Vitamina Champions
El Madrid hace ¡®reset¡¯ tras una semana dur¨ªsima y se aferra a su competici¨®n. Ancelotti ha incidido en la actitud. Vinicius promete dar que hablar.
Volver. Entre tanto, despu¨¦s de tanto. Volver a competir pero, sobre todo, volver a ser el Real Madrid. Un equipo aguerrido, unido y con colmillo. Un grupo ¡°compacto¡±, ese t¨¦rmino que Ancelotti repite en cada rueda de prensa con fe en que cale, aunque sea por insistencia. Por ahora, nada. El Madrid no es el Madrid. Ni mucho menos. Y el adalid de las remontadas, lejos de remontar su propia desaz¨®n, ha tocado fondo en la ¨²ltima semana: 0-4 en el Cl¨¢sico y batacazo en la gala del Bal¨®n de Oro. Pum y pum. Dos ca?onazos a un nav¨ªo colosal que llevaba tiempo sin hacer aguas. Ya lo hace. Pero siempre vuelve.
Y ahora es el momento. Han sido nueve d¨ªas de inactividad. De reflexi¨®n. De recuperar fuerzas pero, sobre todo, de sanar la autoestima. Desde dentro se transmite optimismo, confianza, calma. Los problemas eran evidentes, pero el calendario no ofrec¨ªa treguas para trabajar y corregirlos. Es por eso que, ahora, se respira otro aire. Ancelotti ha tenido nueve d¨ªas para entrenar con tranquilidad, corregir fallos de posicionamiento y, sobre todo, incidir en la mentalidad. Se ha hecho mucho hincapi¨¦ en la actitud. Urge recuperar lo m¨¢s b¨¢sico.
Brindis por la vendetta
Morder al robar, ir al choque con todo, vivir cada ataque como si fuera el ¨²ltimo. Eso est¨¢ al alcance de cada jugador y es lo primero que debe recuperarse. Actitud. Compromiso individual. Los jugadores se reunieron el pasado viernes en el Le?a para conjurarse ante lo que viene. Brindis por la vendetta; por aquellos osados que se atreven a dar por muerto al Madrid en noviembre. El sentir es de unidad en la adversidad, de ganas de volver. De revancha. Ser un equipo y remar todos en la misma direcci¨®n. Se ha hecho reset.
Y no hay nada m¨¢s id¨®neo, para volver a latir, que la Champions. Cuyo himno es taurina en Chamart¨ªn. La de ma?ana es la noche de volver, como de las reivindicaciones individuales. Primero, Lunin: su porcentaje de paradas ha bajado un 20%, perdiendo el aura del curso pasado. Segundo, la defensa: la descoordinaci¨®n y debilidad del Cl¨¢sico no puede repetirse. Tercero, Tchouameni: el gran se?alado en el centro del campo, muy d¨¦bil en la recuperaci¨®n y a¨²n m¨¢s err¨¢tico en la creaci¨®n. Cuarto, Bellingham: a¨²n no ha marcado esta temporada. Y por ¨²ltimo, los grandes protagonistas: Vinicius y Mbapp¨¦.
La hora de Mbapp¨¦...
Y es que el segundo fue quien m¨¢s herido sali¨® del Cl¨¢sico: s¨®lo intervino en 27 ocasiones, cay¨® ocho veces en fuera de juego (hasta este partido s¨®lo hab¨ªa ca¨ªdo nueve... en toda la temporada) y fall¨® hasta tres ocasiones clamorosas que pudieron cambiar el devenir de la noche. No estuvo a la altura y lo sabe. No est¨¢ estando a la altura, y eso tambi¨¦n lo sabe. Kylian es el primero que tiene ganas de reencontrarse y eso empieza ma?ana.
...y el guante de Vinicius
Pero todo esto son focos secundarios. Porque el cenital del Bernab¨¦u apuntar¨¢ a Vinicius. El hombre que el pasado lunes sufri¨® el mayor varapalo de su carrera deportiva. Se vio ganador del Bal¨®n de Oro, se sent¨ªa en esa condici¨®n. La ilusi¨®n estaba por las nubes y, precisamente por eso, la ca¨ªda ha sido m¨¢s dolorosa. Gan¨® Rodrigo. Un mazazo may¨²sculo. Vini se ha sentido muy arropado por sus compa?eros y mand¨® un escueto mensaje: ¡°Lo har¨¦ diez veces mejor si es necesario; no est¨¢n preparados¡±.
Un guante, un desaf¨ªo. Pero sobre todo, una promesa. Nada de caer a un pozo y desaparecer. Dice la met¨¢fora que quien entiende que tocar fondo, precisamente, es una oportunidad para tomar impulso y volver a la superficie, tiene mucho ganado. As¨ª se lo ha tomado Vinicius. Con hambre de demostrar a quienes no le votaron, que se equivocaron. Ma?ana es d¨ªa de volver. Arbitrar¨¢ Vincic, el colegiado de la final de Wembley. Todo encaja, casi como si el guionista tuviera algo preparado. La tripulaci¨®n cree. Y este barco, recuerda la historia, siempre regresa.