La ¡®Locomotora¡¯ de Leipzig que ¡®pasa¡¯ de los Toros Rojos
El Lokomotive, primer campe¨®n nacional de Alemania y un grande en los a?os de la RDA, sobrevive hoy en cuarta divisi¨®n en oposici¨®n al rival del Madrid en Champions.
Hay otro f¨²tbol en Leipzig que una vez fue grande y hoy pasa de tapadillo, engullido por las fauces del balompi¨¦ moderno. El RB Leipzig, creado en 2009, se lleva los focos, pero a algo menos de seis kil¨®metros de la c¨¦ntrica Plaza del Mercado de Leipzig, en el barrio perif¨¦rico de Probstheida, se encuentra el estadio Bruno-Plache, con capacidad para menos de 11.000 aficionados y que acoge los partidos del 1. FC Lokomotive Leipzig, un hist¨®rico de la RDA (Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, la secci¨®n comunista del pa¨ªs tras la Segunda Guerra Mundial) que hoy transita por la Regionalliga Nordost, la cuarta divisi¨®n germana.
El primer campe¨®n de Alemania
Matthias L?ffler, miembro del Consejo de Supervisi¨®n del club y autor de ¡®El libro del f¨²tbol alem¨¢n del a?o 2019¡¯, donde disecciona la historia del equipo de sus amores, relata para AS los comienzos del que ser¨ªa, en 1903, el primer campe¨®n nacional de Alemania en el torneo que antecedi¨® a la actual Bundesliga, adem¨¢s de haber estado envuelto en el nacimiento de la Federaci¨®n Alemana de F¨²tbol (DFB, por sus siglas en alem¨¢n): ¡°Johannes Kirmse fue uno de los chicos de 17 a?os que estuvo en el restaurante Zum Mariengarten de Leipzig donde se cre¨® la DFB el 28 de enero de 1900; ya hab¨ªa creado en 1893 el Sportbr¨¹der Leipzig, considerado el origen del actual Lokomotive. Tambi¨¦n estuvo en esa reuni¨®n Theodor Sch?ffler, que hab¨ªa creado en 1896 el VfB Leipzig. Ambos clubes se unieron en 1898 para ser uno solo, el VfB Sportbr¨¹der, que en 1900 pas¨® a llamarse VfB Leipzig¡±.
La historia del club, con sus distintas denominaciones, ha estado llena de dificultades. La primera, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando los clubes fueron disueltos por los aliados, ¡°aunque en la pr¨¢ctica s¨®lo se llev¨® a cabo en la zona ocupada por los sovi¨¦ticos¡±, recuerda L?ffler. En 1946 los miembros del disuelto VfB Leipzig crearon el SG Probstheida, que luego fue fusion¨¢ndose con otros clubes para acabar integrado en la Oberliga de la RDA. Y en 1966 las locomotoras de la RDA se convirtieron en el principal 'sponsor', as¨ª que el equipo pas¨® a llamarse Lokomotive Leipzig. Un mural de una locomotora adorna hoy la entrada principal del Bruno-Plache y una maqueta de otra se encuentra en la zona anexa al mismo, donde se re¨²nen los aficionados antes y despu¨¦s de cada partido. Respira humildad por cada costado: la tienda del club es un puesto remolcable no m¨¢s grande que el de una feria. El estadio fue inaugurado en 1922 y en su esplendor albergaba a 40.000 hinchas. Hoy luce una grada nueva y el resto, la mayor¨ªa del aforo, se compone de gradas poco accesibles al hincha que quiere sentarse e invadidas por la vegetaci¨®n.
El Lokomotive anduvo cerca, pero nunca pudo ganar el t¨ªtulo de la RDA, aunque s¨ª varias copas, y su pas¨® por Europa fue notable: en la 1966-67 venci¨® al Benfica de Eusebio en la Copa de Ferias; en la Copa de la UEFA 1973-74 lleg¨® a semifinales, donde perdi¨® ante el Tottenham; en la Recopa de 1982 venci¨® al Barcelona en el Camp Nou por 1-2, aunque hab¨ªa perdido la ida por 0-3; y en la de 1986-87 alcanz¨® la final, perdida ante el Ajax dirigido por Cruyff y con Rijkaard, Van Basten y Bergkamp en sus filas. La reunificaci¨®n alemana hundi¨® el rendimiento del club, que recuper¨® el nombre VfB Leipzig, y empez¨® a perder categor¨ªas hasta que, en 2004, cay¨® en la quiebra y fue disuelto. Pero ese mismo a?o un grupo de fans lo relanz¨®, y hasta hoy.
"Para m¨ª el f¨²tbol es otra cosa que para un fan del RB..."
