Pel¨¦ es eterno. Pero antes de que la leyenda fuera creada, Pel¨¦ naci¨® Edson Arantes do Nascimento. Y Edson, que durante toda la vida habl¨® de Pel¨¦ en tercera persona, fue un ser humano. ¡°Pel¨¦ es perfecto, Edson es una persona como otra cualquiera¡±, sol¨ªa decir.

Pel¨¦ eraPel¨¦. Despu¨¦s de una d¨¦cada luchando contra graves problemas f¨ªsicos y de salud, acaba de fallecer, pero su mito est¨¢ m¨¢s vivo que nunca. 

Embajador mundial del f¨²tbol, Pel¨¦ estaba siempre presente en las principales citas del deporte internacional. Pero aquella figura que estaba siempre sonriente fue desapareciendo. Desde que, en noviembre de 2012, una cirug¨ªa para poner una pr¨®tesis en la cadera transform¨® su vida en un infierno. Desde entonces pas¨® por varias cirug¨ªas, fue ingresado varias veces, alguna en situaci¨®n cr¨ªtica.

Durante todos esos a?os, Edson sigui¨® siendo lo que siempre fue, el fan n¨²mero uno de Pel¨¦. Y nunca cambi¨® su forma de hablar de Pel¨¦, como si fuera un ente distinto. Otro ser. ¡°Nunca vi a nadie como Pel¨¦¡±, acostumbraba a decir Edson.

Fue as¨ª durante sus 21 a?os de carrera y los m¨¢s de 40 a?os despu¨¦s de su retirada, cuando de genio pas¨® a ser mito y Edson se dedic¨® a dar la vuelta al mundo recibiendo homenajes y hablando de Pel¨¦. Edson siempre entendi¨® que era necesario separar el hombre del futbolista. La leyenda del ser humano.

Pel¨¦ naci¨® pobre, en la peque?a Tr¨ºs Cora??es, interior del Estado de Minas Gerais, a unos 300 kil¨®metros de S?o Paulo. Fue una infancia dif¨ªcil. ¡°Llegu¨¦ a pasar hambre¡±, cuenta. Y nadie pasa hambre impunemente. Estas cicatrices de tiempos dif¨ªciles sirvieron para lapidar su car¨¢cter y personalidad dentro y fuera de la cancha. Un futbolista que no desist¨ªa nunca, que nunca estaba satisfecho, que luchaba por la pelota como el ni?o hambriento luchar¨ªa por el pan. Una estrella internacional que, a pesar de haber acumulado fortuna, siempre vivi¨® una vida sencilla y discreta. Sin olvidarse de todo lo que pas¨®.

Su padre, Dondinho, dicen, era un gran futbolista. Pero sufri¨® una lesi¨®n en la rodilla que acab¨® con su carrera cuando Edson todav¨ªa estaba en la barriga de su madre, en abril de 1940. Unos a?os despu¨¦s, la familia se mud¨® a Bauru, interior de S?o Paulo, donde Edson pas¨® el resto de su infancia. Vend¨ªa cacahuetes y lustraba botas en la calle para ayudar a la familia. Su cajita de lustrabotas es uno de los art¨ªculos que ¨¦l ten¨ªa m¨¢s orgullo de haber guardado y est¨¢ expuesta en su museo.

No se sabe muy bien cuando Edson comenz¨® a ser Pel¨¦. El escritor carioca Ruy Castro, bi¨®grafo de Garrincha, intenta desvelar este misterio en su libro ¡°Os Garotos do Brasil¡±, donde analiza la relaci¨®n que existe entre los dos. Edson y Pel¨¦.

