Otra vez todo en solfa
El ¡®desastre de M¨¢nchester¡¯ ha minado de dudas todo un proyecto. Hay runr¨²n con los veteranos y preocupa el baj¨®n de algunos noveles. Es un equipo de 17 jugadores, sin Plan B.
El f¨²tbol es m¨¢s vol¨¢til que la nitroglicerina. Un deporte capaz de provocar tsunamis en 90 minutos. Pasa en todos los equipos, en todos los pa¨ªses. ADN de un deporte al¨¦rgico a la paciencia y con una diagnosticada tendencia al resultadismo. Los sonrojos salen caros. Y el de M¨¢nchester, al Madrid, puede costarle un ojo de la cara. Un desastre sin precedentes que abre en canal todo un proyecto... justo cuando sus puntos comenzaban a cicatrizar. Cuando la continuidad de Modric y Kroos parec¨ªa sellada, las renovaciones encaminadas y la figura de Ancelotti, reforzada. En 90 minutos, maremoto. Chamart¨ªn patas arriba y un incendio en torno a una pregunta: ?y ahora, qu¨¦? Tan corta de formular, tan larga de responder. Porque al tren del ¡°rey de Europa¡±, le han acabado fallando tuercas. Muchas.
El ocaso de los veteranos
Circulaba desde hace tiempo el runr¨²n de que Benzema estaba, pero no del todo. Que su olfato goleador estaba maquillando una temporada muy alejada de la pasada. Lo cierto es que ha perdido tanto brillo, que la figura del l¨ªder cada vez parece m¨¢s asociada a Vinicius y menos a ¨¦l. En total, se ha perdido 15 partidos por lesiones/fatigas musculares. Y ese es el factor m¨¢s preocupante: reluce menos chispa, lo que se traduce en que participa menos en la creaci¨®n. Que Benzema se est¨¢ volviendo m¨¢s rematador y menos Benzema. La eliminatoria ante el City, totalmente desaparecido, le confirm¨® un lugar pernicioso. No anduvieron tan apagados, pero Kroos, Modric y Carvajal tambi¨¦n contin¨²an rodeados de un aura de dudas, sobre todo enfocados a seguir siendo ¡®indiscutibles¡¯. El relevo generacional puede llegar antes de lo esperado.
El misterio de los noveles
Pero en este sentido, hay futbolistas que han terminado la temporada envueltos en un extra?o feeling. Apagados. El m¨¢ximo exponente ha sido Valverde. ¡°?Estoy muerto!¡±, lleg¨® a reconocer tras La Cartuja, donde hizo un esfuerzo por jugar, tras arrastrar un fuerte golpe en el pie. Hasta esta lesi¨®n, s¨®lo hab¨ªa parado en un partido desde el Mundial de Qatar. El f¨ªsico apunta a causa, pero resulta innegable que el Halc¨®n ha llegado al tramo final volando demasiado bajo. Sin fuerzas, sin garras. No es el ¨²nico joven: Militao, desde su sanci¨®n en Stamford Bridge, perdi¨® ese pesimismo que le estaba haciendo ir ¡°camino¡± de ser el mejor central del mundo... y piezas como Tchouameni, han entrado en un atolladero.
?Renovaciones?
Modric, Kroos, Ceballos, Asensio y Nacho. Cinco nombres que hace 48 horas ten¨ªan la aprobaci¨®n mayoritaria de la c¨¢mara para continuar. Tras M¨¢nchester, stand by. La eliminaci¨®n no provocar¨¢ directamente que alguna operaci¨®n salte por los aires, pero s¨ª ha abierto el debate sobre ellas. En el caso de los dos primeros, sus continuidades parecen seguras, una vez que han tomado la decisi¨®n personal que renovar por otro curso. El dilema en torno a sus figuras es m¨¢s el rol que deben adoptar en la nueva temporada. Quedarse, pero c¨®mo. Con respecto a los tres ¨²ltimos, m¨¢s incertidumbre.
Sin Plan B
Porque si algo evidenci¨® M¨¢nchester, aunque ya se sab¨ªa, es que el Madrid carece de Plan B. Que es una plantilla de 17 futbolistas (los que han jugado, m¨ªnimo, 1.500 minutos esta temporada); tan corta que apenas se producen variaciones en los onces y los cambios, no sorprenden. Con el partido atascado en el Etihad, Ancelotti miraba al banquillo y ve¨ªa que no ten¨ªa alternativas a Benzema (Mariano no cuenta) y que si quer¨ªa aumentar los grados de la caldera, s¨®lo ten¨ªa un futbolista de ataque: Asensio. Porque a Hazard no se le espera. La situaci¨®n del banquillo es peliaguda y de manera indirecta, apunta al mercado. A la necesidad de traer este verano a un delantero centro que pueda ejercer de alternativa a Benzema... y muscular el grupo con dos-tres nombres. Futbolistas con los que, al menos, cuenten de verdad. Ahora no sucede; M¨¢nchester lo confirm¨®. Y de paso, dinamit¨® todo.