La segunda futbolista trans que jug¨® en un equipo femenino federado, retirada la temporada pasada, charla con AS con motivo del D¨ªa contra la LGTBIfobia en el deporte.
En diciembre de 2018 Valentina Berr (Ripollet, 1993) segu¨ªa los pasos de Alba Palacios y pasaba a ser la segunda mujer trans en jugar en un equipo femenino de f¨²tbol federado en nuestro territorio. Lo hizo con el Terrasa, camiseta que visti¨® antes que la del CE Europa, un club conocido por su claro posicionamiento contra el fascismo, el racismo, la homofobia, el machismo y el bullying. "Creo que cuanto menos es valiente porque, a d¨ªa de hoy, todav¨ªa conlleva riesgos que un club alce la voz contra las violencias estructurales de una forma contundente", destaca en su charla con AS con motivo del D¨ªa Internacional contra la LGTBIfobia en el deporte, que es este 19 de febrero.
Berr dej¨® el f¨²tbol ("se me expuls¨® a base de agotarme") el verano pasado tras cuatro a?os "sufriendo en silencio el odio y la violencia estructural contra las mujeres trans". Ahora, est¨¢ "mucho m¨¢s tranquila y aliviada" y el bal¨®n no ha salido del todo de su vida: "S¨ª que es cierto que soy muy futbolera y, aunque suene estereot¨ªpico, que lo es, haber convertido mi vida en una especie de comunidad de amigas, novias y compa?eras lesbianas ha hecho que el f¨²tbol no desaparezca del todo".
En una semana en la que por primera vez un futbolista propiedad de un club de LaLiga (Jankto, Getafe CF) ha contado que es homosexual y la llamada 'Ley Trans' (su nombre es Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garant¨ªa de los derechos de las personas LGTBI) ha sido aprobada en el Congreso, Valentina Berr se muestra consciente de lo complicado que es que se produzcan cambios estructurales en la sociedad actual, pero acaba su testimonio subrayando ese poder sigue teniendo el f¨²tbol alejado de la ¨¦lite: "No s¨¦ si servir¨¢ como herramienta de inclusi¨®n pero, lo que s¨ª te aseguro, es que lejos de la burbuja de machotes multimillonarios y de la extrema normalidad del f¨²tbol de ¨¦lite, este deporte nos est¨¢ haciendo, a muches, vivir m¨¢s libres".
¡ªHace ya m¨¢s de medio a?o que dej¨® el f¨²tbol, ?c¨®mo est¨¢?
¡ªEstoy mucho m¨¢s tranquila y aliviada. He podido dedicar mucho tiempo que antes no ten¨ªa a ir sanando heridas, y en ese proceso sigo. El hecho de estar fuera del foco deportivamente, as¨ª como liberarme de la presi¨®n y el ritmo a los que te somete el deporte de competici¨®n a estos niveles, ha ayudado much¨ªsimo.
¡ª?El f¨²tbol ha dejado de formar parte de su vida o sigue relacionada con ¨¦l de alguna manera?
¡ªCreo que sigo en fase de desintoxicaci¨®n. S¨ª que es cierto que soy muy futbolera y, aunque suene estereot¨ªpico, que lo es, haber convertido mi vida en una especie de comunidad de amigas, novias y compa?eras lesbianas ha hecho que el f¨²tbol no desaparezca del todo. Vemos f¨²tbol semanalmente, alg¨²n d¨ªa cae alguna pachanga, jugamos al FIFA¡ Pero se ha convertido en algo que disfruto solo cuando me apetece.
¡ª?Cu¨¢ntos a?os lo hab¨ªa practicado antes de dejarlo?
¡ªEmpec¨¦ a jugar aproximadamente a los 10 a?os, aunque hubo una etapa en el que lo abandon¨¦, entre los 17 y los 22, por lo tanto lo habr¨¦ practicado en total unos 15 a?os, aunque solamente cinco de ellos fueron a nivel federado.
"Es necesario que se apueste firmemente por una investigaci¨®n consistente, profunda y extensa de las realidades de las personas trans y el deporte, sobre todo del deporte a nivel no-profesional"
Valentina Berr, exjugadora de f¨²tbol
¡ªDijo al retirarse que no colgaba las botas, se las colgaban por la violencia estructural contra las mujeres trans, ?siente que ha cambiado algo en este tiempo?
