Ilustres ignorados
Endrick lleva sin jugar desde el 2 de octubre: a cero en los ¨²ltimos cinco partidos. G¨¹ler, un minuto en los ¨²ltimos cuatro. Dos revulsivos transparentes.
Desde el 2 de octubre no pisa el c¨¦sped Endrick. Cinco partidos con el contador a cero. De inicio en Lille para apagarse su luz a posteriori. G¨¹ler no es tan sangrante, pero casi. Un minuto, anecd¨®tico cuando la remontada al Dortmund ya estaba orquestada y sellada, en cuatro noches. Su ¨²ltima titularidad, el 21 de septiembre. Con apariciones espor¨¢dicas con el viento a favor, in¨¦ditos cuando sopla en contra. Su car¨¢cter reactivo no les est¨¢ abriendo las puertas. Y menos las importantes. La realidad, de hecho, es que la crisis incipiente se las est¨¢ cerrando. En el patinazo del Cl¨¢sico, Carletto no agot¨® los cambios (tres). S¨ª lo hizo contra el Milan. Ni en un contexto ni en otro mir¨® hacia el brasile?o y el turco. Dos talentos invisibles.
Cuando la temporada amanec¨ªa el paisaje era diferente. G¨¹ler fue titular en tres de las seis primeras jornadas ligueras y s¨®lo se perdi¨® dos de los primeros 12 partidos. El rol, tras ser la supernova del ep¨ªlogo del curso anterior (seis goles en 440¡ä, uno cada 73¡ä), era creciente. Endrick contaba sus estrenos por gol. En Liga (Valladolid) y Champions (Stuttgart). R¨¦cords de precocidad que siempre le han acompa?ado. Pero las luces se han apagado. Importancia en receso. Frente a los rossoneri, Camavinga y Brahim fueron el primer plan B, Ceballos el C y el D, el arre¨®n final, fue con un reci¨¦n recuperado Rodrygo y Fran Garc¨ªa. Mientras, el de Altindag y el de Taguatinga ve¨ªan c¨®mo desfilaba otra oportunidad. Una m¨¢s. ?dem contra el Bar?a o el Dortmund (Arda entr¨® en el 89¡ä). Tres partidos donde se necesitaba reacci¨®n, verticalidad, gol. Ingredientes en la mochila de ambos. No aparecieron en el campo.
¡°Competencia¡± y paciencia
G¨¹ler ha disputado apenas 35 minutos en los ¨²ltimos siete partidos. Por momentos camin¨® en la disyuntiva posicional. ¡°Puede ser interior¡±, concedi¨® Ancelotti, pero no le ve preparado a¨²n para ese. Han sido apariciones coyunturales, porque estructuralmente, G¨¹ler sigue siendo un atacante m¨¢s. Y ello mina su rol. ¡°Tiene competencia y no es sencillo buscar espacio en el once de este Real Madrid¡±, justific¨® Carletto.
El de Reggiolo no s¨®lo no le encuentra sitio de inicio (Mbapp¨¦, Vinicius, Rodrygo y Brahim, am¨¦n de un Bellingham a caballo entre la sala de m¨¢quinas y la vanguardia, est¨¢n por delante) tampoco, ¨²ltimamente, como revulsivo. Se ha vuelto transparente. El oasis es Turqu¨ªa, donde suma en dos parones y cuatro partidos m¨¢s minutos (352¡ä) y participaci¨®n goleadora (un gol y una asistencia) que en el Madrid (291¡ä y a cero). All¨ª, a pesar de sus 19 a?os, es una v¨¦rtebra fundamental.
La radiograf¨ªa de Endrick es a¨²n m¨¢s peliaguda. S¨®lo el contador de minutos de Vallejo es menor (10¡ä). Son 107¡ä para el brasile?o. Bien exprimidos, con los citados goles ante Valladolid y Stuttgart, pero en regresi¨®n. Tanto que le ha costado el puesto en la verdeamarelha. La pujanza de Igor Jes¨²s y su falta de minutos recientes en el Madrid le han apartado de la lista. Eso s¨ª, Dorival le quita hierro al asunto y lo considera algo puntual. Como Ancelotti cuando sale a la superficie el debate. Ambos defienden el talento del futbolista de 18 a?os y enarbolan la bandera de la paciencia.
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