¡°Cuando uno se fija en los detalles de la biograf¨ªa de Pel¨¦ concluye que, al menos al principio, no se trataba de una historia de selecci¨®n m¨²ltiple. Las cosas tuvieron que haber sido exactamente como fueron para que ¨¦l dejara de ser Edson y se convirtiera en Pel¨¦¡±, escribe Ruy Castro. ¡°En 1956, con 15 a?os, Edson sali¨® de Bauru rumbo a la cantera del Santos. Ten¨ªa las piernas finas y llevaba siempre pantalones cortos. Pero al presentarse en el club, Pel¨¦ ya le tom¨® el sitio y le hizo vestir, por primera vez, pantalones largos. Algo que a Edson le pareci¨® raro, quiz¨¢ porque no se sintiera adulto para merecerlas. Le fue dada a Pel¨¦ la opci¨®n de vivir en la residencia del Santos, pero Edson no acept¨® porque hab¨ªa prometido a sus padres que se quedar¨ªa en la pensi¨®n de una se?ora que era conocida de la familia¡­ Dos a?os despu¨¦s, goleador del Santos, campe¨®n del mundo con la selecci¨®n brasile?a, habiendo dejado Europa mesmerizada, Pel¨¦ pod¨ªa haber comprado cuantos apartamentos y coches quisiera. Pero, por decisi¨®n de Edson, segu¨ªa viviendo en la misma pensi¨®n, yendo al club todos los d¨ªas en tranv¨ªa¡±, cuenta el escritor.

Con 16 a?os, Pel¨¦ ya era un ¨ªdolo nacional. En 1957, el muchacho era titular del Santos y fue pichichi del Campeonato Paulista. R¨¦cord de precocidad que es suyo hasta hoy. En el Peixe jug¨® durante casi toda su carrera, hasta 1974, donde conquist¨® 20 t¨ªtulos: diez estaduales, seis nacionales, dos continentales y dos mundiales.

Su debut con la camiseta alvinegra fue con 15 a?os, un mes despu¨¦s de llegar a la ciudad costera de S?o Paulo. Fue en el amistoso ante el Corinthians de Santo Andr¨¦ que el Santos venci¨® por 7-1. Pel¨¦ entr¨® en la segunda parte y marc¨® el sexto gol.

Pero la leyenda no naci¨® hasta el Mundial de 1958. Y estuvo a punto de no acontecer. Pocos d¨ªas antes del embarque para Suecia, en un amistoso de preparaci¨®n contra el Corinthians, Pel¨¦ sufri¨® una entrada dura del central Ari Clemente y se lesion¨® grave. Casi dio la baja. Pero, nadie sabe muy bien por qu¨¦, el legendario seleccionador, Vicente Feola, le llev¨® aunque lesionado. Pel¨¦ se recuper¨®, entr¨® en el equipo en el tercer partido del Mundial, ante URSS, y todo lo dem¨¢s ya es parte de la historia.

Con 17 a?os, el jugador m¨¢s joven de los Mundiales marc¨® seis goles en cuatro partidos y dej¨® Suecia para convertirse en 'O Rei do Futebol'.

El Mundial de Suecia en 1958 nos dej¨® una de las im¨¢genes m¨¢s emblem¨¢ticas de la historia del f¨²tbol. Pel¨¦ domina la pelota con el pecho a la vez que se desenreda de un defensa. En seguida hace un sombrero a otro rival y remata de primeras para marcar uno gol ¨¦pico. El de la remontada de Brasil en la final ante la selecci¨®n anfitriona. El primero de los dos goles que aquel ni?o de tan s¨®lo 17 a?os marc¨® aquella tarde en Estocolmo. Brasil ganaba su primer Mundial y Pel¨¦ sal¨ªa levantado a hombros por sus compa?eros. El planeta era presentado al 'Rei do Futebol'.

Pero el camino hacia la gloria para Brasil y para Pel¨¦ en 1958 no fue sencillo. ?l estuvo a punto de no ir a Suecia en dos momentos. Primero, por la edad. Y despu¨¦s, por una lesi¨®n que le impidi¨® jugar los dos primeros partidos de la Canarinha en el Mundial. Detr¨¢s de la arriesgada apuesta por un adolescente de 16 para 17 a?os estaba un genio de los banquillos. Un visionario llamado Vicente Feola.

