Mignolet deja al Atleti en solo furia

El Atl¨¦tico busc¨® el h¨ªgado nada m¨¢s salir del t¨²nel. Un Atleti valiente que volv¨ªa a ser el del himno, todo coraje y coraz¨®n. Los futbolistas del Cholo movi¨¦ndose en bloque como soldados a una orden: ganar, presionar, buscar y no rendirse. Un plan para el que Simeone sal¨ªa sin puntas. Un plan que dejaba fuera a Carrasco, Morata y Witsel sentados con Jo?o y se confiaba a los tent¨¢culos de Kondogbia y la clase de Lemar, a Koke y Sa¨²l, al coraz¨®n de Correa en la delantera con Griezmann. La pizarra la llevaban todos bien tatuada en las botas: a correr y morder como ¨²nico camino a los octavos de esta Champions.

Enfrente ese Brujas que Simeone y sus futbolistas sab¨ªan: no baja el ment¨®n en escenario alguno. No le intimidaba ese Metropolitano de d¨ªa pero vestido de noches de Calder¨®n y de ilusi¨®n. Af¨®nico. Alto. Empujando con ambici¨®n a los rojiblancos. Los dos primeros avisos en el partido fueron belgas, los dos antes de que el reloj llegara al diez: un zurdazo de Sowah y un disparo de Jutgl¨¤. Ambos peligros¨ªsimos. Ambos silbando como balas sobre la cabeza de Oblak. El Atleti no se amilanar¨ªa. Al contrario, lo tomar¨ªa como una provocaci¨®n y apretar¨ªa en la presi¨®n. Las ocasiones comenzaron a caer sobre la porter¨ªa de Mignolet como en los cielos de agosto las perseidas.

En la primera, roba Lemar, Griezmann dispara y el portero repele con el pie su tiro cruzado. En la segunda, Griezmann se busca y encuentra con un Correa siempre capaz de encontrar pasillos entre rivales, pared con Koke y remate cruzado que se va fuera por poco, un dedo. En la tercera Sa¨²l hizo gol pero el asistente alz¨® el bander¨ªn: fuera de juego. El Atleti le hab¨ªa pulsado el bot¨®n de off al Brujas al evitar que le pelota le llegara a sus puntas. Un Atleti valiente, dominador, due?o y se?or, presionando alt¨ªsimo, buscando desmarques. Koke filtraba balones con escuadra y cartab¨®n, Lemar se ofrec¨ªa, Kondogbia era equilibrio, Correa la pura emoci¨®n. Y Mignolet se convert¨ªa en Doctor Gadget de tanto estirar brazos para repeler tiros de Grizi. Una primera parte que acab¨® en fuego. Un c¨®rner a favor del Atleti convertido en un penalti en contra. Nahuel que zancadillea a Buchanan. Pitido del ¨¢rbitro. Dedo se?alando el punto. El campo protesta, alt¨ªsimo. Llamada del VAR. Pantalla y la imagen detenida en la acci¨®n justo anterior a la de Nahuel: pisot¨®n del futbolista de Brujas. Penalti anulado. 60.810 exhalan a la vez varios demonios.

A los puntos el Atleti merec¨ªa ganar pero cuando el partido regres¨® del descanso segu¨ªa 0-0. Mientras Hoefkens introduc¨ªa a Meijer para mellar el cuchillo que supon¨ªa Sa¨²l en su derecha, el Atleti segu¨ªa acumulando ocasiones. Gol anulado a Correa por fuera de juego, Mignolet que adivina la vaselina de Grizi, Correa que no acierta en el rechace. Con la entrada de Meijer, el Brujas eran los once de hac¨ªa una semana en B¨¦lgica. Lo celebr¨® Jutgl¨¤ bail¨¢ndole a Savic antes de buscar a Nielsen, que lanz¨® un bal¨®n a las manos de Oblak.

Simeone hac¨ªa un triple cambio que, aunque por nombres convenc¨ªa (Morata, Carrasco y De Paul, el ¨²ltimo recibido con pitos por cierto) en la pr¨¢ctica le arrebataba a Koke y el Atleti se espes¨®. Aunque al principio todo pareci¨® seguir igual, el Brujas con la lengua fuera de tanto perseguir rojiblancos, mord¨ªa el Atleti, la perd¨ªa y la recuperaba enseguida. Pero el ¨¢cido l¨¢ctico propio le empez¨® a cegar los caminos a Mignolet a los rojiblancos. Era inevitable que levantaran el pie, que bajaran el ritmo, que comenzaran a abusar de los centros laterales, tanto ritmo alt¨ªsimo hasta el momento.

Mientras Hoefkens introduc¨ªa a un defensa, Simeone apostaba por Cunha y Witsel olvid¨¢ndose de Jo?o. El partido que el Atleti hab¨ªa comenzado sin puntas ahora lo terminar¨ªa con dos. Y Sowah ve¨ªa la roja mientras la ansiedad llenaba el aire, los nervios, el eterno sufrir de un rojiblanco. El equipo estampado en un muro. O en varios. Su falta de acierto y, sobre todo, en ese de 1,93 metros y amarillo: el portero Mignolet. No lo tumb¨® ni Morata al final con un disparo a quemarropa ni despu¨¦s Cunha a la desesperada. El Brujas le hizo un Atleti a la valent¨ªa rojiblanca. De nada le sirvi¨® al Cholo jugar desde el primer minuto como si todo fuera un largu¨ªsimo 90. Los belgas est¨¢n ya en octavos. Los rojiblancos deber¨¢n seguir jugando.

Y sufriendo por alcanzarlos.