear, es decir, un choque controlado con 0-2, en el que marca el rival y te los pone de corbata. El equipo de Sar¨®n mostr¨® las garras al inicio del segundo tiempo, cuando Cagigas cogi¨® la espalda a los centrales rojiblancos y trat¨® de batir por arriba a Agirrezabala, pero este tapon¨® muy bien con una r¨¢pida salida. La primera vez que le llegaban. Pero pronto las aguas volvieron al mismo cauce, con din¨¢mica de dominio absoluto bilba¨ªno. En este tipo de partidos el primer peligro es salir confiado. Sorteada esta traba, el Athletic se encontr¨® con el segundo: contagiarse por el ritmo bajo del endeble rival, pensar que todo est¨¢ empaquetado, porque ah¨ª igual el envoltorio del partido te estalla en las narices.

Los leones trataron de dormir el partido, pero los que roncaban eran ellos. Y eso que el Txingurri fue poniendo a todas sus estrellas sobre el verde: Galarreta, los hermanos Williams y Sancet. Con ellos sali¨® Jauregizar, que debut¨® como le¨®n, otro jugador de Bermeo, como Unai G¨®mez. I?aki Williams se confi¨® demasiado en una cesi¨®n en ¨¢rea propia y por poco la l¨ªa. La jugada acab¨® con una entrada dur¨ªsima de Resines a Nolaskoain. Los cracks intimidaron. I?aki tuvo una de cabeza, Sancet remat¨® un bal¨®n que casi se cuela, pero la par¨® el portero, y Nico meti¨® un golazo clavado al del d¨ªa del Rayo: un pase en diagonal de Galarreta, un control orientado y chutazo al palo largo, fuera del alcance del meta local. Una noche de lo m¨¢s tranquila. Valverde dec¨ªa en la anterior eliminatoria, casi cabreado, que un aficionado de barra con una cerveza en la mano puede ver estos partidos como un pasatiempo sencillo para todos. Pues sus jugadores cada vez demuestran que este tipo de eliminatorias son coser y cantar. El Cay¨®n pidi¨® todas las camisetas rivales y las sortear¨¢n ma?ana.

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