Borja Bast¨®n, el goleador con ADN atl¨¦tico
Criado en la cantera colchonera, titular por delante de Morata, una grave de lesi¨®n el d¨ªa de su debut trunc¨® su futuro rojiblanco.
En su cuerpo repleto de tatuajes, un 9 luce sobre su mu?eca derecha. Fue uno de sus primeras marcas en el cuerpo, ten¨ªa 17 a?os y despuntaba en la cantera del Atl¨¦tico de Madrid. Borja, a secas, como era conocido entonces, tard¨® poco en estrenarse con el primer equipo de los rojiblancos. Por entonces, ¨¦l era el 9 de la cantera del Atl¨¦tico (super¨® los 50 goles en cadetes) y de las categor¨ªas inferiores de la selecci¨®n. El se?alado para triunfar. Pero todo se trunc¨® el 15 de mayo de 2010.
Borja vio la oportunidad que muchos esperan toda su carrera. Ten¨ªa solo 17 a?os cuando a los 58 minutos de un Atl¨¦tico-Getafe sustituy¨® a Jurado. Aquella experiencia, llamada a ser la m¨¢s feliz de su carrera, se convirti¨® pronto en una pesadilla. A los 21 minutos se rompi¨® el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Un dolor indescriptible. Tuvo que ser intervenido y las puertas del primer equipo ya no volvieron a abrirse para ¨¦l.
A partir de entonces, Bast¨®n empez¨® a coleccionar cesiones en las que mostraba su facilidad para el gol, pero el Atleti nunca termin¨® de tenderle el puente. Destac¨® en Zaragoza y Eibar antes de dar el salto a la Premier, en el Swansea. Volvi¨® y le cost¨® en M¨¢laga y Legan¨¦s. Oviedo le acogi¨® con los brazos abiertos, en una plaza que siempre fue proclive para los delanteros. Desde L¨¢ngara a Carlos Mu?oz, los buenos delanteros han abundado en la historia azul. Nacido en 1992, Bast¨®n comparte generaci¨®n con Morata y Koke. Tambi¨¦n compartieron vestuario. Es m¨¢s, era el capit¨¢n por delante del vallecano, ahora jugador con m¨¢s partidos en la historia del Atl¨¦tico.
La efectividad del actual ariete azul hizo incluso que Morata tuviera que salir del club a los 15 a?os rumbo al Getafe, pues ve¨ªa como las puertas a la titularidad permanec¨ªan continuamente cerradas por la presencia de Borja por delante en la rotaci¨®n. En la cantera rojiblanca se jugaba con un ¨²nico punta y ese era Borja Bast¨®n, la gran promesa colchonera y el gran proyecto de goleador. Tras un ¨²nico a?o de azul¨®n, Morata recalar¨ªa en el Real Madrid, con el que debut¨® en Primera en diciembre del a?o 2010 antes de marcharse a la Juventus, regresar al equipo blanco, firmar por el Chelsea y cerrar el c¨ªrculo volviendo al Atl¨¦tico, ya como el punta de la Selecci¨®n espa?ola.
Y Borja, en Oviedo ha recuperado su voracidad. Aquella facilidad para encontrar cada camino a la red que le vali¨® en Zaragoza el mote de ¡°Van Bast¨®n¡±. Con el equipo tratando de recuperar el terreno perdido con el pelot¨®n que luche por el play-off, el bombo depar¨® un sorteo ilusionante en la Copa. Sobre todo para Borja Bast¨®n, que se enfrentar¨¢ otra vez al equipo de sus amores. Si Cervera decide no reservarle para la Liga, ser¨¢ la cuarta ocasi¨®n en la que se enfrente al Atleti. Ya ha jugado con el Eibar, el M¨¢laga y el Alav¨¦s, con tres derrotas (0-2, 1-0 y 3-0, respectivamente). Nunca le ha marcado.
Un tipo familiar
Bast¨®n es el l¨ªder del Oviedo, el que porta el brazalete y el que encabeza las operaciones ofensivas. En la capital del Principado ha encontrado la estabilidad buscada durante toda su carrera. Tambi¨¦n es feliz su familia, su pareja y sus dos hijos, Enzo y Luc¨ªa, algo imprescindible para deso¨ªr los cantos de sirena y apostar por el azul.
Como en el pasado mercado invernal, cuando en plena pelea por el trono de m¨¢ximo anotador de Segunda recibi¨® sugerentes ofertas del extranjero, m¨¢s una del C¨¢diz, en Primera Divisi¨®n. El delantero consult¨® con su padre, su confesor, al que adora (tiene tatuado su nombre en caracteres ¨¦lficos en un brazo) y este le hizo de gu¨ªa. Bast¨®n era feliz en Oviedo y apost¨® por seguir en el club. En el verano, hubo otros intereses pero la decisi¨®n estaba tomada. Sue?a, dicen desde su entorno, con llevar al Real Oviedo a Primera Divisi¨®n. De momento, le toca disfrutar de la Copa y del choque m¨¢s especial.