Feola hab¨ªa sido asistente t¨¦cnico de Fl¨¢vio Costa en el Mundial de 1950 y sufri¨® personalmente con el trauma del 'Maracanazo', cuando Brasil perdi¨® la final ante Uruguay. Un palo que le hizo repensar la forma con la que el f¨²tbol deber¨ªa ser jugado. En un momento donde el mundo intentaba copiar la rigidez t¨¢ctica de los equipos europeos, Feola implement¨® un sistema h¨ªbrido que sacaba provecho del talento de jugadores geniales como Zagallo, Garrincha, Didi, Nilton Santos y Pel¨¦. Contra equipos que en aquel momento defend¨ªan con tres centrales, Feola present¨® una propuesta innovadora de ocupaci¨®n de espacios en la cancha, con dos jugadores, Zagalo y Pel¨¦, que hac¨ªan de comodines. Eran excelentes en el juego ofensivo y ayudaban tambi¨¦n en la recomposici¨®n defensiva, le permit¨ªan defender con un 4-3-3 y atacar con un 4-2-4, sorprendiendo a los sistemas con tres centrales.

Pel¨¦ hab¨ªa jugado tan s¨®lo dos veces con la selecci¨®n, en 1957, antes de la convocaci¨®n para Suecia. Feola pele¨® con el entonces presidente de la federaci¨®n, Jo?o Havelange, para llevar al Mundial un chaval que ni el carnet de conducir ten¨ªa todav¨ªa. Zagallo explica muy bien la sorpresa que los m¨¢s veteranos del equipo tuvieron cuando llegaron a la concentraci¨®n y vieron al chaval del Santos entre los convocados: ¡°Yo, Nilton Santos, Garrincha, Vav¨¢ o Didi no le conoc¨ªamos, no ten¨ªa ni idea de quien era. Pero r¨¢pidamente ¨¦l nos ense?¨® a todos por qu¨¦ estaba ah¨ª¡±.

Feola ten¨ªa claro que Pel¨¦ ser¨ªa el titular. Daba igual la edad o las cr¨ªticas de los dirigentes. Pero en uno de los ¨²ltimos amistosos antes del viaje a Suecia, contra el Corinthians, Pel¨¦ sufri¨® una entrada dur¨ªsima del central Ari Clemente y sali¨® con un esguince en el tobillo. Dida comenz¨® el Mundial de titular en la victoria f¨¢cil ante Austria (3-0) y el empate sin goles ante Inglaterra. Pel¨¦ debut¨® en el ¨²ltimo partido de la fase de grupos, ante URSS, que Brasil gan¨® 2-0, con dos goles de Vav¨¢.

La canarinha avanz¨® l¨ªder del grupo y se enfrent¨® a Gales, cuando Pel¨¦ ense?¨® por primera vez en el torneo por qu¨¦ Feola apost¨® en ¨¦l. El joven marc¨® el ¨²nico gol del partido, el de la clasificaci¨®n para la semifinal ante Francia. Los franceses llegaron con el mejor ataque (25 goles) y el pichichi del torneo, Just Fontaine, con 13 tantos.

Pero aquel d¨ªa quien brill¨® fue Pel¨¦, que marc¨® un hat-trick en la victoria por 5 a 2. Mismo marcador de la final ante los anfitriones suecos, cuando Pel¨¦ marc¨® un doblete y acab¨® como segundo goleador del Mundial (seis goles en cuatro partidos) que ser¨¢ para siempre recordado como el Mundial de Pel¨¦.

Tras el ¨¦xito del Mundial de 1958, Vicente Feola habr¨ªa sido el seleccionador de Brasil en 1962. Pero los distintos problemas de salud causados por la obesidad le obligaron a abandonar la selecci¨®n que fue comandada por Aymor¨¦ Moreira en b¨²squeda del bicampeonato Mundial, en Chile.

