El Bar?a hace la del Real Madrid

El Barcelona est¨¢ en los octavos de final de la Champions despu¨¦s de ganar un partido loco al Benfica en el que tuvo que remontar un 3-1 y un 4-2 para acabar ganando por 4-5 en el descuento al estilo que parec¨ªa ser de uso exclusivo del Real Madrid. Partido sin explicaci¨®n posible en el que Raphinha emergi¨® en 20 minutos finales sensacionales para conjurar el chiste de Szczesny.

Tal y como se ve¨ªa venir desde la conferencia de prensa previa de Flick el lunes, Szczesny pas¨® a ocupar la porter¨ªa en detrimento de I?aki Pe?a. El resto del equipo, el mismo de los grandes d¨ªas mientras que en el Benfica Di Mar¨ªa se quedaba de inicio en el banquillo.

La decisi¨®n de Flick de cambiar el portero fue tan incomprensible como catastr¨®fica. Al alem¨¢n le dio un ataque de entrenador y en un acci¨®n que a la vista de la hoja de servicios del portero polaco no se justificaba en absoluto. En Barbastro fue un espectador, ante el Athletic dio un par de sustos en las salidas y contra el Madrid acab¨® expulsado en otra salida. Igual Flick ve unos entrenamientos sensacionales, pero el portero polaco fue como tener el enemigo en casa. Flick se luci¨® ayer.

A los dos minutos de partido, Szczesny tuvo su primera intervenci¨®n. Concretamente intervino para recoger la pelota del fondo de la red despu¨¦s de que ?lvaro Carreras ofreciera un tr¨¢iler de lo que iba a hacer a lo largo del encuentro y centrara para que Pavlidis, un que un d¨ªa invitar¨¢ a cenar a Szczesny, marcara el primero.

El Bar?a se fue recuperando poco a poco. Con m¨¢s coraz¨®n que cabeza, ?como lo prueba el hecho de que el equipo se aferr¨® al ¨ªmpetu de Balde y no a la pausa de Pedri. De Lamine, sin m¨¢s noticias que taconazos para Youtube y una colecci¨®n de duelos perdidos ante Carreras, que en la primera parte lo anul¨® como no hab¨ªa hecho ning¨²n otro defensa hasta ahora.

Gracias a Balde precisamente el Bar?a logr¨® igualar el partido en un penalti cometido sobre el lateral blaugrana que transform¨® Lewandowski. Parec¨ªa que el boquete del inicio de partido estaba sellado y el Bar?a empez¨® a acogotar al Benfica.

Pero los portugueses encontraron en Szczesny al recluta patoso que es capaz de desmoronar cualquier estrategia. Diez minutos despu¨¦s de empatar y cuando peor lo pasaba el Benfica, el portero sali¨® (lo f¨¢cil ser¨ªa decir a por tabaco) de manera inconsciente y se llev¨® por delante a Balde que ya ten¨ªa controlada la pelota. Gol en bandeja de plata a Pavlidis. Pero a¨²n se pod¨ªa empeorar la situaci¨®n: cinco minutos despu¨¦s y con el Bar?a desquiciado Szczesny sale como un b¨²falo a por un delantero portugu¨¦s y comete un penal que revisado igual no lo era tanto pero que en directo era palmario. Pavlidis otra vez al aparato y triplete del griego -que hab¨ªa marcado un gol en los ¨²ltimos 12 partidos- que viv¨ªa un sue?o.

El Bar?a, sin orden ni concierto trat¨® de remontar antes del descanso. Y ocasiones tuvo, porque el Benfica atr¨¢s era una feria. Pero ni Lamine ni Raphina supieron marcar estando solos ante la porter¨ªa local.

La segunda parte coincidi¨® con un temporal de lluvia, rayos y truenos que no afin¨® al Barcelona, que segu¨ªa fallando las ocasiones que se le presentaban. Flick sac¨® a Ferm¨ªn y a De Jong en busca de un milagro bajo la lluvia de la mano de un Pedri que asumi¨® el mando de las operaciones.

Parec¨ªa controlada la cosa para los locales pero Trubyn, en un acto de solidaridad entre porteros, decidi¨® poner picante al partido. Sac¨® de porter¨ªa directo a la cocorota de Raphinha y se convirti¨® en el 3-2. Regalazo. Pero si tu me das uno, yo te doy otro. Y Ara¨²jo se marc¨® al minuto un gol en propia puerta que denotaba que con el polaco atr¨¢s, el Bar?a es un flan.

Y entonces lleg¨® la locura al mando de Raphinha, descomunal. Con el Barcelona perdido, Lamine forz¨® un penalti que marc¨® Lewandowski y cuando el partido oscilaba en la cuerda floja, Eric lo empat¨® de cabezazo a la salida de un c¨®rner a cuatro minutos del final y en el descuento, Raphinha firm¨® una cabalgada memorable para marcar el 4-5. Algo que mucha gente en Europa s¨®lo antes le hab¨ªa visto hacer al Real Madrid. Este Bar?a tiene un idilio con la Champions.

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