?Por qu¨¦ a los aficionados del Inter se les llama nerazzurri y a los del Milan se les dice rossoneri?
La historia de la rivalidad entre hinchas del Milan y del Inter pasa por sus apodos y sus colores. Los nerazzurri nacen de una secesi¨®n¡
El derbi della Madonnina que tendr¨¢ lugar esta noche es un trozo de historia tanto para el Milan como para el Inter. Una cita con la leyenda que tanto los rossoneri como los nerazzurri prefer¨ªan evitar, porque el riesgo de unas tomaduras de pelo que durar¨¢n durante a?os es enorme. Y a uno de los dos, inevitablemente, le tocar¨¢.
El apodo de las dos hinchadas es muy com¨²n y, obviamente, relacionado con los colores de sus camisetas. A los del Milan se les llama rossoneri (literalmente, rojinegros) por la camiseta que quiso uno de sus fundadores, Herbert Kilpin. El ingl¨¦s, en 1899, eligi¨® el color rojo para representar el fuego de los diablos que vestir¨ªan la el¨¢stica, y el negro para el miedo que deben sentir sus rivales: ¡°Seremos un equipo de diablos¡±. Kilpin logr¨® su objetivo: el Milan es uno de los conjuntos m¨¢s laureados del mundo y, adem¨¢s, claramente el m¨¢s famoso que utiliza estos colores.
El apodo de los interisti, ¡®nerazzurri¡¯ (¡°negroazules¡±) nace de otro fundador, Giorgio Muggiani. El pintor e ilustrador gr¨¢fico es uno de los 43 socios del Milan que, por varios desacuerdos con el presidente Giannino Camperio (sobre todo por su prohibici¨®n al fichaje de futbolistas extranjeros), decidieron fundar un nuevo club el 9 de marzo de 1908, el Football Club Internazionale Milano, en el restaurante ¡®Orologio¡¯, cerca del Duomo. Muggiani, adem¨¢s del negro, eligi¨® el azul como se?al de oposici¨®n de manera simb¨®lica al rojo milanista porque, por aquel entonces, se utilizaban l¨¢pices de dos colores: rojos de un lado y azules del otro. Su frase en el d¨ªa de la fundaci¨®n es una de las m¨¢s queridas por los tifosi: ¡°Esta noche espl¨¦ndida le dar¨¢ los colores a nuestro escudo: el negro y el azul sobre el fondo de oro de las estrellas. Se llamar¨¢ Internacional, porque nosotros somos hermanos del mundo¡±.