Cuando Anfield fue del Everton

Fue una cuesti¨®n de dinero. Una vez m¨¢s. Y de cerveza. Como lo leen. El actual Anfield fue el hogar del Everton hasta 1892, cuando un conflicto con el propietario del campo llev¨® a un exilio de varios kil¨®metros y a la fundaci¨®n del Liverpool FC. El club, entonces conocido como St. Domingo FC, pose¨ªa una afici¨®n que siempre hab¨ªa sido reacia al alcohol dentro de los estadios. Hoy en d¨ªa, de hecho, contin¨²a si¨¦ndolo (aunque el haber llegado a tener una marca de cerveza como patrocinador, por lo que sea, ha aminorado el asunto). Pero la gota que colm¨® el vaso fue que John Houlding, un gran empresario del sector, no s¨®lo quer¨ªa fomentar su consumo, sino que s¨®lo se pudiese comprar la suya.

La decisi¨®n, avanzada a su ¨¦poca, choc¨® de frente con la masa social. Pero era s¨®lo el principio. Porque el empresario, enfurecido por los problemas que se estaba encontrando para llevar a cabo sus planes, decisi¨®n subir el alquiler del recinto casi el triple (de 100, a 250 libras; un mundo para esos tiempos). Una forma de hacer presi¨®n. Un golpe sobre la mesa llev¨® a la afici¨®n a reunirse en asamblea el 12 de marzo de 1892 y ah¨ª, sentenciar que el club seguir¨ªa jugando, pero fuera de Anfield. Hizo las maletas. Bye bye, Houlding.

L¨ªo por el nombre

As¨ª, en 1892, el estadio del empresario qued¨® hu¨¦rfano y este, lejos de cruzarse de brazos, opt¨® por fundar su propio equipo de f¨²tbol. Damas y caballeros, el Liverpool FC hace su irrupci¨®n. El resto es historia. As¨ª naci¨® el tercero m¨¢s laureado del mundo. O no. Porque de salida fue el ¡®Everton Football Club and Athletic Grounds Company plc¡¯, un nombre tan parecido al de su antecesor, que la propia Liga oblig¨® a cambiarlo. Continuaba habiendo cierta tirantez entre las directivas y la gente no quer¨ªa renunciar al nombre de su distrito. Pero acab¨® haci¨¦ndolo.

Un h¨¦roe; un repudiado

El 3 de junio de 1892, abandonar¨ªa la denominaci¨®n de ¡®Everton¡¯. Welcome Liverpool. Y nacer¨ªa una rivalidad que a¨²n perdura. Por aquel entonces el presupuesto del Everton era mayor, pero Houlding vio un fil¨®n y abri¨® la cartera: se trajo a m¨¢s de una decena de grandes futbolistas de Escocia, con el objetivo de partir la pana en Segunda y r¨¢pidamente llegar a Primera. Funcion¨®. Y esa bola de nieve, tambi¨¦n de aficionados, fue a m¨¢s m¨¢s y m¨¢s. Hasta hoy. Anfield se fue remodelando con el tiempo y el club, agrandando su leyenda. Houlding es una insignia entre la afici¨®n red y un repudiado entre la blue. Todo, por dos elementos. Dinero y cerveza.