Drama parisino en M¨²nich

Las obsesiones nunca son buenas. Qu¨¦ se lo pregunten al PSG. El conjunto parisino, el equipo de Messi, Neymar y Mbapp¨¦, el sexto club que m¨¢s gast¨® en fichajes desde 2011, el a?o en que Nasser Al-Khela?fi lleg¨® a la presidencia, siempre obligado a llegar lejos en la Champions, volvi¨® a quedarse fuera de la m¨¢xima competici¨®n continental. Y en octavos de final por segunda temporada consecutiva. Una ¨²nica final en esos doce a?os, la de la pandemia, la que no tuvo p¨²blico. Poco premio para un proyecto llamado a luchar por ganar el trofeo m¨¢s importante del continente europeo. Otra decepci¨®n.

Y no puede decirse que en el partido ante el Bayern los parisinos no tuvieran opciones reales de remontar el 0-1 de Par¨ªs y avanzar a los cuartos de final. Nada m¨¢s arrancar, Mbapp¨¦ no tard¨® en avisar que ¨¦l juega a otra cosa y que el PSG puede hacerlo mejor o peor como equipo, pero que ¨¦l siempre est¨¢. Inevitable. Delante, el Bayern plante¨® de inicio un encuentro m¨¢s conservador que otras veces, jugando con la ventaja del partido de ida y vigilante ante cualquier bal¨®n en largo que pudiese buscar la velocidad de Mbapp¨¦. Con el ¡®7¡ä del PSG amenazando siempre al espacio y Messi cayendo al mediocampo con Verratti, Fabian y Vitinha, el PSG manten¨ªa el tipo. Rozando la media hora de partido, en una internada de Nuno Mendes a lo Mbapp¨¦, Messi pudo igualar la eliminatoria pero su remate casi en ¨¢rea peque?a fue interceptado por un imponente Davies.

Los de Nagelsmann respondieron, cual combate de boxeo, en los pies de Musiala, cuyo disparo repeli¨® a c¨®rner Donnarumma. La ocasi¨®n muniquesa coincidi¨® con la salida del campo de Marquinhos por lesi¨®n, qued¨¢ndose con el brazalete Mbapp¨¦. Ya con su nuevo capit¨¢n, el PSG tuvo la m¨¢s clara de la primera mitad en un error grosero de Yann Sommer, que se hizo un l¨ªo con los pies y la dej¨® muerta para Vitinha, quien dispar¨® a puerta vac¨ªa. De Ligt, con la capa de h¨¦roe, la sac¨® bajo la l¨ªnea.

El susto pareci¨® ser el incentivo que el Bayern necesitaba antes del descanso, al que se lleg¨® con otra lesi¨®n, en este caso de Mukiele, quien acababa de entrar por Marquinhos. Fue un presagio de lo que ser¨ªa la segunda mitad para los parisinos, ya que a los ocho minutos del arranque, Choupo-Moting anot¨® de cabeza el primero de los locales. El VAR dio un respiro al PSG, anulando el gol por fuera de juego de M¨¹ller. Pero en el minuto 60, Marco Verratti, al igual que Sommer en la primera mitad, perdi¨® tontamente la pelota en la frontal del ¨¢rea ante Leon Goretzka, quien asisti¨® a Choupo-Moting para que empujase a placer.

A partir de ah¨ª, el mejor atacante del PSG fue Sergio Ramos. Todo dicho. Dos remates suyos de cabeza, el primero poco despu¨¦s del 1-0 y otro a nueve minutos del final, pudieron darle algo de emoci¨®n al partido. Aunque el Bayern, a la contra, tambi¨¦n lo pudo finiquitar antes, si San¨¦ hubiese estado fino en los metros finales. Al borde del pitido final, para que el drama parisino fuese completo, y en una contra donde pudo haber falta de Kimmich sobre Verratti, Serge Gnabry, tres minutos despu¨¦s de haber saltado al campo por Coman, hizo el segundo y definitivo tanto muniqu¨¦s. Sadio Man¨¦ incluso pudo aumentar la renta en el descuento, pero hubo fuera de juego. El castigo ya era suficiente. El ¡®d¨¦j¨¤ vu¡¯ del PSG en la Champions no ten¨ªa vuelta de hoja. Quiz¨¢ Mbapp¨¦ deba volver a pensarse si Par¨ªs es el sitio indicado. Visto lo visto, seguro que volveremos a tener culebr¨®n muy pronto.