La sombra de ¡®Los Invencibles¡¯

Fueron 90 puntos y cero derrotas. Los n¨²meros de una gesta para la historia del f¨²tbol ingl¨¦s. Mundial. Y resumen de una temporada que engendr¨® millones de gunners por todo el mundo. En la 2003-04, el Arsenal se proclam¨® campe¨®n de la Premier sin perder ni un solo partido. Y esto que leen, no es poca cosa. Hasta entonces, s¨®lo un equipo hab¨ªa sido capaz de protagonizar algo as¨ª... y hab¨ªa sucedido en otro siglo: el Preston North End, en la 1888-89. Nunca se ha vuelto a repetir. Entienden ahora, claro, que el sentimiento en el norte de Londres es de admiraci¨®n absoluta por esa generaci¨®n. Por esos futbolistas. Por lo que hizo Wenger. Por Los Invencibles.

¡°?ramos el ¡¯boring, boring Arsenal¡±, reconoce un aficionado a los pies del Emirates. ¡°?El t¨ªpico equipo que luchaba como el que m¨¢s, pero no le daba!¡±, a?ade. Para culminar, subiendo a¨²n m¨¢s el tono: ¡°Y de repente... ??Ganamos una Liga sin perder un solo partido!!¡±. La efusividad florece sola, como la piel de gallina al recordar aquella temporada. ¡°?Qu¨¦ pas¨®?¡±, preguntamos. ¡°Ars¨¨ne Wenger, amigo m¨ªo¡±, zanjan. Esta conversaci¨®n se produjo a escasos metros de la estatua del entrenador y apenas dur¨® unos segundos, pero lo resume casi todo.

Su eterna cicatriz

La cicatriz de Wenger es inevitable: nunca gan¨® un t¨ªtulo europeo con el Arsenal. Y eso que lleg¨® a dos finales, perdiendo ante Galatasaray (UEFA del 2000, donde cayeron en la tanda de penaltis) y Barcelona (Champions del 2006, 2-1 y jugando con diez desde el 18¡ä, por la expulsi¨®n de Lehmann). Estuvo 22 a?os en el banquillo del Arsenal, desde 1996 hasta 2018. Lleg¨® justo cuando se cumpl¨ªan 110 a?os de historia en el club, aterrizando en una entidad que, tras todo ese tiempo, hab¨ªa ganado diez Premier Leagues, seis FA Cups y dos t¨ªtulos internacionales (una Copa de Ferias y una Recopa de Europa). Pues en sus 22 a?os, el Arsenal levant¨® tres Premiers (quedando seis veces subcampe¨®n) y siete FA Cups.

Pero ya lo ven, ning¨²n t¨ªtulo europeo y seis subcampeonatos. Wenger es historia del Arsenal, porque cogi¨® las riendas de un equipo que aburr¨ªa, carente de un estilo de juego y que apenas acariciaba la gloria... y lo llev¨® a competir por lo m¨¢s alto. A ser respetado. A ser un grande. Pero, sobre todo, es historia porque lo dot¨® de un estilo. F¨²tbol intenso, bonito (muy vertical) y agresivo. El ¡¯boring, boring Arsenal muri¨®¡®. Y naci¨® el suyo. Hasta el pico de Los Invencibles. Donde cambi¨® por completo la historia de la entidad.

Bestialidad

Lehmann; Lauren, Tour¨¦, Campbell, Cole; Ljungberg, Vieira, Gilberto Silva, Pir¨¨s; Henry y Bergkamp. Y en el banquillo, Van Bronckhorst, Cesc F¨¤bregas, Wiltord o Reyes (lleg¨® en enero). Ya lo ven. Ingredientes perfectos para una mezcla de m¨²sculo defensivo y electricidad ofensiva. El Arsenal era una muralla y cuando sal¨ªa al contragolpe, algo imparable. Termin¨® aquella temporada con 90 puntos, repartidos entre 26 victorias y 12 empates. Ni una sola derrota. Fue el equipo m¨¢s goleador (73) y el menos goleado (26). Una m¨¢quina. Una bestialidad. Liderada por la varita de Henry, m¨¢ximo anotador (30). Y terminando la Liga 11 puntos por encima del Chelsea y 15 del Manchester United. Una paliza.

Idolatrar a aquella generaci¨®n es casi una obligaci¨®n en el norte de Londres (salvo si eres del Tottenham). Aquella plantilla que hizo de tu equipo, ese al que pocos respetaban y menos a¨²n quer¨ªan ver, una obra de arte. Jugar al f¨²tbol como los ¨¢ngeles y ser Invencibles. El mote cay¨® por su propio peso. Y el trono del Preston North End, por ende. Desde entonces, es un asunto de dos. Ellos y el Arsenal son los ¨²nicos clubes que saben lo que es ganar una Premier sin perder un solo partido. A orillas del Emirates habitan las estatuas de Henry y Wenger, principales art¨ªfices de la gesta. H¨¦roes de toda una generaci¨®n.

¡°Jam¨¢s volveremos a ver algo igual¡±

¡°Soy del Arsenal y creo que nunca volveremos a ver algo igual¡±, dice un aficionado al micr¨®fono de AS. ¡°Pero reconozco que no me hab¨ªa ilusionado tanto con un equipo en los ¨²ltimos a?os, como con el de ahora¡±, a?ade. La eterna espinita de Europa. Ni Los Invencibles pudieron ganar una Orejona. El Arsenal, de hecho, s¨®lo ha jugado tres veces unos cuartos de final de la Champions, desde entonces. Y semifinales, una: en la 2008-09, eliminados por el Manchester United de Cristiano Ronaldo, Rooney... y Alex Ferguson. Ahora, est¨¢n a una eliminatoria. Y esta generaci¨®n, sin ser la del 2004, engancha. Y mucho. Ilusiona. Y mucho. El Arsenal jam¨¢s olvidar¨¢ lo que sucedi¨® aquel 2004. El mundo del f¨²tbol jam¨¢s lo har¨¢. Pero la historia asoma. En Londres, creen, lo sienten. Lo quieren. Dejar de vivir a la sombra de Los Invencibles.

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