De la penitencia al ¨¦xtasis

El Barcelona necesitaba una catarsis en modo de resultado en Europa. Y lo logr¨® en O Dragao venciendo al Oporto por 0-1 en un partido que tuvo m¨¢s sustos que una pel¨ªcula de terror. Partido p¨¦simo, se deber¨ªa a?adir. Ganar en Oporto no es f¨¢cil, pero lo es mucho menos si juegas con uno menos porque tu mejor jugador (Lamine) desaparece del campo sin aviso y luego expulsan a Gavi. Adem¨¢s, a Lewandowski lo cazan a los 30 minutos y tiene que retirarse mientras el ¨¢rbitro amonesta a los que protestan. Y por si fuera poco, sale Ferran Torres y decide el partido. Todo en medio de un caos que permite al Bar?a llegar al ¨¦xtasis mediante la penitencia.

De inicio, el partido fue m¨¢s parecido a c¨®mo Concei?ao lo hab¨ªa imaginado a c¨®mo lo imaginaba Xavi. El t¨¦cnico del Oporto augur¨® en la previa que ¡°el Bar?a sufrir¨¢¡± mientras que el de los cul¨¦s esperaba que su equipo ejecutara una catarsis. La verdad, es que el Bar?a sufri¨® en una primera parte en la que Oriol Romeu fue una m¨¢quina de perder balones en el inicio del partido y el equipo blaugrana s¨®lo encontraba algo de lucidez cuando encontraba a Lamine en la construcci¨®n y a Gavi en el repliegue. Con la excepci¨®n de las correcciones de Kound¨¦, el resto del equipo estaba agarrotado. M¨¢s sufrimiento que catarsis.

El Oporto, un equipo profesional de esta competici¨®n y que m¨¢s all¨¢ del resultado lleva los partidos al l¨ªmite contra quien sea ( y m¨¢s en casa) amenazaba con lo poco que ten¨ªa y le pon¨ªa intensidad al juego. Una intensidad, todo sea dicho, tolerada por el colegiado Taylor que es uno de esos que les molesta m¨¢s una protesta que una patada. La coz de la noche se la llev¨® Lewandowski a cargo de Carmo. No se?al¨® el colegiado ni falta, pero Xavi y Ara¨²jo vieron tarjeta por protestar. El delantero polaco aguant¨® cinco minutos cojo en el campo antes de dejar su puesto a Ferran Torres.

El partido desde el inicio buscaba a alguien que tomara las riendas del mismo. Y ese jugador fue G¨¹ndogan, que ve¨ªa correr a su alrededor a pollos sin cabeza y fue el ¨²nico con capacidad (junto a Lamine) para tomar las decisiones m¨¢s acertadas de la noche. Al l¨ªmite de la primera parte, Rom¨¢rio Bar¨® quiso compensar los desastres de Romeu en la salida de bal¨®n y perdi¨® una pelota que el centrocampista alem¨¢n del Bar?a convirti¨® en oro para Ferran Torres, que con campo por delante es un seguro. En el alargue de la primera parte, el Barcelona lograba adelantarse en el marcador, pero todos eran conscientes de dos circunstancias: el Bar?a no estaba dominando el partido y en O Dragao los partidos son muy largos.

Que el Bar?a iba a sufrir hasta el final tal y como adelant¨® el t¨¦cnico portugu¨¦s se reconfirm¨® en la reanudaci¨®n del partido donde Romeu sigui¨® perdiendo balones comprometidos que Kound¨¦, Ara¨²jo y Ter Stegen tuvieron que conjurar. El Bar?a resist¨ªa ante el asedio de un Oporto a la carga que tuvo su ocasi¨®n de oro en un momento absolutamente kafkiano.

Vamos a ver, que la cosa no es f¨¢cil de explicar. Con el Oporto apretando y el Bar?a sufriendo, Lamine Yamal se retir¨® del campo camino del vestuario sin que nadie supiera bien el motivo (algo estomacal). El Bar?a se pas¨® cinco minutos en inferioridad sacando agua de la barca de manera desesperada. En ese momento, el ¨¢rbitro se?al¨® penalti contra el Bar?a por manos de Cancelo que el VAR anul¨® por manos previa de Eust¨¢quio. Un minuto despu¨¦s, mientras se segu¨ªa esperando a Lamine, Taremi marcaba de chilena, pero en fuera de juego. Lo del sufrimiento que adelant¨® Concei?ao iba muy en serio. El Bar?a volvi¨® a jugar con diez los instantes finales del partido por la segunda amarilla a Gavi. Victoria para celebrar con ¨¦xtasis despu¨¦s del sufrimiento. Algo as¨ª, como lo que debi¨® sentir Lamine cuando lleg¨® corriendo al vestuario.