FINAL COPA DEL REY | ATHLETIC 1-MALLORCA 1 (4-2)
?La Copa se reconcilia con Bilbao!
Los leones se proclaman campeones 40 a?os despu¨¦s tras una gran tanda de penaltis (4-2) ante un Mallorca que fue un digno finalista. Agirrezabala y Berenguer, h¨¦roes.

La Vigesimoquinta ya est¨¢ en Bilbao. Se ha hecho esperar una eternidad, 40 a?os que parec¨ªan la perpetuidad. Encima vino con tartamudeo, tras una pr¨®rroga dram¨¢tica y una tanda de penaltis que reconcilia a este grupo con su historia m¨¢s brillante. Agirrezabala deteniendo una pena m¨¢xima y Berenguer anotando el disparo de la victoria fueron los que pusieron el broche a una noche que eleva al ¨¦xtasis al universo rojiblanco. Tanta reiteraci¨®n al fin encontr¨® premio. El Athletic ¨²ltimamente se hab¨ªa empadronado en La Cartuja y de tanto ir, rompi¨® el c¨¢ntaro de la desgracia. El Mallorca, casi un novicio en el torneo y en lo que pod¨ªa ser la cumbre de su biograf¨ªa, fue un dign¨ªsimo finalista en una cita que arranc¨® en s¨¢bado y ech¨® el tel¨®n en domingo. Un equipo que juega sus cartas y parece que maneja dos barajas. Pero la fe bilba¨ªna vale un trofeo grande, de tanto irse de Copas, ha acabado este equipo ebrio de gozo. Y lo hace siendo fiel a s¨ª mismo, respetando su historia y honrando a sus mayores, los que lograron tantos t¨ªtulos y los que se quedaron a las puertas. Los que est¨¦n aqu¨ª en 2064 que preparen las tracas en Bizkaia, porque cada 40 a?os es tradici¨®n sentarse en el trono: en 1904, 1944, 1984... y 2024.
La tanda fue pura angustia. Los malos recuerdos se adue?aron de ambos equipos. El Athletic perdi¨® una final de Copa por penaltis: 1977, ante el Betis. Al Mallorca le pas¨® en 1998, ante el Bar?a. Antes, al acabar los 120 minutos de rigor, Muriqi mir¨® a su parte de la grada alborozado como si ya tuviesen la medalla de oro. Era un ¨¦xito para ellos llegar a esa ruleta rusa sobre un punto blanco min¨²sculo dentro de la inmensidad verde del terreno de juego. Y tras el corrillo, empezaron a dar saltos de felicidad, la misma liturgia que en Anoeta, en semifinales. Se lanz¨® sobre el fondo rojiblanco y eso suele ser un peque?o triunfo moral. El kosovar abri¨® la tanda canjeando el tiro en gol. Ra¨²l tir¨® de oficio e hizo lo propio. A Morlanes le tach¨® el disparo Agirrezabala con una gran parada arroj¨¢ndose a su izquierda. Muniain, el capit¨¢n, provoc¨® la estatua de Greif, un coloso que empezaba a claudicar. Radonjic la mand¨® fuera. Vesga la meti¨® con resbal¨®n incluido y Antonio S¨¢nchez a?adi¨® algo de suspense. La decisi¨®n estaba en las botas de Berenguer, que no fall¨® en su llamada a la eternidad. 4-2 y a re¨ªr y llorar, ese contraste de emociones habitual. Ojo: el quinto lanzador designado por parte del Txingurri era el chaval Unai G¨®mez, ?hay que tener valor! Vaya personalidad del Rocky bermeotarra.
La final amaneci¨® con el guion previsto en estos casos, un cuarto de hora de tregua, con ambos equipos de acuerdo en firmar un armisticio. Nadie quer¨ªa cometer un error y poner el partido cuesta arriba. Los Williams estaban sobreexcitados. Se sab¨ªa desde que arrancaron las primeras rondas de esta Copa: el Mallorca tiene un plan, el ¡®f¨²tbol-tequila¡¯ del cuate Aguirre, y lo iba a ir poniendo en pr¨¢ctica desde el primer sorbo hasta el ¨²ltimo metro de esta edici¨®n. Balompi¨¦ de suela gastada, el que se aprende en la calle. Un equipo muy bien plantado, con las ideas claras como el agua y estrujando al m¨¢ximo la estrategia.
Galarreta lo intent¨® al cuarto de hora desde el extrarradio de la meta de Greif, pero la figura kilom¨¦trica del eslovaco rechaz¨® el disparo. El Athletic trataba de transcribir sus ideas en jugadas con el bal¨®n. Lo indicado en este caso era un robo y salida veloz, porque los bermellones replegaban muy r¨¢pido y hacerles da?o en el ¨¢rea parec¨ªa misi¨®n imposible. Es m¨¢s, los disparos desde la frontal eran taponados por uno, dos o hasta tres jabatos.
