Los ultras extranjeros agitan el avispero de la violencia en el f¨²tbol espa?ol

A finales de agosto, en M¨®naco, el azar quiso que el Atl¨¦tico de Madrid se enfrentase con el Celtic, el Feyenoord y la Lazio en la Liga de Campeones. A mil kil¨®metros de all¨ª, la Polic¨ªa espa?ola tomaba nota: no les preocupaba el juego de los colchoneros, sino los aficionados ultras de sus rivales que agitan el avispero de la violencia en el f¨²tbol.

Con el panorama nacional bajo control, la alerta suele activarse cuando estos radicales de equipos extranjeros se desplazan a cualquier punto de Espa?a. Aunque la cooperaci¨®n internacional y el control en la venta de entradas logran reducir la violencia al m¨ªnimo, siguen d¨¢ndose casos de forma peri¨®dica.

¡°Cuando vienen muchos sin entrada es un acicate m¨¢s para reforzar la seguridad, porque se pueden producir altercados. Son dispositivos complicados, pero incidentes se producen muy pocos¡±, explica en una entrevista con EFE un inspector de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n (CGI) con experiencia en estos grupos radicales.

Los ¨²ltimos, los provocados por una de las facciones radicales del Benfica portugu¨¦s en el partido contra la Real Sociedad a principios de noviembre, con lanzamiento de bengalas en el interior del estadio incluido, o los seis ultras neerlandeses del Feyenoord detenidos por participar en una reyerta en la zona VIP del estadio Metropolitano.

Todav¨ªa se complica m¨¢s cuando entra en juego la diplomacia ultra, los hermanamientos y enemistades internacionales entre grupos. Es el caso, por ejemplo, del Atl¨¦tico-Lazio del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, ¡°marcado en rojo¡± por los agentes de Informaci¨®n ya que se prev¨¦ ¡°caliente¡± en las calles.

?El motivo? El Frente Atl¨¦tico mantiene buena relaci¨®n con la Curva Sud, los seguidores radicales de la A.S. Roma, y los Ultra Sur, del Real Madrid, est¨¢n aliados con los Ultras Lazio, hist¨®ricamente conocidos como ¡®Irriducibili¡¯.

¡°Va a ser el partido m¨¢s dif¨ªcil (del grupo del Atleti) con diferencia, porque puede que se presenten ultras de la Roma y los de la Lazio van a venir con intenci¨®n de armar foll¨®n. Se van a intentar buscar como sea por Madrid¡±, incide el inspector.

Los radicales, se?ala, forman parte de un ¡°mundo oscuro¡± en el que las ideolog¨ªas marcan el rumbo, pero donde impera la rivalidad deportiva y el odio. Es por eso que los miembros del Frente Atl¨¦tico y los Ultras Lazio, pese a ser ambos de ultraderecha, est¨¢n enfrentados entre s¨ª.

Desde la CGI dan por sentado que la Comisi¨®n Antiviolencia declarar¨¢ el partido de alto riesgo y se desplegar¨¢ un amplio dispositivo policial para controlar a los cerca de 3.000 aficionados de la Lazio que tendr¨¢n entrada para el partido -m¨¢s los que se desplacen sin ella- y a los radicales de la Curva Sud o Ultra Sur que puedan sumarse a la fiesta.

Ligero repunte de los altercados

Los ultras espa?oles, una masa de cerca de 10.000 personas, ¡°ahora mismo no est¨¢n creando una alarma social¡± en territorio nacional pese a que la cifra de incidentes violentos se ha asentado en los ¨²ltimos a?os, asegura el polic¨ªa.

Las ¨²ltimas dos temporadas se saldaron con 80 y 87 altercados respectivamente, mientras que en lo que va de la presente se han registrado una veintena, lo que supone ¡°un peque?o repunte, pero no lo podemos comparar con lo que pasa en el resto de Europa, donde cada dos por tres hay apu?alados y asesinados. Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s seguros del continente, y en el f¨²tbol tambi¨¦n¡±, subraya.

Eso se debe, asegura, a que la Polic¨ªa, los jueces y LaLiga est¨¢n en el mismo barco: el de la tolerancia cero. ¡°Es una estad¨ªstica oculta, pero casi todos los fines de semana evitamos altercados¡±, apunta.

Lejos queda el auge de los grupos radicales tras el Mundial de 1982 o las muertes de Guillermo Alfonso L¨¢zaro, un ni?o de 13 a?os al que el impacto de una bengala le quit¨® la vida en Sarri¨¢ en 1992, y de Aitor Zabaleta, un joven seguidor de la Real Sociedad apu?alado hace 25 a?os en los aleda?os del Vicente Calder¨®n. ¡±El propio movimiento ultra ha ido disminuyendo, pero no estamos salvados de que cualquier d¨ªa, en cualquier ri?a, tengamos una desgracia¡±, alerta el polic¨ªa.

Se refiere a casos como el de Jimmy, el ultra del Deportivo de La Coru?a fallecido en 2014 en una reyerta contra el Frente Atl¨¦tico, o la pelea entre ultras del Numancia y el Cornell¨¢ del pasado 27 de mayo, en la que uno de los implicados estuvo varios meses en coma. Son hechos aislados, pero que obligan a tener vigilados de cerca a los radicales.

Las ¡®dracas¡¯, un divertimento

Una zona boscosa en los alrededores de Madrid, doce contra doce, sin m¨¢s armas que los nudillos y poco m¨¢s de un minuto de acci¨®n. As¨ª se enfrentaron el Frente Atl¨¦tico y dos de las facciones radicales del Feyenoord, los Rotterdam Jongeren Kern y los Firm FIIIR, antes del partido que disputaron sus equipos a principios de octubre.

La Polic¨ªa tuvo conocimiento de esta 'draca', pero poco m¨¢s pudo hacer: sin denuncia, no hay investigaci¨®n posible. No obstante, este fen¨®meno, que proviene de pa¨ªses en los que la escena ultra es m¨¢s pujante, como Polonia o Rusia, no preocupa sobremanera a los agentes.

¡°Es un divertimento para ellos, no son grupos que queden a pegarse porque se odian. En Espa?a son pocas y no es una cosa que nos preocupe en demas¨ªa, pero el d¨ªa que haya alg¨²n lesionado grave y denuncie, habr¨¢ que tomar las medidas oportunas para erradicarlas¡±, zanja el inspector. EFE