Abde pega primero en El Sadar

La resoluci¨®n de la semifinal entre Osasuna y Athletic queda para San Mam¨¦s dentro de un mes. Esto, que parec¨ªa una obviedad antes de arrancar la primera sesi¨®n en El Sadar, se constat¨® con un partido lleno de pasi¨®n, aunque con un f¨²tbol que no quedar¨¢ registrado en cintas o DVDs para la posteridad o para recoger estos d¨ªas con el peri¨®dico. Fue un pulso equilibrado sin grandes destellos, en el que dos fen¨®menos locales inclinaron algo la balanza a favor de los navarros: Abde, un peque?o diablo con alma de p¨ªcaro, y Herrera, con dos paradas, a Muniain y Guruzeta, que pueden valer su peso en oro. La ¨²nica que tuvo la tropa de Arrasate la meti¨® y en este tipo de citas lo importante es tener eficacia. M¨¢s, imposible. Se trataba de eso, para contener despu¨¦s y perseguir alg¨²n contragolpe, aunque perdi¨® la oportunidad de pasaportar la eliminatoria. El Athletic, el rey de la Copa sin Copa estos ¨²ltimos cuatro a?os, volvi¨® a plasmar el ¡®quiero y no puedo¡¯, nadie puede decir que es un desastre, le pone ganas, pero ese ¡®rock and roll¡¯ de hace unos meses suena desafinado en la parcela ofensiva ¨²ltimamente, como si faltara frescura. Es un equipo cada vez m¨¢s pobre y le ha abandonado la creatividad. Dejaron ambos conjuntos 90 minutos en los que parec¨ªa prohibido disparar a puerta: ?dos remates a palos tan solo patentaron los rojiblancos! Tercera derrota seguida de los leones. Vientos de crisis. No ha remontado en la ¨²nica ocasi¨®n en la que recibi¨® ese 1-0 en la historia en la pen¨²ltima ronda del torneo, en la temporada 1985-86 frente al Barcelona.

Era un Osasuna-Athletic de lo m¨¢s t¨ªpico, con el tono habitual de finales del siglo pasado grapado, poco f¨²tbol, pero mucho ambiente en la grada, maqueada con una fant¨¢stica remodelaci¨®n, con poqu¨ªsimas ocasiones y una intensidad que reventar¨ªa la caja fuerte de cualquier banco. Es normal empezar una serie sobre 180 minutos, o m¨¢s, con miedo a fallar, dejando la impresi¨®n de que es m¨¢s importante defender que atacar, de que un error puede condicionar la eliminatoria, la ¨²nica de toda la Copa a ida y vuelta. Pese a esas intenciones, hubo un pu?ado de errores, la receta de la ansiedad elev¨® el n¨²mero de imprecisiones y, sin ser un torbellino, el Athletic se apoder¨® levemente de la primera parte. No sufri¨® gran cosa y entorpeci¨® la salida del bal¨®n de Osasuna tal y como le gusta. Actu¨® a que pasara el tiempo, a que se acercara la vuelta en San Mam¨¦s sin noticias en la entrega inicial. Para los navarros estaba la cosa mucho m¨¢s descontrolada. El profundo conocimiento mutuo les condujo al respeto m¨¢ximo.

Rojillos verticales

Los rojillos intentaban ser verticales con Abde, lo suyo era progresar por la banda izquierda, donde De Marcos, desnortado, ten¨ªa ayudas constantes de Berenguer. Tal vez faltaban piezas adecuadas para ese juego directo que propon¨ªa Arrasate. No se ve¨ªa personal cogiendo las ca¨ªdas al lado de Budimir por detr¨¢s de Dani Garc¨ªa y Vesga, que se apa?aban con solvencia. Osasuna estaba encogido por los costados y el bal¨®n trataba de viajar de ¨¢rea a ¨¢rea, pero parec¨ªa tener prohibido entrar en ella. Un pulso tan pasional encanta a ambas aficione, pero a un aficionado, pongamos que de Cuenca, seguro que le anim¨® a quitar la tele, y eso que ten¨ªa ante s¨ª un producto de primer orden futbol¨ªstico gratuito, algo tan inhabitual en estos tiempos. Hasta hubo una fase muy accidentada, con un ara?azo involuntario al Chimy que le produjo sangre en la nariz y una patada en el rostro a Vivian por bajar la cabeza; el propio central tuvo problemas en un hombro por una mala ca¨ªda.

Para colmo, las faltitas se castigaban y se cortaba de ra¨ªz el intento de volar con ritmo. Lo ¨²nico rescatable de los 45 minutos iniciales fue un disparo lejano de Muniain que roz¨® en un jugador local y oblig¨® a rectificar sobre la marcha a Herrera, en una gran parada con el pie izquierdo. Marc¨® I?aki Williams en el rechace, pero estaba en claro fuera de juego.

Un mago

Inesperadamente, el primer cuarto de hora de la segunda parte quiso nacer con desenfreno, al menos por parte local. Un gol, avances de Cruz por la banda, toques por dentro... Al fin se animaba un poco. El tanto lleg¨®, c¨®mo no, por uno de los mayores genios que tiene esta eliminatoria. De la l¨¢mpara de Abde sali¨® una jugada m¨¢gica. Lo origin¨® Moi G¨®mez y le puso la alfombra un De Marcos que se qued¨® como se dice habitualmente entre dos aguas... ni voy como un cosaco al origen de la arrancada ni tapo la progresi¨®n. Total, que el barcelonista encar¨® a Vivian y el mano a mano dej¨® al pobre central en cueros. El extremo cruz¨® muy bien ante Agirrezabala, que lleg¨® a tocar la bola, culminando una jugada de crack. Vivi¨® la misma acci¨®n que ante Griezmann en el Metropolitano.

Arrasate hab¨ªa dado con la tecla, al bajar a Moi casi a la altura de Torr¨® y a Oroz a la sombra del nueve. Vesga estuvo muy inc¨®modo toda la velada, sin la br¨²jula que precisaba su equipo. Los leones no ten¨ªan presencia en el ¨¢rea contraria. Salieron Ra¨²l Garc¨ªa para pisar ruidosamente esa parcela y se colocaron los Williams por los costados para desbordar con sus piernas a modo de cohetes propulsores. Pero algo falla en la moto de I?aki, desde el Mundial viaja gripada, de nuevo est¨¢ peleado con el gol y su presencia en el juego ofensivo rojiblanco es pura an¨¦cdota. Dej¨® su sitio a Guruzeta en el intento de asedio final. Los leones tuvieron m¨¢s presencia en campo rojillo y buscaron las segundas jugadas, dieron un paso al frente y fueron m¨¢s din¨¢micos, quiz¨¢ porque la prisa les llev¨® a ello. Hab¨ªa m¨¢s emoci¨®n que vistosidad, la ida de la semifinal, era t¨¢ctica, cerrada. Guruzeta era la ¨²ltima bala en la pistola del Txingurri. Apret¨® en el sorbo final, aunque los centros no eran nada buenos y Osasuna achic¨® bien. Hasta que la tuvo Guru en el 94¡ä, pero le ataj¨® un bal¨®n claro Herrera. El h¨¦roe de esta primera parte de la semifinal junto con Abde. Hasta dentro de un mes. Eso ser¨¢ otra historia. El combate se disputa a dos asaltos.