La pareja formada por Pel¨¦ y Garrincha era considerada la m¨¢s espectacular del planeta y el joven delantero del Santos, entonces con 21 a?os, ya era llamado 'O Rei do Futebol' por la prensa deportiva internacional.

Atleta extraordinario, Pel¨¦ sufri¨® poqu¨ªsimas lesiones durante m¨¢s sus m¨¢s de dos d¨¦cadas de carrera. Mala suerte, la lesi¨®n m¨¢s grave que tuvo fue en la ingle sufrida tras intentar un remate con la zurda ante Checoslovaquia, en el segundo partido de la fase de grupos del Mundial de 1962. Una lesi¨®n que ¡°doli¨® en toda la naci¨®n¡±, dijo el narrador del partido en la radio, definiendo la angustia sentida en aquel momento por la hinchada verde e amarela.

Pero lo que nadie imaginaba era que su sustituto acabar¨ªa siendo una de las grandes estrellas del torneo. ¡°El Pose¨ªdo¡± era el apodo de Amarildo. El genial delantero del Botafogo entr¨® en un once titular que ya ten¨ªa a cuatro compa?eros suyos: Nilton Santos, Garrincha, Didi y Zagallo. Esta conexi¨®n botafoguense -entonces el mejor equipo de Brasil- fue el as en la manga de Aymor¨¦ Moreira, que vio a Garrincha vestirse de superh¨¦roe y hacer el Mundial de su vida: fue el goleador del torneo y protagonista de una hist¨®rica portada del diario chileno El Mercurio que titul¨® la edici¨®n del d¨ªa siguiente a la victoria en la final contra la misma Checoslovaquia por 3 a 1: ¡°Garrincha, ?de qu¨¦ planeta vienes?¡±.

¡°Yo promet¨ª a m¨ª mismo que no volver¨ªa a jugar otro Mundial¡±. La decisi¨®n que Pel¨¦ dec¨ªa ser definitiva fue tomada tras la mayor debacle de la historia de la selecci¨®n brasile?a, la ¨²nica vez que se qued¨® fuera de una Copa del Mundo. Fue en Inglaterra 1966 la primera vez que la canarinha qued¨® eliminada en la fase de grupos del torneo de selecciones m¨¢s importante del planeta. Y eso que lleg¨® al campeonato s¨²perfavorita, habiendo ganado las dos ¨²ltimas ediciones, con la pareja Pel¨¦ y Garrincha en la delantera, j¨®venes promesas como G¨¦rson, Tost?o y Jairzinho y el regreso del genio estratega de 1958, Vicente Feola, a los banquillos. ?Qu¨¦ podr¨ªa salir mal?

Pues... ?todo! Tras una desastrada preparaci¨®n para el torneo, que lleg¨® a contar con 47 convocados y un tour por cinco ciudades del interior brasile?o y ning¨²n amistoso, la selecci¨®n canarinha lleg¨® a Inglaterra irreconocible, confusa. La victoria del debut ante Bulgaria (2-0) fue la ¨²ltima vez que la entonces llamada ¡°Pareja de los Sue?os¡± actu¨® junta con la camiseta amarilla. En la derrota ante Hungr¨ªa (3-1), Pel¨¦ no jug¨®, lesionado. Y en la eliminaci¨®n ante la Portugal de Eusebio (3-1), Feola dej¨® a un envejecido Garrincha en el banquillo y vio a Pel¨¦ ser cazado sin piedad por los defensas portugueses, que pararon al Rei a palos ante la connivencia del ¨¢rbitro y la apat¨ªa de los brasile?os. Morais, portugu¨¦s, le liquid¨®. La patada fue tal que Eusebio le rega?¨®.

