El ¡®ca?onazo¡¯ que ech¨® a Florentino

Sin esperar al partido de vuelta, Florentino present¨® su dimisi¨®n. En plena eliminatoria contra el Arsenal. En el ojo de un hurac¨¢n que se hab¨ªa vuelto insoportable. Incontrolable. Seis d¨ªas antes, Henry hab¨ªa silenciado el Bernab¨¦u (0-1). Las sensaciones eran malas, horribles; invitaban a asumir el fin de la ¡®era de los Gal¨¢cticos¡¯. Parec¨ªa la cr¨®nica de una muerte anunciada. Pero a¨²n quedaba la vuelta. Y qui¨¦n sabe. Pero no, aquel gol de Henry fue la gota que colm¨® el vaso, desbordado por completo en la siguiente jornada (derrota por 2-1 en Mallorca). Fue ah¨ª, justo ah¨ª, cuando Florentino decidi¨® que se acab¨®. Punto final (aunque termin¨® siendo y aparte). Y un d¨ªa despu¨¦s, el 27 de febrero de 2006, dimiti¨® como presidente del Real Madrid.

En su discurso fue duro, dur¨ªsimo con la plantilla. Se?al¨® una mentalidad egoc¨¦ntrica y ego¨ªsta de los jugadores, a los que confes¨® haber ¡°maleducado¡±, critic¨® una falta de ambici¨®n por los t¨ªtulos y apunt¨® a una evidente falta de compa?erismo, poniendo lo que hab¨ªa sucedido un d¨ªa antes, con Sergio Ramos, como ejemplo: ¡°Lo dijo Ramos, lo que pas¨® no es normal¡±: ?Qu¨¦ fue? Cuando marc¨® ante el Mallorca, pr¨¢cticamente nadie acudi¨® a felicitarle. A celebrar con ¨¦l. ¡°Cuando he marcado, parec¨ªa que hab¨ªa conseguido el gol el Mallorca, en vez de yo; la uni¨®n hace la fuerza y este es un factor que influye mucho... todo ser¨ªa diferente si el trato entre jugadores fuese m¨¢s ¨ªntimo¡±, dijo el propio Ramos al micr¨®fono de la Cadena SER.

El discurso de Florentino

¡°Despu¨¦s de tanto decirles que eran los mejores del mundo, han terminado confundidos. Reconozco que he protagonizado mucho este proyecto que ahora termina. Y quiz¨¢s haya tenido, como es obvio, demasiadas servidumbres con jugadores para firmar una renovaci¨®n. Otros tendr¨¢n, los que vengan, las manos m¨¢s libres¡±, dijo Florentino, adem¨¢s de recalcar que su decisi¨®n era ¡°irrevocable¡±. Para continuar: ¡°El club necesitaba un cambio, un revulsivo, un impulso. Hemos cambiado a muchos entrenadores y ya s¨®lo queda que yo me vaya. Soy un tap¨®n que era necesario quitar¡±. Y terminar: ¡°No he sabido reconducirles (a los jugadores). Lo de Mallorca es una prueba. Por coherencia, no me queda m¨¢s que reconocer que algo he hecho mal. Me echo la culpa a m¨ª¡±. Un discurso hist¨®rico. Y con el que puso final a su primer mandato.

Un terremoto deportivo

El Real Madrid, en lo deportivo, iba cuesta abajo y sin frenos. Porque en lo econ¨®mico, hab¨ªa pasado de la quiebra casi m¨¢s absoluta, a que un estudio de Deloitte lo proclamara como el club m¨¢s rico del mundo (en 2006). Pero el f¨²tbol no estaba funcionando. El equipo iba de cabeza hacia su tercera temporada seguida sin ganar ninguno de los tres grandes t¨ªtulos (s¨®lo una Supercopa de Espa?a entre 2003 y 2006) y el hurac¨¢n de entrenadores daba pavor. Tras la abrupta salida de Del Bosque y el breve paso de Queiroz (333 d¨ªas), lleg¨® Camacho, pero dimiti¨® de manera fugaz. Le sucedi¨® Garc¨ªa Rem¨®n, despedido en Navidad para dejar paso a Luxemburgo y al mismo tiempo, entr¨® Sacchi como secretario deportivo (Valdano tambi¨¦n hab¨ªa salido por la puerta de atr¨¢s). El siguiente, L¨®pez Caro, del Castilla... y se march¨® Sacchi, sucedido por Benito Floro. Un descontrol. Una locura.

Y otro institucional

Florentino propuso a Fernando Mart¨ªn, promotor inmobiliario y uno de sus vicepresidentes, para ostentar el cargo hasta las pr¨®ximas elecciones (2008), una decisi¨®n que fue aprobada por la Junta. Pero no lleg¨® a cumplirse. Porque tras s¨®lo unas semanas... la propia Junta le llev¨® a dimitir, escogiendo al m¨¢s veterano de la misma como presidente provisional, G¨®mez-Montejano. Un vaiv¨¦n en la directiva, en sinton¨ªa con lo que se estaba viviendo en el banquillo, que termin¨® con Ram¨®n Calder¨®n, uno de los directivos de Florentino, ganando las elecciones por muy poco: obtuvo el 29,81% de los votos, quedando segundo Juan Palacios con el 28,93%.

0-0 en Highbury

As¨ª termin¨® la primera etapa de Florentino P¨¦rez en el Real Madrid. En un 2006 que regal¨® el primer y ¨²nico Arsenal-Real Madrid en Champions. Quedaba la vuelta. Y no hubo remontada. Aunque estuvo muy cerca: el partido termin¨® 0-0, con Ra¨²l estrellando un bal¨®n en el palo y fallando el rechace, ante una espectacular mano de Lehmann. Sobrevivi¨® el Arsenal en Highbury, pese a ser peor aquella noche. Zidane nunca m¨¢s volvi¨® a jugar en competici¨®n europea: aquel verano colg¨® las botas. Y comenz¨® una nueva etapa, con Capello en el banquillo. El Real Madrid termin¨® segundo en Liga y eliminado en semifinales de Copa (por el Zaragoza, a¨²n con Florentino en el palco). El presidente dimiti¨®, en un gesto hist¨®rico. Apuntando a la plantilla y entonando el mea culpa. En medio de una eliminatoria contra el Arsenal. Hoy, otra vez este cruce. Y Florentino, en el palco; pero es otro mundo.

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