Anestesia en la grada y homeopat¨ªa en el c¨¦sped
El estreno de Caparr¨®s sirve para que la directiva no oiga protestas dentro del estadio y para confirmar que el equipo es igual o peor que con Pimienta.

Joaqu¨ªn Caparr¨®s volvi¨® a sentarse en el banquillo local del Ram¨®n S¨¢nchez-Pizju¨¢n y la directiva presidida por Del Nido Carrasco y su cuadrilla de ac¨®litos pueden cantar misi¨®n cumplida. No porque el equipo ganara, que no lo hizo por supuesto, sino porque el motivo principal del despido de Garc¨ªa Pimienta se vio respaldado. Con Caparr¨®s pr¨¢cticamente no hubo protestas dentro del estadio, como si ocurri¨® contra el Atl¨¦tico de Madrid cuando incluso hubo que parar el encuentro. La cara no se le puso colorada al palco gracias a la anestesia del t¨¦cnico utrerano, el ¨²nico objetivo de su contrataci¨®n.
S¨ª hubo protestas antes del partido, con una manifestaci¨®n que a fuerza de repetirse cada vez interesa a menos gente y hasta provoca las mofas de los que mandan. En el campo, alrededor del minuto 20, hubo un conato de c¨¢nticos que no tuvo continuidad. De hecho, el estadio estuvo hasta adormecido en la dantesca segunda mitad en una mezcla de miedo por el descenso y tedio porque es lo que hay, la Semana Santa ha acabado y la Feria ya est¨¢ aqu¨ª.
En lo futbol¨ªstico, lo esperado e incluso peor. En Domingo de Resurrecci¨®n ya ocurri¨® un milagro y quien esperara que 2.000 a?os despu¨¦s se volviera a levantar un muerto y, adem¨¢s, fuera el Sevilla, roza la idiocia. Caparr¨®s no pudo ni imprimir su gen porque la plantilla es soberanamente mala y tiene escasos recursos para llevar a cabo la receta de ¡®Jokin¡¯, por lo que su llegada, como la homeopat¨ªa, no sirve de nada m¨¢s que de placebo. De hecho, el equipo jug¨® bastante peor que con Garc¨ªa Pimienta, aunque cort¨® la racha de derrotas con un punto que acerca a los de Nervi¨®n a su objetivo de posponer su descenso una temporada m¨¢s. Un descenso que llegar¨¢ m¨¢s pronto que tarde si las decisiones, institucionales y deportivas, las sigan tomando los mismos que han demostrado un gran tino en defender su poltrona pero tambi¨¦n su incapacidad en confeccionar un club y una plantilla competitiva. Mientras, pastillita debajo de la lengua para todos.
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