El secreto de la tortuga
Mbapp¨¦ lleva tres d¨ªas incubando en silencio un germen de redenci¨®n. El partido m¨¢s importante del a?o, llega en su momento m¨¢s delicado: dos goles en un mes y una roja. Fich¨® para hoy

Y de repente, Mbapp¨¦. Como un Big Bang, como esos destellos que producen los astros m¨¢s colosales. Desatando la locura en el Manicomio. Un recital, un h¨¦roe. Algo memorable. Vino para una noche as¨ª; vino para algo como lo de hoy. Y lo sabe. Aquel 16 de julio cumpli¨® su sue?o y provoc¨® esas miradas de ensue?o en su afici¨®n. De ni?os a abuelos, de padres a madres. ¡°Voy a dar la vida¡±, prometi¨® emocionado. Emocionando. Hoy se cumplen nueve meses de su presentaci¨®n. Exactamente nueve. Y tiene al Madrid ¨Ca su Madrid¨C, contra las cuerdas. Y por decirlo suavemente. Magullado y en la UCI. Condenado a decir sus ¨²ltimas palabras. Es ahora o nunca. Tiene que ser esta noche. Y se relame.
Mbapp¨¦ no est¨¢ bien. No le salen las cosas y, por si no fuera suficiente, Mendizorroza. El pasado domingo; esa entrada, esa roja. Su primera como futbolista del Real Madrid. Un instante que, en el fondo, resume a la perfecci¨®n su estado de ¨¢nimo: impotencia. Como en tantas de las situaciones de la vida, un estado de ¨¢nimo acumulado durante el tiempo puede llevar a tomar una mala decisi¨®n en un segundo. Es como una explosi¨®n. Sucede en un segundo, el mismo tiempo que luego necesitas para arrepentirte. Pero sucede. Kylian conoci¨® ayer su sanci¨®n: un partido. Lo m¨ªnimo. Punto final a dos d¨ªas muy delicados en lo an¨ªmico.
El pistolero de las 33 balas
¡°Est¨¢ dolido, decepcionado; contra el Arsenal necesitamos sus goles m¨¢s que nunca¡±, dijo Ancelotti en rueda de prensa. Sin medias tintas. La situaci¨®n es exactamente esa. Mbapp¨¦ se arrepiente, le duele transmitir esa imagen y se siente culpable de haber puesto en peligro el partido de su equipo (como la salud de Antonio Blanco, con el cual se disculp¨® poco despu¨¦s, como mostr¨® AS). Pero el Madrid lo necesita. ¡°M¨¢s que nunca¡±, palabras de Carletto. Al futbolista de los 33 goles, m¨¢ximo anotador del equipo por delante de Vinicius (20) y Rodrygo (14). Al pistolero de pistoleros. Al renacido.
En su mayor sequ¨ªa
Mbapp¨¦ vive su momento m¨¢s delicado de la temporada, desde aquella sequ¨ªa a finales de agosto. Cuando desliz¨® la ic¨®nica frase: ¡°Puede que para muchos, estar tres partidos sin marcar no sea nada; pero para m¨ª es un mundo¡±. Sincero. Puro Kylian. Pues ahora acumula cuatro sin ver puerta. Real Sociedad, Valencia, Arsenal y Alav¨¦s, in that order. Es su peor cifra. Dicho de otro modo: Mbapp¨¦ nunca ha estado cinco partidos seguidos sin marcar con el Real Madrid. Y s¨®lo una vez lleg¨® al p¨®ker: Dortmund, Cl¨¢sico, Milan y Osasuna, entre octubre y noviembre. Esta noche se la juega.
Calma y compa?¨ªa
Como su Madrid. Mbapp¨¦ ha optado por el silenzio stampa por lo sucedido en Mendizorroza. Ni un post en Instagram, ni un mensaje en Twitter, ni unas escuetas declaraciones en zona mixta. Cab¨ªa la posibilidad de que fuese el jugador escogido para hablar en la previa, pero finalmente fue Bellingham. Mbapp¨¦ enfil¨® el t¨²nel de vestuarios en Vitoria y, desde entonces, apenas se le ha vuelto a ver. Han sido dos d¨ªas de muchas conversaciones con su entorno, con Ancelotti y hasta con figuras de la c¨²pula del club. De sanar lo sucedido. De mucho apoyo. De no sentirse solo. Y todo desemboca en hoy.
¡°M¨¢s que nunca¡±
Todo, es todo. Sus ganas de dar un golpe sobre la mesa, como ese sentimiento de deberle una a sus compa?eros. A su gente. Y una grande. Mbapp¨¦ lleva tres d¨ªas incubando en silencio un germen de redenci¨®n. Despu¨¦s de nueve meses, despu¨¦s de tanto, le toca. Esta noche. Autor de siete goles en Champions (los mismos que Vinicius), entre ellos un hat-trick al Manchester City. El hombre de la electricidad y la p¨®lvora. La tortuga que hace temblar a las liebres. Mbapp¨¦ lo mantiene en secreto, discreto. No habla, porque quiere hablar hoy. Lo necesita el Real Madrid. ¡°M¨¢s que nunca¡±, palabra de Ancelotti. No vino para jugar en el Real Madrid, sino para liderar noches como estas. Con todo. Y todo, es todo: cabeza, coraz¨®n y cojones.
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