El Sevilla recupera el orgullo

M¨¢s all¨¢ de un punto que parece insuficiente para llegar al sue?o, todav¨ªa agonizante pero vivo, de llegar a octavos de la Champions League, el Sevilla que vuelve de Alemania recibi¨® un chute de orgullo, dignidad y sobre todo de lo que su entrenador, el Cham¨¢n Jorge Sampaoli, reclamaba en la previa: esperanza. En el Westfalenstadion, uno de los escenarios m¨¢s impresionantes de Europa, el equipo nervionense recuper¨® la imagen de equipo s¨®lido y competitivo que en los ¨²ltimos lustros le ha permitido hacerse un nombre importante, temido, en las competiciones continentales. Hay efecto Sampaoli: se demostr¨® a ratos contra el Athletic y durante la mayor tiempo contra el Borussia Dortmund, incapaz el potente equipo germano de meterle mano y siquiera dominar a un Sevilla muy serio, mucho m¨¢s que en los ¨²ltimos tiempos con Julen Lopetegui.

¡°Necesitamos encontrar lo que somos¡±, hab¨ªa revelado gr¨¢ficamente Sampaoli en la previa. De momento, el Sevilla que salt¨® al c¨¦sped del Westfalenstadion, incluidos tres centrales, fue capaz durante muchos minutos de construir una identidad y, algo que m¨¢s importante que hab¨ªa olvidado durante los ¨²ltimos tiempos lopeteguianos: competitividad. Lamela y Navas profundizaban en busca de un rematador pero no encontraban a En-Nesyri, el 9 elegido esta vez por Sampaoli. Rakitic goz¨® de la primera oportunidad digna de rese?ar, pero su remate en el punto de penalti sali¨® demasiado alto. El propio futbolista croata, que con la pelota en juego anda a a?os luz de su mejor versi¨®n pero las sigue poniendo perfectas, bot¨® poco despu¨¦s una falta que Nianzou cabece¨® como un tit¨¢n, a la red. (0-1, 18¡ä). Fichado este verano, el defensa franc¨¦s dej¨® a las ¨®rdenes de Lopetegui muchas dudas, pero de Alemania se lleva una certeza: tiene mucho poder¨ªo por arriba.

Hab¨ªa creado el Dortmund muy poco peligro en la primera mitad, maniatado entre l¨ªneas por la defensa de cinco con la que sorprend¨ªa en el inicio Sampaoli. El Sevilla s¨®lo recib¨ªa, de hecho, fuego propio: una mala salida de Marcao que Adeyemi, solo dentro del ¨¢rea, resolvi¨® mal, y un despeje de Nianzou que Bono se vio obligado a despejar con sofoco. Pero los alemanes disponen de un futbolista diferencial que, sin hacer olvidar a Erling Haaland todav¨ªa, anda ocupando su papel decisivo y goleador a pesar de jugar en el centro del campo. Se llama Jude Bellingham y, m¨¢s pronto que tarde, alg¨²n grande de Europa (Real Madrid, Bayern, United, Liverpool...) cerrar¨¢ un banco y le incorporar¨¢ a su plantilla. Bellingham inici¨® una contra en el centro del campo y luego apareci¨® por el balc¨®n del ¨¢rea peque?a para rematar con destreza de 9. Y el bal¨®n entr¨® tras rebotar en Nianzou (1-1, 35¡ä).

Pidi¨® la hora en el final de la primera mitad el Sevilla y resisti¨® los envites m¨¢s o menos organizados del Borussia tras la reanudaci¨®n cuando Sampaoli decid¨ªa tocar alguna tecla con la inclusi¨®n de Januzaj e Isco, suplente por sorpresa. La entrada del fantasista malague?o le sent¨® de vicio a su equipo, capaz de volver a colonizar el ¨¢rea borusser. Falt¨® lo que tambi¨¦n le est¨¢ faltando y mucho al equipo de Nervi¨®n: acierto en el remate. Januzaj mand¨® al limbo un remate f¨¢cil y cercano y luego Lamela no fue capaz de esquivar al guardameta Kobel en un tiro a bocajarro, tras otro c¨®rner bien interpretado por tit¨¢n Nianzou.

Sin fuelle casi ambos equipos tras una intens¨ªsima batalla, el cuarto de hora final transcurri¨® entre un quiero poco y puedo menos en el que Isco ni Bellngham encontraban los socios adecuados. Marcao ganaba tiempo al reloj con dos amagos de lesi¨®n. Habr¨¢ que ver de todas el estado del brasile?o, que ha completado (a gran nivel) casi dos partidos completos despu¨¦s de muchos meses sin jugar. Sampaoli, que lleva dos amarillas en dos partidos, dejaba de desganitarse en la banda para poner un gesto pensativo pero satisfecho, cuando el serbio Jovanovic pit¨® el final. Y los 1.000 sevillistas que viajaron a Alemania celebraban entre la locura (hubo que lamentar alg¨²n altercado con los stewards) con orgullo. Por una vez, y esperan que a partir de ahora casi siempre, su equipo ha recuperado la dignidad.