¡ªLo que ha cambiado es que ahora tengo estudiantes pidi¨¦ndome entrevistas para sus trabajos del colegio cada semana... (se r¨ªe) Ahora en serio, creo que ser¨ªa ingenuo por mi parte esperar un cambio estructural inminente. Es necesario que se apueste firmemente por una investigaci¨®n consistente, profunda y extensa de las realidades de las personas trans y el deporte, sobre todo del deporte a nivel no-profesional, y a partir de ah¨ª evaluar d¨®nde se debe poner el foco. Desgraciadamente, un sistema tan r¨ªgido no se puede derribar en poco tiempo. Justo hace nada le¨ªa en uno de los medios de comunicaci¨®n deportivos con m¨¢s repercusi¨®n un art¨ªculo que estaba exclusivamente dedicado a amplificar un discurso de odio contra la nadadora trans Lia Thomas. Sin cuestionar ni un ¨¢pice de la transfobia de su discurso, y aprovechando estrat¨¦gicamente los clics que proporciona presentar estos mensajes reaccionarios como un debate entre iguales. Seguimos igual de mal, no hemos aprendido nada todav¨ªa¡
¡ª?Hubo un motivo principal o un detonante para su retirada?
¡ªMi cuerpo dijo basta, y yo decid¨ª hacerle caso. Podr¨ªa haber aguantado, igual que decid¨ª aguantar tantas otras cosas, pero llegu¨¦ a un l¨ªmite, en mi caso los ataques de p¨¢nico, que a m¨ª particularmente me asust¨®. Aunque tambi¨¦n te digo que eso ser¨ªa poner el foco de la decisi¨®n de la retirada en m¨ª, y no lo encuentro justo ni fiel a la realidad. Se me expuls¨® a base de agotarme, a m¨ª me habr¨ªa encantado formar parte del f¨²tbol de una forma sana junto a mis compa?eras, que tambi¨¦n lo deseaban.
¡ª?De qui¨¦n habla cuando dice que se la expuls¨®? Queda claro que no de sus compa?eras...
¡ªEvidentemente en ning¨²n caso hablo de mis compa?eras, ?faltar¨ªa m¨¢s! De hecho, ni siquiera se?alo a un organismo concreto, ni a un estamento concreto, aunque es cierto que desde las federaciones internacionales, no solo de f¨²tbol, sino de muchos otros deportes (aclara), existe un grado importante de responsabilidad a la hora de llevar a cabo reglamentos que obligan a algunas personas, cis y trans, a hormonarse, a ser m¨¢s controladas exhaustivamente, entre otras cosas, con el consecuente se?alamiento sistem¨¢tico y persecutorio que nos agota hasta que decimos basta o hasta que nos dicen basta y nos echan, que ya ha ocurrido en m¨²ltiples ocasiones. Tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n ten¨¦is una gran responsabilidad en la forma en la que present¨¢is la cuesti¨®n trans, muchas veces planteada como un peligro, y a las personas trans como una amenaza a neutralizar o vigilar, cosa que acaba condicionando y sesgando la opini¨®n p¨²blica frente a un tema que es delicado y cuesta vidas a base de acoso, aislamiento y precariedad. Sin embargo, cuando hablamos de violencia estructural, hablamos de una violencia que impregna todo el tejido social, pol¨ªtico y econ¨®mico, no solo es algo que ocurra de forma aislada en el deporte o en algunas instituciones.
¡ªEn su adi¨®s hablaba de la diversidad del f¨²tbol femenino ("mujeres masculinas, mujeres femeninas, mujeres trans, personas no binarias"), ?puede la diversidad llegar al f¨²tbol y a los vestuarios masculinos?
¡ªCreo que puede, claro, pero el principal problema del f¨²tbol masculino es que el modelo aspiracional es ¨²nico, r¨ªgido y ligado a unos valores que responden a las exigencias de un sistema capitalista extremo con el que se retroalimenta. Nos han vendido que para ser jugador de f¨²tbol de ¨¦lite solo se puede ser de una forma concreta, responder a una masculinidad concreta, a un estilo de vida concreto, a una forma de competir concreta¡ Hasta en su forma de hablar en las ruedas de prensa parece que sean robots dise?ados de manera uniforme para que no se desv¨ªen de lo debido. Eso hace que la diversidad quede, o bien fuera del mapa, o bien encerrada para que no se note, ya no solo en la cima del f¨²tbol, sino tambi¨¦n en la base, porque la mayor¨ªa de chicos que juegan acaban so?ando en llegar hasta lo m¨¢s alto: cosa, por cierto, que tambi¨¦n estar¨ªa bien empezar a cuestionarse.
