Draxler: ¡°Estuve con Messi en Par¨ªs, pero lo de Ra¨²l fue m¨¢s especial¡±

Ra¨²l apur¨® uno de los tramos de su carrera deportiva en Alemania. Dej¨® el Real Madrid, tras 16 temporadas, y se enrol¨® en el Schalke en 2010, el club de la cuenca minera del Ruhr. All¨ª cal¨® en la afici¨®n azul, pero no s¨®lo. Su comportamiento dentro y fuera del campo impresion¨® a los que entonces fueron sus compa?eros. Uno de ellos era un jovenc¨ªsimo Julian Draxler. ¡°Ten¨ªa 16 a?os cuando hice mi primer entrenamiento y, por supuesto, te da un poco de miedo entrar en un vestuario as¨ª. Quiero decir, en aquel entonces hab¨ªa jugadores en el Schalke que ya hab¨ªan logrado mucho: desde Jefferson Farf¨¢n o Jermaine Jones hasta Manuel Neuer. Me dije: ¡®Vale, vas a compartir un peque?o vestuario con ellos¡¯. Pero cuando entr¨¦ en el vestuario, saludas a la gente, y le ves a ¨¦l, al 7, all¨ª parado¡­ Solamente quer¨ªa estrecharle la mano. Yo quer¨ªa presentarme y ten¨ªa las manos sudorosas, pero quer¨ªa darle una buena impresi¨®n. Le ten¨ªa all¨ª delante¡­¡±, relata Draxler en el episodio del podcast Sportfunk de la empresa Coachwhisperer que se estrena este mi¨¦rcoles sobre su primer encuentro con Ra¨²l en Gelserkirchen siendo un adolescente.

¡°Cuando eres ni?o, naturalmente tienes h¨¦roes a quienes emulas. Para m¨ª siempre fue Zidane, hasta que tuve el placer de jugar con Ra¨²l en el Schalke cuando ten¨ªa 17 a?os. ?l era el capit¨¢n del Real Madrid, de ¡®Los Gal¨¢cticos¡¯. Siempre fue un tipo supergenial, hac¨ªa goles, fue jugador indiscutible en el Real Madrid durante unos 16 a?os¡±, explica el ahora jugador del PSG sobre un Ra¨²l que es ahora t¨¦cnico del Castilla. Siendo tan joven, llegando a un vestuario profesional, Draxler buscaba referentes y apoyos y se?ala c¨®mo lo encontr¨® en Ra¨²l. ¡°Tambi¨¦n a nivel humano... Se notaba que hab¨ªa conseguido todo en la vida. Hab¨ªa jugado 16, 17 a?os en el Real Madrid y luego viene al Schalke y c¨®mo cuidaba al equipo, c¨®mo intentaba aportar su experiencia, c¨®mo intentaba ayudar, adem¨¢s de toda su competencia deportiva o sus habilidades deportivas¡±, se?ala Draxler para dar m¨¢s detalle a¨²n. ¡°Fue incre¨ªble c¨®mo me tom¨® de la mano, me mostr¨® cosas, mejor¨® mi juego y tambi¨¦n me ense?¨® a c¨®mo comportarme en el equipo, c¨®mo comportarme con las familias de los compa?eros. Era simplemente un caballero. Ten¨ªa 35, 36 a?os, realmente ya no necesitaba todo eso, pero la forma en que se involucraba todos los d¨ªas, la forma en que cuidaba a los j¨®venes y, sobre todo, c¨®mo me ayudaba en mi carrera, definitivamente es el mayor modelo a seguir que he conocido en mi carrera¡±, sentencia el jugador alem¨¢n.

Ra¨²l se convirti¨® nada m¨¢s llegar en l¨ªder tambi¨¦n del vestuario de un equipo extranjero para ¨¦l. Y lo hizo con su comportamiento. Draxler comparti¨® tambi¨¦n equipo con Messi en el PSG, siendo especial, pero no tanto como lo fue con el espa?ol. Me abri¨® tantas puertas, me ayud¨® mucho, as¨ª que Ra¨²l definitivamente fue un modelo a seguir. ¡°Fue un poco como la sensaci¨®n que tuve con Messi en Par¨ªs. Pero con Ra¨²l fue a¨²n un poco m¨¢s especial. Porque realmente yo era un ni?o peque?o que cumpli¨® su sue?o de entrenar con los profesionales. Ya estaba lo suficientemente emocionado por conocer a los jugadores del primer equipo y luego todo se junt¨® de tal manera que ¨¦l se uni¨® al Schalke justo donde di mis primeros pasos en el f¨²tbol profesional. No se trataba de un jugador cualquiera, era el jugador de la Bundesliga que simplemente ten¨ªa el factor glamour, donde incluso gente de 30 a?os en el vestuario dec¨ªa fascinada: ¡®Oye, ¨¦l realmente est¨¢ aqu¨ª¡±, cuenta Draxler.

Ra¨²l era el referente y por ello tambi¨¦n hab¨ªa que respetar sus galones, m¨¢s todav¨ªa los j¨®venes. Draxler cuenta con gracia una an¨¦cdota t¨ªpica del canterano que sube al primer equipo y, sin saberlo, no respeta la jerarqu¨ªa de un vestuario. ¡°Siempre utilizaba la misma camilla para ser tratado y siempre ten¨ªa al mismo fisio. Yo ten¨ªa 17 a?os y recuerdo una situaci¨®n: ten¨ªa algunos problemas musculares. (¡­) Y luego me atendi¨® el fisio. Ra¨²l dobl¨® la esquina y me vio en su banco con su fisio. Entonces me di cuenta de que algo andaba mal y todos dejaron de hablar. El fisio mir¨® a Ra¨²l, me mir¨®, yo mir¨¦ a Ra¨²l y luego nadie dijo nada. Simplemente me levant¨¦, me di una ducha y lo dej¨¦ ocupar su lugar. Fue tan natural. Esas son las peque?as historias que te llevas en el f¨²tbol. Todav¨ªa hablo con Ra¨²l de vez en cuando¡±, esgrime Draxler emocionado.

Ra¨²l ten¨ªa sus liturgias para entrenamientos que todos respetaban a rajatabla. ¡°Puedo recordarlo. Antes de entrenar se paraba frente al espejo y se arreglaba el pelo, porque siempre ten¨ªa un pelo bonito y largo, que le sentaba perfecto en el Real Madrid. Siempre muy bien arreglado, simplemente un caballero. Cuando llegaba al vestuario no hablaba mucho, pero simplemente estaba all¨ª y todo el vestuario estaba expectante. Se cambiaba, iba al fisio y regresaba al vestuario para ponerse las botas de f¨²tbol. Se hac¨ªa el silencio. Y todos nos mir¨¢bamos: ¡®?Qu¨¦ est¨¢ haciendo? ?Ha terminado? Porque no saldremos hasta que est¨¦ realmente listo para entrenar. No vamos a seguir adelante y dejarlo solo en el vestuario. ?l es el l¨ªder y cuando lo diga, saldremos¡±, finaliza Draxler.