El ¡®Euro-Brest¡¯ es imparable

No hay nadie que explique racionalmente la Champions League del Brest, el peor equipo de la competici¨®n por ranking, el club con menor presupuesto, la perita en dulce para muchos, que, en cuatro jornadas ha conseguido sumar 10 puntos, despu¨¦s de su triunfo por 1-2 en el campo del Sparta de Praga. Edmilson Fernandes y Doumbia allanaron la victoria de los bretones, que acaban la jornada en segunda posici¨®n, demostrando que no es casualidad la espectacular trayectoria que han cosechado hasta ahora en la m¨¢xima competici¨®n europea.

Al Brest le da absolutamente igual el rival que tenga enfrente. Sale a competir, sale a morder y sale envalentonado en cualquier escenario. Cualquiera dir¨ªa que este equipo, que no hace mucho bordeaba el descenso a la tercera divisi¨®n francesa, debutaba esta temporada en la Champions League, una competici¨®n que no le ha infundido respeto en ning¨²n momento.

Los de ?ric Roy realizaron un primer tiempo inmaculado, obligando a recular al Sparta de Praga y gozando de las mejores ocasiones. Ajorque, tras una ruptura al espacio, precedida por un excelente pase de Coulibaly, estuvo a un paso de marcar el 0-1, pero su remate sali¨® rozando el palo.

Despu¨¦s, Doumbia, con una volea en semifallo en el ¨¢rea peque?a que no acab¨® en gol de milagro, auguraba que el primer gol del Brest estaba al caer. Y as¨ª sucedi¨®. Fue por medio de Edmilson Fernandes, su centrocampista defensivo que, emboc¨® a la red una volea espectacular que enmudeci¨® completamente la capital checa. Una demostraci¨®n de que los bretones no hab¨ªan sumado siete de nueve en Europa por casualidad.

El resultado ni siquiera amedrent¨® al Brest, que, donde muchos otros equipos se hubieran parapetado en su ¨¢rea, decidi¨® irse a por el triunfo, hambriento de goles, tras la salida de vestuarios. En el minuto 70, el partido pod¨ªa ir perfectamente 0-3, ya que Doumbia, Camar¨¢ y Ajorque volvieron a perdonarle la vida a un Sparta de Praga que no sab¨ªa por donde intentar hacerle da?o a un rival plet¨®rico.

El Brest onde¨® la bandera bretona, la rojinegra, en Praga. Con una superioridad aplastante, los de ?ric Roy sentenciaron la contienda, con un gol de Doumbia, que, con much¨ªsima fortuna, ya que emboc¨® el bal¨®n en la red casi sin querer, elevaba a su equipo a la segunda plaza de la liguilla de la Champions. Olatunji, al final, puso el 1-2, pero ya era demasiado tarde para despertar al Brest de su sue?o, de estar entre los tres mejores equipos de la Champions, con diez puntos de doce posibles, antes de ir a Montjuic para desafiar al Bar?a de Flick.

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