Muriqi se mov¨ªa por todo el frente ofensivo, en apoyos, segundas jugadas, peinadas... y alg¨²n remate, como uno en el minuto 19 por arriba, en una acci¨®n que casi se le escapa a Agirrezabala. La estructura defensiva de los baleares era un primor, un muro de doble tabique perfectamente ensamblado, y a partir de ah¨ª, juego directo y unos contra uno. Faltaba por poner a funcionar el bal¨®n parado. Sembraron el terror en la mayoritaria grada rojiblanca en el minuto 21, con un saque de esquina que dispens¨® tres remates mallorquinistas, a cargo de Gio, Copete y Dani Rodr¨ªguez, tras la prolongaci¨®n de Sam¨² Costa. El primer disparo fue taponado por Prados, al segundo respondi¨® Agirrezabala con un vuelo de murci¨¦lago y el tercero, desde el punto de penalti, ya entr¨® por pura abrasi¨®n. Otra vez los bilba¨ªnos, cada vez m¨¢s agarrotados, ante el panorama de tener que remolcar, una cordillera por delante y con el tiempo menguante. A la heroica.

El Mallorca, por delante
El ardor guerrero bermell¨®n a¨²n creci¨® m¨¢s. Y su estrategia de trabar el choque, afiliarse al bal¨®n en largo y ralentizar el ritmo, a¨²n encontr¨® m¨¢s adeptos. Los leones necesitaban un buen reconstituyente. Los Williams no cog¨ªan el tono, se iban al centro y eran presa f¨¢cil para los centrales, en lugar de incidir por las orillas ante dos carrileros largos. Guruzeta s¨ª interpretaba una mejor partitura, despleg¨¢ndose en zonas intermedias para hacer dudar a los soldados aparentemente imperturbables de Aguirre, para liberar espacios. Lo que requer¨ªa la final era movimientos m¨¢s cortos, no tanto la b¨²squeda de desmarques. El cuarto de hora final de la primera parte sirvi¨® al Athletic para recuperar sensaciones, con Nico al fin presente en su versi¨®n de turbina rojiblanca. Le anularon un gol tras una bonita internada con apoyo de Yuri por fuera de juego. Luego tuvo otra clara jugada, que envi¨® al lateral de la porter¨ªa. Al menos acababan sus acciones, era un paso, y trataban de meter alguna duda a los insulares. Cada c¨®rner de estos provocaba una psicosis vasca, eso s¨ª.
Valverde mud¨® parte de su medio campo porque estaban perdiendo el volante. Prados no encontr¨® la br¨²jula y Vesga trat¨® de cubrir ese problema; adem¨¢s, su f¨ªsico da para cubrir mucho mejor la estrategia, el dolor de muelas rojiblanco en La Cartuja. La cabeza de los leones deb¨ªa de ir a mil. Y m¨¢s que se aturdieron con un disparo de Larin nada m¨¢s descorcharse el segundo tiempo, que ataj¨® Agirrezabala. Ah¨ª estaba la final. La grada enloqueci¨® con una recuperaci¨®n de Nico, que sirvi¨® a Sancet y este no fall¨® ante el gol. Corr¨ªa el minuto 50. Muriqi protagoniz¨® despu¨¦s una jugada rocambolesca, con un control defectuoso que se le fue y el cuero rumi¨® el palo. Era una fugaz r¨¢faga porque el Athletic ya estaba desencadenado.
Nico crec¨ªa y crec¨ªa, se sacaba la espina de su mal inicio. Qued¨® encumbrado como gran estrella europea. Un gambeteo prodigioso del internacional sirvi¨® una pelota clara a su hermano, pero el bal¨®n le pas¨® por debajo de las piernas cuando estaba prepar¨¢ndose para engatillar a puerta vac¨ªa. La tropa de Valverde al fin ve¨ªa claro que no solo es que ganaba en la platea, es que pod¨ªa llevarse el partido y acabar con la maldici¨®n. Salt¨® todo el banquillo vasco como un resorte, los que calentaban se fueron a la otra esquina en una estampa de todos estrujados. Se?al de la tensi¨®n acumulada y la liberaci¨®n con las tablas. El Vasco reaccion¨® con rapidez y puso a Morlanes y Antonio S¨¢nchez en liza, por Darder y Larin. Pas¨® a un 5-4-1, abrigando m¨¢s el medio campo, para tapar las l¨ªneas de pase interiores. Ahuyent¨® el agobio, sacaron la cabeza del agua, respiraron un poco. Sancet estaba siendo lo que la NBA ha patentado y exportado como MVP, el jugador del d¨ªa. Iba a una banda, no lo detectaba Sam¨², y buscaba bien las espaldas de la superpoblada defensa de Aguirre. Este puso a Radonjic para buscar m¨¢s verticalidad. La herida estaba sanada, ya hab¨ªan cumplido el papel de resistente. Y Valverde intent¨® reabrirla con Unai G¨®mez, es decir, m¨¢s v¨¦rtigo y menos ch¨¢chara con la bola. Vivian intent¨® evitar la pr¨®rroga con un potente disparo lejan¨ªsimo.