¡ªEsta semana Jankto ha hablado p¨²blicamente de su homosexualidad, en la semana contra la LGTBIfobia en el deporte, ?es un paso?
¡ªSu salida del armario responde justo a lo que te comentaba. Cuando veo a un hombre saliendo del armario de una forma tan confesional, tan sobredramatizada, eso significa que existe un problema respecto a lo que le rodea, que hace que est¨¦ tan violentamente encerrado como para que, al salir, tenga que hacerlo as¨ª. S¨ª pienso que es un paso para el mundo del f¨²tbol masculino aceptar que hay hombres gais y ponerles cara, pero siento que el paso lo estamos dando hacia una suerte de inclusi¨®n, no hacia una liberaci¨®n.
"Acabemos con el cl¨¢sico ¡°t¨ªo, qu¨¦ haces haciendo eso, que pareces maric¨®n¡±
Valentina Berr, exjugadora de f¨²tbol
¡ª?Cu¨¢l es la diferencia?
¡ªPues que tal como ha ocurrido lo de Jankto pareciera como que, quienes forman parte del mundo del f¨²tbol masculino, a trav¨¦s del poder que les concede habitar la normatividad impuesta e incuestionada, aceptaran a Jankto en su peculiaridad y lo incluyeran dentro de la norma, ensanch¨¢ndola un poquito para que quepa, pero dentro de ciertos l¨ªmites. Desde el ¡°mientras a m¨ª no me salpique, no hay problema¡±. A m¨ª me resultar¨ªa mucho m¨¢s interesante aprovechar estas oportunidades para que los chicos que conforman el f¨²tbol masculino, jugadores y aficionados, reflexionaran alrededor de su forma de habitar la vida, su identidad, su forma de proyectarse, los motivos por los que existen normas tan r¨ªgidas en torno a todo ello, y de qu¨¦ forma podr¨ªan liberarse ellos tambi¨¦n de todas ellas. Ya no hablo de que se replanteen si tendr¨ªan sexo con un hombre o no, que tambi¨¦n ser¨ªa relevante, sino que se pregunten c¨®mo podr¨ªan relajar su masculinidad y la de los hombres que le rodean y que le hipervigilan constantemente al m¨ªnimo intento. Acabemos con el cl¨¢sico ¡°t¨ªo, qu¨¦ haces haciendo eso, que pareces maric¨®n¡±. ?Parecedlo, chicos, parecedlo m¨¢s, que tambi¨¦n es maravilloso!
¡ªJug¨® en el CE Europa, un club que se define posicion¨¢ndose abiertamente contra la homofobia, ?cu¨¢nta importancia le da a que existan clubes as¨ª?
¡ªCreo que cuanto menos es valiente porque, a d¨ªa de hoy, todav¨ªa conlleva riesgos que un club alce la voz contra las violencias estructurales de una forma contundente, a no ser que forme parte de una campa?a generalizada de todos los clubes. Teniendo en cuenta la precariedad que existe en estas categor¨ªas alejadas de la ¨¦lite, como la del CE Europa, y lo reticentes que son las marcas a invertir dinero en lugares donde haya un mensaje pol¨ªtico, desde luego es una buena noticia. Creo que la clave del ¨¦xito de estas campa?as ser¨ªa equilibrar el trabajo de posicionamiento p¨²blico con el de la formaci¨®n interna de quienes forman parte del club (plantillas, staff, directiva¡) para poder abordar realmente estas violencias con conocimiento y poder crear espacios mucho m¨¢s abiertos y acogedores para con la diversidad.
¡ªHace unos meses ?lex, un hombre trans del Europa, fue el foco de miles de mensajes de odio, ¨¦l nos hablaba en AS de que era el desconocimiento y el miedo como causas de esas reacciones tan violentas, ?qu¨¦ cree usted?
