Clamor en Alemania por el arbitraje del Madrid-Bayern

El Platea Madrid en el Barrio de Salamanca parec¨ªa un cementerio cuando el Bayern lleg¨® al restaurante en Goya para el tradicional banquete del club despu¨¦s de la dur¨ªsima derrota ante el Real Madrid. Se respiraba un ambiente tenso, de tristeza mezclada con frustraci¨®n debido a lo ocurrido en el tiempo a?adido en el Bernab¨¦u. El esc¨¢ndalo en torno al ¡®no gol¡¯ de De Ligt, que hubiese llevado al conjunto alem¨¢n a la pr¨®rroga, provoc¨® que los muniqueses fueran eliminados de la manera m¨¢s cruel que se recuerda y no pararan de clamar contra el colegiado polaco Marciniak.

Jan-Christian Dreesen, CEO del cuadro b¨¢varo, tampoco quiso callarse en su discurso durante la cena en torno a la medianoche. ¡°Este es mi discurso m¨¢s dif¨ªcil hasta la fecha. Ha sido una derrota dolorosa. El equipo lo dio todo, se sacrific¨® y luch¨® mucho. Nuestro gran sue?o era coronar una temporada de Champions excepcionalmente buena hasta ahora con una final ¨Cuna final alemana¨C en Wembley. Por desgracia, no lo conseguimos. Manu nos salv¨® y nos mantuvo en el partido durante 85 minutos con paradas incre¨ªbles. Phonzy marc¨® con la derecha, cosa que rara vez hace. Luego encajamos dos goles, y al final del partido se produjo esta situaci¨®n. El ¨¢rbitro deber¨ªa haber dejado seguir la jugada y luego revisarla con el VAR. No queremos ser malos perdedores, pero esta decisi¨®n nos parece equivocada, y por eso es a¨²n m¨¢s amargo¡±, subray¨® el mandam¨¢s.

Dreesen no dud¨® en comparar lo sucedido con otras derrotas que dejaron huella en a?os anteriores. ¡°Hemos sufrido derrotas amargas en el pasado. Pero lo que define a la familia del Bayern es que volvemos m¨¢s fuertes despu¨¦s de estos reveses. Ese es el reflejo ¡®Mia san mia¡¯ (nosotros somos nosotros, lema del club). Ahora tenemos que mirar hacia adelante, incluso despu¨¦s de un d¨ªa dif¨ªcil como el de hoy. En 2012, un d¨ªa despu¨¦s de la derrota en la final en casa, Thomas M¨¹ller escribi¨® al equipo: ¡®cabezas altas, chicos, la derrota duele mucho, pero el a?o que viene contraatacaremos¡¯ (en 2013, el Bayern gan¨® la Champions). ?nimo, chicos, hab¨¦is jugado muy bien, no pod¨¦is reprocharos nada. El a?o que viene tenemos la final en casa, ¨¦se es nuestro mayor objetivo, y ojal¨¢ lo consigamos¡±, concluy¨® Dressen.

La prensa alemana tampoco se call¨® en su an¨¢lisis y clam¨® contra el colegiado. ¡°El sue?o del Bayern de llegar a la final se ha esfumado, en parte porque un pitido precipitado del ¨¢rbitro Marciniak fue decisivo al final¡±, escribi¨® el rotativo alem¨¢n kicker, Spigel habl¨® de ¡°una pesadilla de la que no se puede despertar¡±. El diario Bild, por su parte, se centr¨® en el rev¨¦s que significa no levantar un t¨ªtulo en m¨¢s de una d¨¦cada: ¡°Segundo en Bundesliga, vergonzosa derrota en Copa contra el Saarbr¨¹cken, de tercera divisi¨®n, y ahora el amargo final en Champions. Se cierra la primera temporada sin t¨ªtulos para el Bayern desde la 2022-12¡å, concluy¨® el medio alem¨¢n, sin piedad a la hora de meter el dedo en la llaga muniquesa.

¡°?Dan ganas de vomitar!¡±

Uno de los an¨¢lisis m¨¢s contundentes y feroces sobre la jugada pol¨¦mica que salpic¨® el final del Real Madrid-Bayern lo ha realizado el periodista de BILD, Matthias Br¨¹gelmann, en un art¨ªculo de opini¨®n.

¡°?C¨®mo puede este incompetente ¨¢rbitro Marciniak anular el ataque del Bayern tan pronto por presunto fuera de juego y robar as¨ª al Bayern el 2-2 de De Ligt? ?Todav¨ªa no me lo puedo creer! ?Qu¨¦ esc¨¢ndalo! Desde hace a?os, me molesta enormemente que cada ataque de cualquier tipo, sobre todo cuando todo el mundo puede ver inmediatamente que se trata de un fuera de juego claro, se deja correr eternamente, s¨®lo para terminar levantando el bander¨ªn despu¨¦s de una eternidad. Pero cuando todo est¨¢ en juego en la semifinal de la Liga de Campeones, en el minuto 14 del tiempo a?adido, de repente no se puede ser lo suficientemente r¨¢pido. Levanta el bander¨ªn, pita el ¨¢rbitro y se acab¨®.

?ES PARA LLORAR! ?DAN GANAS DE VOMITAR!

Es el mayor fraude de gol en un partido de todo o nada desde la final del Mundial de 1966, cuando el ¨¢rbitro suizo Dienst y su asistente ruso Bachramov dieron a los ingleses la victoria por 3-2 sobre Alemania y el t¨ªtulo. Ese bal¨®n nunca estaba detr¨¢s de la l¨ªnea de gol. Y esta vez tampoco estaba en fuera de juego. Y los enga?ados volvemos a ser los alemanes. Todos los aficionados al f¨²tbol comprenden el enfado, la frustraci¨®n y la decepci¨®n del Bayern. Merecen toda nuestra compasi¨®n.¡±