Como era f¨¢cil de suponer, la coexistencia con el RB Leipzig es complicada, si bien la enorme diferencia de categor¨ªas evita el choque frontal. El Lokomotive es hoy la sombra de glorias pasadas, pero sus aficionados prefieren la historia al ¨¦xito actual a lomos de una marca extranjera como Red Bull. ¡°Es un s¨ªmbolo del f¨²tbol moderno que nunca me ha interesado. Compa?¨ªas comprando clubes, naciones tratando de lavarse la cara con el deporte, como el Newcastle, el PSG o el City¡ Ya no hay conexi¨®n entre los fans y el producto, como dir¨ªan ellos. El RB Leipzig es s¨®lo otro ejemplo. Realmente no me molesta, s¨®lo que cuando me refiero a f¨²tbol pienso en algo totalmente diferente a la que piensa el fan promedio del RB Leipzig. Hay gradas de animaci¨®n que siguen protestando en la Bundesliga cada vez que juegan contra ellos¡±, explica L?ffler.
Entre los muchos nacidos en la ciudad hay uno que hoy, cosas de la vida, ha cambiado de bando: Marco Rose, entrenador del RB Leipzig. All¨ª jug¨®, en la cantera y tambi¨¦n en sus primeros a?os como profesional, y en el Lokomotive vivi¨® su primera experiencia en los banquillos como primer entrenador. Pese a que hoy defiende unos colores que entre su antigua afici¨®n causan rechazo, L?ffler no le guarda rencor: ¡°Rose es un ni?o del ¡®Lok¡¯. Tiene que ganar dinero en el f¨²tbol moderno, no le reservo ning¨²n sentimiento negativo¡±.
En cuarta divisi¨®n, no hay margen para grandes inversiones y los imprevistos hacen estragos: AS pretende acudir al duelo de liga entre el Lokomotive y el Jena, pero las lluvias del d¨ªa previo obligan a su cancelaci¨®n por el mal estado del c¨¦sped. En el horizonte, la visita del Madrid al RB Leipzig enciende la ciudad, pero a L?ffler no le interesa: ¡°Mi equipo es el ¡®Lok¡¯ y nuestro rival es el BSG Chemie. Pero no me importar¨ªa si el Madrid vence¡¡±.
El f¨²tbol conserva muy vivo el Tel¨®n de Acero
El escenario del f¨²tbol alem¨¢n tras la reunificaci¨®n de 1990 deja un panorama sombr¨ªo si se es aficionado de un equipo de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA): s¨®lo dos de los 18 clubes que integran la actual Bundesliga son de la zona comunista, y con salvedades. ¡°Yo s¨®lo contar¨ªa al Union Berlin como un club de la RDA, el RB es un club propiedad de una empresa austr¨ªaca que s¨®lo resulta que juega en Leipzig¡±, comenta L?ffler.
?Qu¨¦ ha sido de los grandes de la Oberliga tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn? La mayor¨ªa siguen existiendo, muestra inequ¨ªvoca de su arraigo local y su poder de atracci¨®n, pero ninguno se mueve cercano al m¨¢ximo nivel. El Dinamo de Berl¨ªn, que gan¨® sus diez t¨ªtulos de forma consecutiva, es hoy compa?ero del Lokomotive en el grupo Nordost de cuarta divisi¨®n, tambi¨¦n junto al BSG Chemie (dos t¨ªtulos), el antiguo Turbine Erfurt (dos) o el Jena (tres). Al Dinamo de Dresde, acreedor de ocho t¨ªtulos y otros ocho subcampeonatos, le va algo mejor: juega en tercera, en la 3. Bundesliga, como el Chemnitzer, antiguo Karl Marx-Stadt, campe¨®n en 1967. Y son el Magdeburgo (tres t¨ªtulos) y el Hansa Rostock (uno) los que mejor aguantan el tipo: ambos militan en segunda, a s¨®lo un paso de la Bundesliga, aunque sin opciones reales de ascender este curso.
Es evidente que el talento futbol¨ªstico floreci¨® con m¨¢s soltura en la Rep¨²blica Federal Alemana (RFA), donde el Bayern lider¨® las estampidas germanas en Europa. Pero tanta diferencia no deja de ser sorprendente. L?ffler no lo atribuye a una ¨²nica cosa, sino a muchas: ¡°Hay varias razones, todo se dio la vuelta tras la ca¨ªda del muro en 1989. El sistema colaps¨®. La gente no se fiaba de los alemanes del oeste y hubo cierta inocencia. En el f¨²tbol fue una mezcla de errores propios, falta de conocimientos y dejarse aconsejar mal¡±. El problema, en cualquier caso, es ante todo econ¨®mico, pues el dinero ha permitido prosperar desde cero al RB Leipzig: ¡°Todas las compa?¨ªas que hab¨ªan dejado Alemania del Este tras la guerra o que hab¨ªan sido disueltas no regresaron. No hab¨ªa estructura econ¨®mica, y sigue sin haberla hoy¡±.