¡ªYo pienso que no es solamente una respuesta al desconocimiento. Existen grupos ultraconservadores con mucho dinero financiando campa?as de odio contra las comunidades vulnerabilizadas que m¨¢s interesan en cada momento pol¨ªtico. S¨ª que concuerdo en que esas campa?as permean en la gente a causa de lo que comentaba ?lex del desconocimiento y el miedo infundado a la diferencia, pero no debemos caer en la trampa de pensar que esto es ¡°como la lluvia que cae del cielo y no sabemos por qu¨¦¡± que dir¨ªa M. Rajoy.
¡ªLe le¨ª que en 2018 se celebr¨® que Alba Palacios y usted fueran pioneras y que dej¨® el f¨²tbol porque la sociedad no hab¨ªa evolucionado de esa manera. ?La aprobaci¨®n de la 'Ley Trans' puede ayudar a que cambie, a que cambiemos, esto como sociedad?
¡ªLas leyes conforman un marco legal que nos ampara en cierto modo para algunas cuestiones, y por supuesto que en el caso de la Ley Trans ayudar¨¢ a que la vida sea menos hostil en muchos ¨¢mbitos. Sin embargo, mientras sigamos reproduciendo las estructuras binarias, encorsetantes y exclusivas que forman el deporte a d¨ªa de hoy¡ poco va a ayudar. ?De qu¨¦ le va a servir a una muchacha trans de 17 a?os que la ley ya no la obligue a hormonarse para que en su DNI ponga que es una mujer, si luego la federaci¨®n deportiva de turno la obliga a hormonarse para participar en su liguilla regional con sus amigas?
"La Ley Trans ayudar¨¢ a que la vida sea menos hostil en muchos ¨¢mbitos"
Valentina Berr, segunda jugadora trans en un equipo femenino en Espa?a
¡ªNo obstante, ya hab¨ªa 14 comunidades que reconocen la libre autodeterminaci¨®n de g¨¦nero, ?por qu¨¦ cree que ha habido tantas reticencias a la ley estatal?
¡ªEs una lucha de poderes y de intereses. De hecho, para encontrar incoherencias pol¨ªticas no hace falta ni irse a las comunidades aut¨®nomas: el mismo PSOE llev¨® a cabo un giro conservador en torno a la cuesti¨®n LGTBI+ desde que se disolvieron las Cortes en 2019. Pas¨® de liderar un acuerdo estatal con los partidos mayoritarios, PP incluido, acerca de la libre autodeterminaci¨®n de g¨¦nero, a poner palos en las ruedas actuando pr¨¢cticamente como partido de oposici¨®n de sus propios planteamientos pol¨ªticos de meses anteriores. Dicho mal y pronto: se han puesto en contra de sus propias ideas. Podr¨ªamos ser ingenuas y pensar que los partidos tienen derecho, ?y el deber (lo remarca), a cambiar de ideas y evolucionar, pero basta echar un ojo al auge ultraconservador de la pol¨ªtica europea para entender que no ha sido tanto una cuesti¨®n de 'evoluci¨®n', sino m¨¢s bien de contentar con discursos propios del fascismo a una derecha que tambi¨¦n vota.
"Evidentemente habr¨¢ mujeres trans cuyos cuerpos ser¨¢n aventajados respecto a otras mujeres, igual que tambi¨¦n habr¨¢ mujeres trans cuyos cuerpos ser¨¢n mucho menos aptos para competir con otras mujeres"
¡ªSe pone mucho el foco en el deporte y el sexo asignado al nacer, ?qu¨¦ les dir¨ªa a las personas que exponen que las mujeres trans tienen ventajas competitivas?
¡ªPara empezar, que hablan de los cuerpos sin conocerlos. La idea de que solo existen dos tipos de cuerpos, macho y hembra, est¨¢ m¨¢s que refutada por estudios cient¨ªficos que afirman que el sexo asignado al nacer no determina ni tu testosterona, ni tus cromosomas, ni tu constituci¨®n, ni nada. Nacer con pene no le otorga a nadie ning¨²n tipo de poder sobrenatural con el que reinar el mundo del deporte. Evidentemente habr¨¢ mujeres trans cuyos cuerpos ser¨¢n aventajados respecto a otras mujeres, igual que tambi¨¦n habr¨¢ mujeres trans cuyos cuerpos ser¨¢n mucho menos aptos para competir con otras mujeres. No creo que sea nada nuevo ni exclusivo de lo trans: entre mujeres que no son trans tambi¨¦n hay algunas que ostentan ventajas f¨ªsicas respecto a otras. Lo mismo ocurre a diario en el deporte masculino, aunque parece que cuando es un hombre quien destaca f¨ªsicamente por encima del resto es un motivo de celebraci¨®n, no de sospecha. Nos ha quedado un deporte muy estupendo y patriarcal.
