El Madrid se equivoca con la Copa
Vista demasiadas veces como un objetivo menor, en este siglo le salv¨® del caos varias temporadas. Los Cl¨¢sicos de Mestalla de 2011 y 2014 alteraron todo...


Que el brillo de la Champions y el prestigio hist¨®rico de la Liga no cieguen: la historia reciente de la Copa del Rey le ha permitido al Real Madrid salvar literalmente temporadas que se iban por el sumidero. Por el valor en s¨ª del t¨ªtulo o por alterar la din¨¢mica del equipo sustancialmente gracias a campeonar en la final. Lo que puede ser este s¨¢bado un salvavidas para este Madrid apeado de Europa y por detr¨¢s en la Liga. Las tres Copas del club blanco en este siglo siguen ese patr¨®n de efecto revitalizador. De aparente distracci¨®n, muchas veces se usa la inoportuna Copa para dar alternativa a canteranos de La F¨¢brica o dar minutos a meritorios del primer equipo, a generar por el contrario momentos para la historia como el imperioso cabezazo de Cristiano contra el Bar?a en Mestalla en 2011... y la carrera en la que Bale le levant¨® las pegatinas a Bartra en el mismo escenario en 2014.
Trofeos de los que quedan en la memoria per se, tanto que tapan lo mucho que ayudaron al club en un nivel deportivo extra. Para la entidad, aquella Copa de 2011 fue ¡°un cambio de din¨¢mica¡±. Porque ven¨ªa de no oler las dos Ligas previas, de seguir estrell¨¢ndose en octavos de la Champions, del dur¨ªsimo 5-0 en el primer Cl¨¢sico de Mourinho en el Madrid y de no saber c¨®mo plantar cara a aquel Bar?a de Messi, Xavi e Iniesta. Pero ese testarazo majestuoso de Cristiano en el minuto 102 a centro no menos brillante de Di Mar¨ªa alter¨® la balanza de poder. El Madrid se lo crey¨®. Tanto que, entre otras cosas sac¨® de sus casillas a Guardiola, que la semana despu¨¦s (y en medio de un cruce terrible de declaraciones) protagoniz¨® su legendaria conferencia de Prensa en la que se refiri¨® a Mou como ¡°el puto amo¡±.
El Madrid se quit¨® de encima el yugo que ven¨ªa imponi¨¦ndole el Bar?a gracias a esa Copa y al rebufo de ese lastre quitado, la campa?a siguiente alcanz¨® semis de la Champions (la de los penaltis fallados por Cristiano, Kak¨¢ y Ramos) contra el Bayern y festej¨® el alir¨®n con la famosa Liga de los R¨¦cords: ?cien puntos! (nueve m¨¢s que el segundo, el Bar?a).

La piedra antes del minuto 93 de Ramos
Casi como si fuera una r¨¦plica de lo de 2011, la final de Copa de 2014 repiti¨® contendientes y escenario, cambi¨® de entrenadores (fuera Mou y Pep, dentro Ancelotti y el Tata Martino) y de h¨¦roe (de Cristiano a Bale), pero tuvo tambi¨¦n un efecto m¨¢s que positivo para el Madrid m¨¢s all¨¢ del t¨ªtulo. Aquel 15 de abril el equipo ven¨ªa desfond¨¢ndose en Liga (acab¨® tercero, la gan¨® el Atleti), con resultados duros (cay¨® 3-4 en el Cl¨¢sico del Bernab¨¦u y tres d¨ªas despu¨¦s 2-1 en el Pizju¨¢n). El equipo se ca¨ªa y sobrevivi¨® por los pelos a los cuartos de final en Dortmund (el d¨ªa de la irrupci¨®n de Casemiro). Hasta que se soltaron los caballos en ese sprint infinito de Bale, en su mejor jugada en el Madrid, para finiquitar a los cul¨¦s. El equipo se subi¨® a la ola de ese t¨ªtulo de Copa para volver a la Champions arrasando (el famoso 0-4 en M¨²nich) y plantarse con la moral a tope en la final de Lisboa contra el Atleti. El resto, cabezazo de Ramos mediante, es historia... No una cualquiera, porque esa D¨¦cima inaugur¨® este Madrid casi sobrenatural de las seis Champions en una d¨¦cada.
Dos ¡®rodrygazos¡¯ para salvar el curso
Menos dram¨¢tica pero igualmente bals¨¢mica fue la ayuda extra que gener¨® la ¨²ltima Copa madridista, la de 2023. De repente, una obligaci¨®n. La euforia de la Champions de las Remontadas en 2022 dio paso a la campa?a 22-23 en la que el Madrid no plant¨® cara en Liga (acab¨® a diez puntos del Barcelona) y fall¨® en la final de la Supercopa, recibiendo un 1-3 del Bar?a de Xavi. Con esos condicionantes, ganar en La Cartuja implicaba no pasar del cielo al purgatorio en un a?o. M¨¢xime cuando caer en la final contra Osasuna, adem¨¢s, habr¨ªa sido doblemente doloroso por la evidente distancia econ¨®mica entre ambas entidades. Los de Carletto lo sacaron adelante (2-1) y eso permiti¨® una transici¨®n sin sobresaltos a la temporada pasada. Una Copa que inyect¨® tranquilidad al club, que evit¨® decisiones dr¨¢sticas y de todo ello sobrevino un temporada 2023-24 con la Liga 36 y la Quince.
Ahora se puede dibujar una situaci¨®n con m¨¢s que evidentes paralelismos. Un proyecto este actual que se asoma al abismo pero que tiene en esta Copa un potencial asidero. Para engordar la n¨®mina total de t¨ªtulos (ah¨ª est¨¢n la Supercopa de Europa y la Intercontinental, y falta el Mundial de Clubes) pero sobre todo para alterar la balanza emocional con el Bar?a. Ese 0-4 del Bernab¨¦u y el destrozo del 2-5 de Yeda pesan. Pero esta final de La Cartuja puede cambiar las dudas de bando. Y afectar muy mucho en lo psicol¨®gico para el Cl¨¢sico del 11-M que cerrar¨¢ o reabrir¨¢ a lo grande la pelea por la Liga. Razones muy valiosas como para seguir pensando, en el futuro, en la Copa del Rey como un cierto estorbo en el largu¨ªsimo calendario blanco.
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