Mil¨¢n vuelve a ser cruel con el Atl¨¦tico y con Torres

La contundencia. Esa palabra a la que tanta referencia hace Simeone y que marc¨® el final de las ilusiones del Atl¨¦tico en la Youth League en una tarde donde todo lo que pod¨ªa salir mal acab¨® saliendo de forma p¨¦sima. La peor sensaci¨®n que puede haber es que te elimina un equipo que no es mejor que t¨². Y, si en la guerra de guerrillas siempre suelen vencer los de Fernando Torres, en Vismara todo se volvi¨® en contra. El t¨¦cnico, que jug¨® seis meses en el equipo local, volvi¨® a chocar con esa ciudad en la que perdi¨® la final de la Champions de 2016. En esta ocasi¨®n fue Abate, su excompa?ero en el equipo rossonero, quien se gan¨® el billete a Nyon a base de oficio de sus chavales, que aprovecharon mucho mejor sus ocasiones.

Repet¨ªa Torres el once que gole¨® al Genk en el Metropolitano en octavos, pero el escenario se torn¨® muy diferente. El Atl¨¦tico comenz¨® bien, con varias conducciones de Adri¨¢n Ni?o que hicieron da?o a la defensa rossonera y que encontraron las subidas de ?scar Gonz¨¢lez por la izquierda, al que le falt¨® culminar primero su disparo y despu¨¦s los m¨²ltiples centros. Pero, la primera vez que el Milan pis¨® ¨¢rea fue mortal. La contundencia. Bakoune encontr¨® una autopista por la derecha, vio la llegada de Stalmach muy solo en el punto de penalti. Su remate defectuoso sorprendi¨® a un Iturbe que pudo hacer m¨¢s para sacarla. El guardameta colchonero, de gran futuro, vivi¨® una tarde de pesadilla.

Ese gol fue un jarro de agua fr¨ªa que desnort¨® durante varios minutos a los rojiblancos. En las eliminatorias a un partido vives al filo de la navaja. Pero apareci¨® la calma de Kostis y la personalidad de Salim El Jebari, que se ech¨® al equipo a la espalda desde la mediapunta, para apretar antes del descanso. El propio Salim exigi¨® a Lapo Nava con una gran maniobra individual y un buen disparo. Y despu¨¦s generar¨ªa una ocasi¨®n para Ni?o, que no pudo mantener su racha de gol en todos los partidos y acab¨® lesionado. David Mu?oz volv¨ªa a probar suerte antes del descanso con un buen disparo lejano rozando la madera. Llegaba el entretiempo con la sensaci¨®n de que se ol¨ªa el empate.

Un empuje que se enfri¨® por completo en el inicio del segundo periodo. El Milan sali¨® revitalizado, saltando con facilidad la presi¨®n colchonera y taponando todas las intentonas de los de Torres. A Gismera, motor en el medio, le pesaba el sobreesfuerzo de haber jugado en Melilla apenas 48 horas antes con el Atleti B y el medio comenzaba a perder presencia y juego. Torres intent¨® cambiar el guion con la entrada de Julio D¨ªaz y Mbomio y por lo menos logr¨® agitar la coctelera... en un ida y vuelta que acab¨® saliendo cruz. Cuenca perdon¨® el segundo lanzando por arriba, Ni?o tuvo el empate con un remate que lami¨® la escuadra, David Mu?oz volvi¨® a pegar de lejos... pero una p¨¦rdida del propio centrocampista acab¨® con una contra donde ni Mbomio cerr¨® bien ni la fortuna volvi¨® a acompa?ar a Iturbe. El Hilali remat¨® al palo, el rebote toc¨® en su espalda y se col¨® en la red para desesperaci¨®n del portero y la plantilla colchonera.

El Atl¨¦tico se sent¨ªa fuera y su fortaleza defensiva (cinco goles en contra en los siete partidos previos) se desmoronaba con muy poco de la delantera italiana. Y a una plantilla tan joven le result¨® dif¨ªcil gestionar las emociones. El empuje se convirti¨® en faltas que ¨²nicamente beneficiaban al Milan. Alguna de ellas por verse totalmente impotentes para llegar al ¨¢rea de Lapo Nava. Los de Abate no quer¨ªan que se jugase m¨¢s y los rojiblancos pusieron de su parte para que as¨ª fuese. Ni?o se marchaba lesionado entre l¨¢grimas. Su Youth League es hist¨®rica, marcando por primera vez en los siete primeros partidos del torneo, pero en Mil¨¢n no encontr¨® la punter¨ªa.

Y de nuevo la ciudad italiana fue cruel con el club colchonero. Se llega al final de un sue?o. El Atl¨¦tico aspiraba a su segunda final four consecutiva como candidato al t¨ªtulo, a?adiendo a las se?as de identidad de su plantilla el gol de Ni?o y Abde. Manten¨ªa piezas capitales en la gesta de la temporada pasada como Gismera, Iturbe, Kostis, El Jebari y contaba con la evoluci¨®n de Bo?ar. Pero toca volver a esperar. La Academia sigue muy viva, en la pelea por el t¨ªtulo juvenil y con el Atleti B todav¨ªa en la pomada por el ascenso. Mil¨¢n supone un golpe enorme. Toca reponerse lo antes posible. En el Atl¨¦tico no hay otra opci¨®n que caer y levantarse.