Aqu¨ª mandan los Williams

I?aki para Nico. Y el peque?o para el mayor. Tanto monta, monta tanto. Aqu¨ª mandan los Williams, ellos imponen su ley. La semana que se cierra ma?ana dif¨ªcilmente se olvidar¨¢ en casa de los hermanos del Athletic. Sue?os cumplidos con Ghana y Espa?a y una participaci¨®n estelar ante el Almer¨ªa. El Athletic cabalga a lomos de sus centellas. Las dos ¡®panteras¡¯ se gustan. Al Athletic de Valverde le encanta la velocidad, meter la sexta en tres cuartos de campo; y con espacios, se vuelve invencible. Tercera victoria seguida y cosecha con el mismo saldo, pero derrotista, en el caso del cuadro de Rubi. No convendr¨ªa olvidar a Sancet, que parec¨ªa ¡®Magic¡¯ Johnson, pase tras pase, a cu¨¢l m¨¢s fino, sin fallar ninguno, hasta la goleada. El arranque liguero m¨¢s brillante desde 1956. Y 16 goles, el mejor registro en las ¨²ltimas 63 Ligas.

Si Rubi pretend¨ªa meter el fuego de las piernas de los Williams en la c¨¢mara frigor¨ªfica, desde el saque inicial se oli¨® que la cosa no iba a salir bien. Recibi¨® una advertencia bien pronto de que los planes est¨¢n para torcerse en f¨²tbol, porque a los 37 segundos ya ten¨ªa I?aki dando la murga en el ¨¢rea, con un remate que se fue desviado. El Almer¨ªa trataba de entretener el bal¨®n entre las botas de su poblada defensa y con alguna aparici¨®n en campo ajeno, como con un zapatazo de Samu que hizo intervenir a Sim¨®n. Pero los leones dispararon la cetrifugadora y que les echara un galgo quien pudiera. Sostener ese ritmo no est¨¢ al alcance de casi nadie.

En pleno vendaval, Akieme barri¨® a Nico sobre la l¨ªnea del ¨¢rea grande. El ¨¢rbitro, debutante en la categor¨ªa y la primera vez que se pon¨ªa a impartir justicia con Athletic y Almer¨ªa, no se percat¨® y debe de andar con miop¨ªa Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez o perdi¨® la se?al televisiva porque el VAR no le corrigi¨®. Tal vez pasaron muchas cosas hasta que el juego se detuvo y rebobinar tanto tiempo se hac¨ªa complicado. Da igual, poco despu¨¦s Nico se sac¨® un centro con rosca y su hermano I?aki anot¨® de cabeza, algo que no suele prodigar mucho. De hecho, es la octava diana que logra con la testa y nunca ha anotado m¨¢s de una en una temporada. Los Williams culminando siete d¨ªas perfectos.

El equipo ind¨¢lico ten¨ªa un problema serio: los laterales Mendes y Akieme bastante ten¨ªan con fijar a su pares, Berenguer y Nico, como para abonarse al pluriempleo con los carrileros rivales De Marcos y Lekue. Y los interiores andaban en apuros con la zona nuclear rojiblanca. Los puntas tambi¨¦n se encontraban atareados. El f¨²tbol no paraba, ritmo y m¨¢s ritmo, v¨¦rtigo.

Para los leones era una sensaci¨®n refrescante y novedosa verse por delante a las primeras de cambio en casa. Pas¨® ante el Valencia y poco m¨¢s. Eso a¨²n enchuf¨® m¨¢s al equipo de Valverde, un equipo temible en la actual ¨¦poca en San Mam¨¦s. El ritmo en la recuperaci¨®n y la b¨²squeda de la meta contraria son endiablados. A Rubi le salt¨® el plan por los aires. Quer¨ªa maniatar el carril central y tapar las bandas, pero su gente se qued¨® a medio camino de todo: ni atacaban para retener las oleadas locales ni defend¨ªan o cerraban los pasillos. En esa duda de si echarse al frente o guardar la ropa, acabaron muriendo en la cuneta, con una defensa muy posicional, est¨¢tica como una estatua. Les pill¨® la tormenta sin paraguas ni katiuskas. Solo Ramazani parec¨ªa ver con cierta nitidez lo que ped¨ªa el encuentro, aunque sorprendentemente desfil¨® en el descanso.

Aunque los andaluces acumulaban mucha gente atr¨¢s, los espacios eran siderales. De Marcos meti¨® un pase vertical y Sancet, que cuaj¨® minutos de aut¨¦ntica delicia, control¨® con maestr¨ªa. Ese toque fue medio gol, la otra mitad lleg¨® con un chutazo que casi ni vio Fernando. El Athletic no daba pausa, se jugaba mucho, y eso era una noticia funesta para Rubi y su gente. Si a los leones se les hab¨ªa echado en cara que una vez que se pon¨ªan por delante, no domesticaban la pelota y segu¨ªan despendolados, esta vez ya gobernaron la contienda con mano firme. Enfrente hab¨ªa un bloque muy vulnerable. Contra el colmillo feroz de los bilba¨ªnos, un pobre once con la dentadura postiza.

Rubi cambi¨® en el descanso para ir a¨²n a peor. Sac¨® a Ramazani y quiso a Sousa, un nueve m¨¢s de referencia. Pero el guion era igual de pobre: sus chicos rehu¨ªan la pelea. Les segu¨ªan llegando en oleadas. Sancet se infl¨® a filtrar pases entre l¨ªneas. Uno de ellos le lleg¨® a I?aki Williams, que marc¨® el segundo, pero fue anulado por el detalle de su rodilla en fuera de juego al lanzarse el pase. El cuadro almeriense dio alguna se?al de vida con Sousa, que hizo trabajar a Sim¨®n. Otro tiro muy centrado. Sigui¨® con los cambios Rubi: Baptistao, Embarba, Arnau... pero el panorama no cambi¨®. Los Williams hab¨ªan dado un golpe de Estado y nadie les quit¨® el mando. Cerraron su semana de gloria con una jugada a la inversa del 1-0: pase de I?aki a Nico, que estuvo m¨¢s vivo que Ely, y 3-0. Vesga cerr¨® la sinfon¨ªa de penalti: 4-0. La fiesta no cesa en San Mam¨¦s. Terceros y a so?ar con los angelitos. Los de Champions.