¡ªHa habido casos de exclusi¨®n como el de Semenya o en el f¨²tbol el de Barbra Banda, ex del EDF Logro?o, a la que no dejaron participar en la Copa de ?frica¡ ?el querer excluir a mujeres trans puede desencadenar en la exclusi¨®n de mujeres cis?
¡ªEfectivamente, es algo que defiendo a capa y espada: nos est¨¢n vendiendo estas medidas de control de las mujeres trans como un m¨¦todo de protecci¨®n para el supuesto bien de las mujeres cis, cuando en realidad es todo parte de un mecanismo de disciplinamiento y de discriminaci¨®n sistem¨¢tica contra cualquier mujer o persona que se salga de la norma. Me duele especialmente el caso de Barbra Banda, a quien tuve el placer de conocer en su etapa en el Logro?o y a quien han sometido a una violencia injustificable que atenta directamente contra los Derechos Humanos. Le env¨ªo todo mi apoyo y mi cari?o, somos much¨ªsimas quienes estamos remando para que esto cambie y que tanto su realidad como la m¨ªa puedan formar parte del deporte.
¡ªTambi¨¦n hay hitos que celebrar como Quinn (Canad¨¢), primera persona trans en ganar un oro ol¨ªmpico, ?faltan referentes de personas trans en el deporte?
¡ªPor supuesto que faltan. Y no me extra?a, con todo lo que te he contado. El caso de Quinn por ejemplo es muy particular. Es una persona no binaria de quien los organismos no saben muy bien qu¨¦ esperar, ni si es una amenaza para el sistema. ?Va a cambiar alg¨²n aspecto de su cuerpo? ?Seguir¨¢ siendo una mujer a pesar de que es no binaria? ?Se querr¨¢ hormonar? ?Qu¨¦ pu?etas hacen las personas no binarias? Son cuestiones que todav¨ªa son desconocidas porque escapan de la rigidez estructural, y es una gran noticia que esto ocurra. Ojal¨¢ est¨¦ vivi¨¦ndolo todo disfrutando, bien arropade por sus compa?eras en sus equipos y viviendo su vida de la forma que desee.
¡ª?Usted tuvo alguna deportista trans como referente?
¡ªYo los referentes transfemeninos los he ido conociendo una vez estaba dentro: Mara G¨®mez, Alba Palacios¡ Cuando empec¨¦ apenas conoc¨ªa a ninguna deportista trans. Para m¨ª las referentes eran las Dick, Kerr¡¯s Ladies, un equipo de principios de siglo XX que llev¨® al f¨²tbol femenino a su auge en Inglaterra y a quienes prohibieron jugar alegando que ¡°la biolog¨ªa de las mujeres no era apta para el f¨²tbol¡±. F¨ªjate, un siglo despu¨¦s seguimos pervirtiendo la biolog¨ªa con argumentos pseudocient¨ªficos para generar discursos y pol¨ªticas reaccionarias¡
¡ªPor ¨²ltimo, ?cree en el poder del f¨²tbol como herramienta de inclusi¨®n? ?Habr¨¢ alg¨²n d¨ªa un f¨²tbol seguro por y para todas las personas?
¡ªEl f¨²tbol femenino siempre ha sido un espacio de refugio y de celebraci¨®n para las disidencias. Como siempre digo, las marimachos, las bolleras, las camioneras, y las desviadas en general nos hemos abrazado, entre otros ¨¢mbitos, en torno al f¨²tbol, y creo firmemente en el poder revolucionario de esa alegr¨ªa y de esa comunidad. No s¨¦ si servir¨¢ como herramienta de inclusi¨®n pero, lo que s¨ª te aseguro, es que lejos de la burbuja de machotes multimillonarios y de la extrema normalidad del f¨²tbol de ¨¦lite, este deporte nos est¨¢ haciendo, a muches, vivir m¨¢s libres.