Misi¨®n imposible, otra vez

Vol¨® la Copa y vuela Europa. La F¨¢brica se despide la Youth en octavos. Y lo hace de la peor manera, aunque ninguna es buena. El gran objetivo. Ese que solo ha acabado una vez en la vitrina blanca. En 2022. Tampoco lo har¨¢ en 2025. Porque no hubo ¡®vendetta¡¯. S¨ª pesadilla. Contra el mismo monstruo de 2023. Nico Paz, Gonzalo y compa?¨ªa solo perdieron un partido. Y fue ante el AZ. Y por 4-0. Poco m¨¢s que a?adir. 720 d¨ªas despu¨¦s, el Madrid despierta del sue?o ante el mismo ogro. Otra vez. No lo hizo con la contundencia de hace dos a?os, pero el tama?o de la derrota no es un paliativo. Los goles fueron obra de Bouziane y Smits, pero la persona ¡®non grata¡¯ en el Di St¨¦fano ser¨¢ Kiyani Zeggen. Tom Cruise en esta misi¨®n imposible 2.0. Un gato de 189 cent¨ªmetros. Ni desde los once metros derribaron su muro...

Era un vida o muerte. Ante uno de los equipos m¨¢s fieros de Europa. Y sali¨® cruz. Hace dos a?os ya se pase¨® y por el camino de llev¨® a la Generaci¨®n de oro de La F¨¢brica. Y va rumbo a repetir en la presente. Aunque tuvo que aferrarse a su guardameta y la falta de punter¨ªa blanca. Porque si feroz era el contexto a combatir, feroz fue el ant¨ªdoto de Arbeloa. Jacobo Ram¨®n, Diego Aguado, Dani Y¨¢?ez, Mario Rivas, Hugo de Llanos. A todos les han visto en una lista con Ancelotti. A los tres primeros debutando. Fortea aun no, pero m¨¢s de uno se pregunta por qu¨¦. Desde el silbatazo, el lateral fue un terremoto. Como el Madrid en general. Aunque no fuera suficiente. Solo falt¨® el gol, pero eso en el f¨²tbol lo es todo.

Y repente, el AZ

De los de Arbeloa fueron las mejores ocasiones. Cestero, con un zapatazo desde la frontal, despert¨® a una grada congelada por el chaparr¨®n que cay¨® sobre el Di St¨¦fano en la v¨ªspera. Despu¨¦s fue Jacobo el que pareci¨® intercambiar apellido con su tocayo el delantero (Ortega). Su zurdazo a bocajarro se march¨® a cent¨ªmetros del palo holand¨¦s. Casi sin tiempo para respirar, Fortea lanz¨® un ca?o y Y¨¢?ez prob¨® los guantes de Zeggen. Y vaya si estaban acolchados, pero ese r¨ªo lo cruzaremos en breve. Porque, de repente y de la nada, quien marc¨® fue el AZ.

En un barullo estuvo el bot¨ªn. Oerip pis¨® ¨¢rea, prob¨® fortuna, ?lvaro despej¨® como pudo, y como pudo remat¨® el rechace Bouziane. Los aficionados del AZ presentes en Valdebebas ya avisaban que ah¨ª estaba el peligro. Y vaya si lo estuvo. Pero el h¨¦roe del primer tiempo no ten¨ªa colmillos en las botas, sino guantes. Del oportunismo de Bouziane al recital de Zeggen. El juvenil blanco se levant¨® de la lona y no cambi¨® el plan.

Buscar el ment¨®n a trav¨¦s de llegadas por banda. Fue Fortea, quien sino, el que dibuj¨® lo que se presum¨ªa como el empate. Caracole¨® y con un par de bicicletas dej¨® en el suelo a Esajas, que toc¨® con la mano. Penalti, pero la pena m¨¢xima fue para De Llanos, que se top¨® con Zeggen. El gato del AZ adivin¨® el lanzamiento y el rechace empujado por un batall¨®n de piernas se march¨® a c¨®rner. Y tras el saque de esquina, otro milagro. Doble, adem¨¢s. Paradas de balonmano a Jacobo Ortega y Valdepe?as... y a vestuarios.

4,6 a 0,6

Van Zijtveld, con el contexto so?ado, pidi¨® dar un paso atr¨¢s. Para tratar de dar muchos adelante de golpe. Buscando las cosquillas al contragolpe. Y Arbeloa, inmutable. Porque en la primera parte hab¨ªa estado todo bien, menos el olfato. No tard¨® en acariciar la red Hugo de Llanos de nuevo. Pein¨® Mario Rivas y el ¡®8¡ä, sin marca, no atin¨®. Poco antes de que Roberto Mart¨ªn, irreverente tras el refrigerio, golpease demasiado centrado tras una jugada de tiral¨ªneas. Cestero, De Llanos, Mario Rivas, Rivera... Todos se estrellaban con el maleficio. En ocasiones Zeggen, en ocasiones una porter¨ªa embrujada. Ni Valdepe?as, solo en el ¨¢rea y sin oposici¨®n, encontr¨® la red. Y el AZ, que se enfrentar¨¢ en cuartos con el City (gan¨® al Hoffenheim), mat¨® a la contra. Smits de remate acrob¨¢tico. Ni yendo a la fuente 1.000 veces hubiera roto el Madrid el c¨¢ntaro. 33 disparos a 5, 4,6 goals expected a 0,6. No necesitaron m¨¢s los holandeses. Porque un gigante, por dormido que est¨¦, no deja de ser gigante. Y no hay ogro mayor en la Youth que el AZ. Que pregunten en el Di St¨¦fano...

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