Vinicius, tras la ¡°chispa¡±
Tras la media hora ante Las Palmas y la titularidad con mesura en Girona, el brasile?o saltar¨¢ al Maradona sin freno de mano.
¡°Quer¨ªa jugar m¨¢s, pero prefer¨ªa evitar problemas. Le falta un poco de chispa, porque es un mes sin jugar, pero estos 70 minutos le han venido bien¡±. Ancelotti radiografiaba as¨ª el cambio de Vinicius a los 68 minutos del duelo ante el Girona. Una sustituci¨®n l¨®gica, en la que Rodrygo, tras su primer descanso del once de la temporada, tomaba el relevo. Vini est¨¢ siguiendo un proceso natural de recuperaci¨®n escalonada. Algo m¨¢s de media hora contra Las Palmas (entr¨® por Joselu en el 57¡ä) y titularidad con mesura en Montilivi para encontrar esa ¡°chispa¡± en el Maradona, ante el N¨¢poles, en su primera prueba de fuego de la temporada.
Una espr¨ªn en Bala¨ªdos, uno de tantos, dej¨® al de S?o Gon?alo en el dique seco por una lesi¨®n en el b¨ªceps femoral de la pierna derecha. Primer percance muscular (ante el Ajax, en 2019, sufri¨® una rotura de ligamentos del tobillo derecho) desde su aterrizaje en el Real Madrid para un jugador de f¨ªsico diamantino. El tiempo de baja se estim¨® en seis semanas, pero en un mes, gastroenteritis mediante, el 7 estuvo listo. Un traspi¨¦, el de Vigo, que le cort¨® la adaptaci¨®n al cacareado nuevo esquema y ha potenciado la Bellingham-dependencia del equipo blanco, con Joselu convertido en el Robin particular del ingl¨¦s. De los 17 tantos, 11 se reparten entre el 5 (siete) y el 14 (cuatro). Mientras que Vini, en los cinco partidos y 289 minutos que ha disputado hasta el momento, suma uno. Un tanto, eso s¨ª, de museo: su semivaselina en Almer¨ªa. Ahora, en el Maradona, es su turno de ir reconstruyendo su rol.
Contra el Girona, Ancelotti reubic¨® a Bellingham para protegerle de tareas defensivas, en una posici¨®n m¨¢s externa, mientras que opt¨® por Camavinga en lugar de un Mendy poco rodado o un Fran Garc¨ªa muy ofensivo a ojos de Carletto (¡±necesitaba aguantar mejor la posici¨®n¡±, fue el porqu¨¦ Cama ejerci¨® de 3). Todo para que Vinicius pudiera seguir recuperando sensaciones. Lo intent¨® menos que de costumbre (s¨®lo dos regates intentados) y no tuvo efectividad (cero completados), pero no deja de resultar anecd¨®tico. Y es que, no hay que olvidar que a estas alturas, seg¨²n las previsiones iniciales, el brasile?o a¨²n deber¨ªa estar en proceso de recuperaci¨®n.
No obstante, Vinicius, como dec¨ªamos, se encontraba (y por ende se encuentra) en proceso de adaptaci¨®n. En pretemporada Ancelotti explic¨® que la posici¨®n m¨¢s centrada permit¨ªa golear m¨¢s a menudo. Sin embargo, ello le aleja(ba) de una banda, la izquierda, desde se ha elevado a los altares futbol¨ªsticos (45 goles y 41 asistencias en las dos ¨²ltimas temporadas), donde, en boca de Carletto, se ha convertido ¡°en el jugador m¨¢s desequilibrante del mundo¡±. Por ello se entiende que, a medida que la temporada iba avanzando, se ve¨ªa a un Vini m¨¢s pr¨®ximo al carril que al ¨¢rea. Al menos de partida, con Bellingham entrando como tren de mercanc¨ªas. De hecho, antes de la lesi¨®n, su esencia no hab¨ªa cambiado y lideraba la Liga en regates y duelos ofensivos.
Ahora, tras esos dos encuentros ante Las Palmas y Girona, de tanteo, llega la primera gran realidad para Vinicius tras su regreso. La Champions y el duelo donde, a priori, se jugar¨¢ el Madrid parte de sus opciones de liderar el grupo C. La temporada pasada, siete de los 23 goles del brasile?o llegaron en la m¨¢xima competici¨®n continental. Cuatro de ellos en una estupenda fase de grupos. Y en un Maradona cuyo ambiente ser¨¢ tan ardiente como lo fue la celebraci¨®n del Scudetto. Un escenario ideal para que esa chispa termine de prender y Vinicius recupera su versi¨®n m¨¢s volc¨¢nica a orillas del Vesubio.