Asun prepara el ¡®palco¡¯ m¨¢s deseado de la Copa: ¡°Es un d¨ªa hist¨®rico...¡±

Espi?edo se llenar¨¢ esta noche hasta la bandera... y un poco m¨¢s. El estadio del Arenteiro contar¨¢ con gradas supletorias para dar cabida a cerca de 3.000 aficionados, y luego est¨¢ el ¡®palco privado¡¯ de Asunci¨®n P¨¦rez. Asuncita, para los de Carballi?o. La terraza de su sal¨®n da directamente a detr¨¢s de la porter¨ªa, una vista privilegiada para una noche hist¨®rica, y all¨ª se juntar¨¢n unas 30 personas m¨¢s. ¡°Ya te imaginas que para estas cosas aparecen muchos amigos... Pero esta vez lo he reservado para mi hijo y sus amigos, que les gusta mucho el f¨²tbol, y para mi familia. Empezamos con la comida y a disfrutar luego. Esto es lo m¨¢s. Es algo hist¨®rico y quedar¨¢ en la memoria de Carballi?o¡±, explica Asun a AS.

Primero se construy¨® el campo, con todo monte alrededor, y a?os m¨¢s tarde, las calles y la casa, que era de los padres de Asunci¨®n. Pero claro, entonces nadie pens¨® que por all¨ª terminar¨ªan pasando el Valencia, que sufri¨® para pasar en la pr¨®rroga, y el Atleti. ¡°?F¨ªjate qu¨¦ vistas tengo! Ya se me hace raro verlo desde la grada. En realidad esta no es m¨¢s que una casa con una terraza, pero mira d¨®nde ha llegado con esto de la Copa...¡±, se r¨ªe la propietaria, que recuerda que ¡°alg¨²n bal¨®n se ha colado y alg¨²n cristal se ha roto tambi¨¦n...¡±, aunque ahora la verja es bien alta.

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¡°El Arenteiro ha devuelto la alegr¨ªa al pueblo¡±

Esta noche, Asun y sus invitados tendr¨¢n aficionados a la derecha y tambi¨¦n a la izquierda, en la supletoria. Se?al de que es una cita especial. ¡°No estoy nerviosa. Estoy muy, muy feliz de que el Arenteiro est¨¦ donde est¨¢. La misi¨®n est¨¢ cumplida. Son mis campeones, los pulpos mec¨¢nicos, as¨ª los he bautizado. Tienes que ver c¨®mo se entrenan, qu¨¦ disciplina tienen¡­ Me tienen enamorada. Vamos a quedarnos muy orgullosos pase lo que pase¡±, presume, a la vez que celebra lo bien que le sientan a Carballi?o las haza?as del Arenteiro: ¡°Ha devuelto la alegr¨ªa al pueblo. Tras la COVID, el miedo a relacionarse, la guerra y todo cosas tristes, ahora te encuentras a todo el mundo por las calles se habla del equipo, de la Copa, de las entradas¡­ y lo hacemos con una sonrisa. Y ha dado vida en los comercios, los hoteles...¡±.

El torneo del KO ya invadi¨® su terraza hace un a?o, cuando lleg¨® el Valencia: ¡°Me pidieron pasar para poner c¨¢maras de televisi¨®n y dije que no, porque estaba la COVID. Me daba apuro. Pero luego lo hablamos en casa y aceptamos para que pudieran hacer su trabajo. Tuvieron que cortar la verja, incluso. Fue una experiencia curiosa y divertida, yo animando con la pandereta y encendiendo un cirio y ellos grabando¡±, recuerda con cari?o Asuncita, enamorada de su Arenteiro y tambi¨¦n del teatro.

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De O Carballi?o a Las Rozas

Y el favor de Asun tuvo recompensa meses despu¨¦s: ¡°A¨²n no s¨¦ muy bien por qu¨¦ pas¨®. La Federaci¨®n me localiz¨® y alguien me llam¨®: ¡®Tienes que venir al sorteo de Copa a sacar las bolas¡¯. No entend¨ªa por qu¨¦ yo, pero ya ten¨ªan los billetes y me dijeron que les hac¨ªa mucha ilusi¨®n, que iba a ser adem¨¢s la ¨²nica mujer en el sorteo. Me sorprendi¨® mucho, pero me trataron de maravilla, me mimaron. Aunque me dijeron que ten¨ªa que guardar el secreto. ?Y me cost¨® call¨¢rmelo!¡±. Y en Las Rozas, sac¨® la bola del Almer¨ªa para el Arenteiro: ¡°Yo prefer¨ªa al Sevilla, pero ganamos y mira d¨®nde estamos... y a ver d¨®nde llegamos¡±.

Lo primero, el Atl¨¦tico. ¡°Lo vamos a disfrutar. Gane o pierda, esto ha levantado la ilusi¨®n y quedar¨¢ para siempre. Es un d¨ªa grande y es gracias a estos chicos, que nos han quitado muchas penas¡±, cuenta casi emocionada Asun, la due?a de la terraza m¨¢s famosa de la Copa, que concluye con la otra parte importante de la haza?a: ¡°Ahora mucha otra gente, incluso fuera de Espa?a, conoce a O Carballi?o y al Arenteiro. Eso es impagable¡±. Y Asuncita avisa: ¡°Como ganemos, tengo preparado el licor caf¨¦ para celebrarlo¡±.