De perdidos al r¨ªo
De perdidos al r¨ªo. Valverde meti¨® el once en una centrifugadora y el resultado fue una revoluci¨®n absoluta para arrancar el suplemento, con Ra¨²l Garc¨ªa, Berenguer y Muniain. Un viejo lobo de mar, un revoltoso y el eterno capit¨¢n, el que m¨¢s deseaba ese trozo de plata llamado Copa del Rey que todos codician. De paso, met¨ªa gente muy apta para la suerte desde el punto fat¨ªdico. Desfil¨® I?aki Williams, sin incidencia alguna en la segunda parte. Aguirre puso a otro hueso, Maffeo. Salvo incidencias como el choque de cabezas entre Muriqi y Unai G¨®mez, que empezaron a sangrar, no hubo mucho que escribir en la libreta de los cronistas. El tr¨¢mite estaba a punto del finiquito, cuando entre De Marcos y Berenguer se inventaron una gran internada que no acab¨® en gol de milagro. El extremo aport¨® ese plus de energ¨ªa que necesitaba su equipo. Pero la r¨¦plica no tard¨® en llegar: un cabezazo de Muriq medio encogido en el aire que le neg¨® Agirrezabala. La final quiso ser caprichosa y abonarse al drama de los penaltis en La Cartuja. Como en 2022 con el Betis-Valencia. Lo que pas¨® en los once metros ya se sabe. Esto es un episodio m¨¢s en la grandeza de un club de 125 a?os que no se puede comparar con nada. El estadio atron¨®: ¡°Ernesto Vaalveeeerde¡±. El h¨¦roe discreto. I?aki fragu¨® aquello de ganar el t¨ªtulo ¡®a lo bajini¡¯, pero el coro de La Cartuja retumb¨® hasta en Marte. Y esto es todo, as¨ª se escribe la historia y as¨ª es este club que hace much¨ªsimos a?os tom¨® la decisi¨®n de vencer menos para ganar m¨¢s. ?Vamos gabarra, no seas perezosa, es hora de moverse! ?Ya vale de dormir! Esto era ganar. Txapeldunak. Campeones en euskera, vaya. Menudo chute para el orgullo colectivo. Ma?ana, bueno, luego m¨¢s bien, Bilbao amanecer¨¢ en una nube. la Copa es presente, ya no pertenece al ¡®Cu¨¦ntame¡¯. 14.581 d¨ªas, 1.876 partidos oficiales y 251 jugadores despu¨¦s de aquel bendito 5 de mayo de 1984, ha vuelto el delirio. ,A Iribar le sali¨® espont¨¢neo en el palco decir al Rey Felipe VI: ¡®Hasta el a?o que viene¡±. Pues si lo dice el Txopo, que as¨ª sea.
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- 13 Julen Agirrezabala
- 3 Daniel Vivian
- 4 Aitor Paredes
- 17 Yuri (105')
- 18 De Marcos
- 16 Ruiz de Galarreta (79')
- 9 Williams (90')
- 8 O. Sancet (90')
- 24 Benat Prados (45')
- 11 Nico Williams
- 12 Guruzeta (90')
- Banquillo
- 30 Unai G¨®mez (79')
- 14 Dani Garc¨ªa
- 7 Berenguer (90')
- 15 Lekue (105')
- 6 Vesga (45')
- 1 Unai Sim¨®n
- 20 Villalibre
- 22 Ra¨²l Garc¨ªa (90')
- 19 Imanol Garcia
- 21 Ander Herrera
- 10 Muniain (90')

- 13 Dominik Greif
- 20 Giovanni Gonz¨¢lez
- 21 Ra¨ªllo
- 3 Lato (110')
- 24 Valjent (90')
- 6 Copete (107')
- 14 Dani (73')
- 12 Samuel Costa
- 10 Darder (61')
- 7 Muriqi
- 17 Cyle Larin (61')
- Banquillo
- 11 Jaume Costa
- 5 Omar Mascarell
- 9 Abd¨®n Prats
- 23 Radonjic (73')
- 25 Pichu
- 2 Nastasic (107') SC
- 15 Pablo Maffeo (90')
- 4 Siebe van der Heyden (110') SC
- 8 Manu Morlanes (61')
- 18 Antonio S¨¢nchez (61')
- 1 Predrag Rajkovic
Cambios
Mikel Vesga (45', Be?at Prados), Antonio S¨¢nchez (61', Cyle Larin), Manu Morlanes (61', Sergi Darder), Nemanja Radonjic (73', Dani Rodr¨ªguez), Unai G¨®mez (79', ??igo Ru¨ªz de Galarreta), Pablo Maffeo (90', Martin Valjent), Ra¨²l Garc¨ªa (90', Gorka Guruzeta), Alex Berenguer (90', I?aki Williams), Iker Muniain (90', Oihan Sancet), ??igo Lekue (105', Yuri Berchiche), Matija Nastasic (107', Copete), Siebe Van der Heyden (110', Toni Lato)
Goles
0-1, 20': Dani, 1-1, 49': O. Sancet
Tarjetas
Arbitro: Jos¨¦ Luis Munuera Montero
Arbitro VAR: Eduardo Prieto Iglesias, Santiago Jaime Latre
Aitor Paredes (26',Amarilla), Muriqi (90',Amarilla), Radonjic (118',Amarilla), Giovanni Gonz¨¢lez (125',Amarilla)