Pel¨¦ volvi¨® a casa hundido. Y la canarinha pas¨® los tres a?os siguientes desprestigiada, sin el apoyo de la poblaci¨®n, que perdi¨® el inter¨¦s en el f¨²tbol ante los primeros a?os de una dictadura militar cruel que pas¨® a gobernar el pa¨ªs tras el Golpe de 1964. Fue cuando, el 4 de febrero de 1969, la federaci¨®n decidi¨® tomar una actitud radical e invit¨® al prestigioso y carism¨¢tico periodista Jo?o Saldanha, exentrenador de su equipo de toda la vida, el Botafogo, para asumir el mando de la selecci¨®n. En su presentaci¨®n, aline¨® su once titular antes de dar su primera lista o hacer su primer entrenamiento. Aquel momento nacieron ¡°Las Fieras de Saldanha¡± con Pel¨¦, Carlos Alberto Torres, G¨¦rson, Jairzinho, Tost?o, Rivellino y compa?¨ªa, que poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s entrar¨ªa a la historia como el mejor equipo de f¨²tbol que la humanidad vio jam¨¢s.

La Brasil de Saldanha gan¨® los seis partidos de la clasificaci¨®n para M¨¦xico 1970, con una media de casi cuatro goles por partido (marc¨® 23 tantos) y encaj¨® tan s¨®lo dos. Un equipo que encantaba y que devolvi¨® la ilusi¨®n a Pel¨¦. ¡°La lecci¨®n que aprend¨ª es que uno nunca debe tener miedo de cambiar de idea¡±, coment¨® 'O Rei' sobre la decisi¨®n de disputar el Mundial de 1970.

Saldanha dej¨® la selecci¨®n dos meses antes del Mundial bajo mucha pol¨¦mica. Militante declarado del Partido Comunista y cr¨ªtico feroz del r¨¦gimen militar, el periodista fue destituido y en su lugar entr¨® Zagallo. A Saldanha tampoco le ayud¨® la decisi¨®n de dejar como suplente a Pel¨¦ en alg¨²n partido porque no le encajaba. Campe¨®n Mundial en 1958 y 1962 como futbolista y excompa?ero de la gran mayor¨ªa de los internacionales que formaban aquella plantilla, la misi¨®n de Zagallo era meterse lo m¨ªnimo posible y dejar que ¡°Las Fieras¡± salieran a la caza. Y fue lo que pas¨®: Brasil se pase¨® en M¨¦xico y se consagr¨® como el primer tricampe¨®n Mundial, marcando 19 goles en seis partidos. Y jugadas que vivir¨¢n para siempre en el recuerdo de todos.

Pel¨¦ ten¨ªa 29 a?os y se convirti¨® en el primer y ¨²nico jugador en ganar tres Mundiales. De sus pies, en M¨¦xico, salieron algunas de las jugadas m¨¢s bonitas de la historia. Que van mucho m¨¢s all¨¢ de los cuatro goles que marc¨® en el torneo. Sea por el tiro que vino de detr¨¢s del centro del campo ante Checoslovaquia y que no entr¨® por dos mil¨ªmetros. O por el cabezazo que nos regal¨® una de las paradas m¨¢s espectaculares jam¨¢s vistas, por Gordon Banks, en el partido ante Inglaterra. O el regate al portero uruguayo Mazurkiewicz, que termin¨® en un remate precioso que no entr¨® por un verdadero milagro. O el pase sin mirar, el ¨²ltimo, para el cuarto gol brasile?o en la final ante Italia, de Carlos Alberto. Pel¨¦ fue la cara, el cuerpo y el alma del equipo m¨¢s amado y admirado de la historia de nuestro deporte.

Era el d¨ªa 1 de octubre de 1977. Ante 75.646 aficionados que llenaron al Giants Stadium en las afueras de Nueva York, Pel¨¦ dijo adi¨®s al Cosmos y al f¨²tbol. El rival para su partido de despedida no podr¨ªa ser otro, el Santos. Pel¨¦ jug¨® 45 minutos con cada camiseta y, en su discurso de despedida, demostr¨® su gratitud por los dos a?os que jug¨® en el club estadounidense. ¡°Creo que el amor es lo m¨¢s importante que t¨² y yo podremos ofrecer uno al otro. Todo lo dem¨¢s se va un d¨ªa. Por eso os pido que repit¨¢is conmigo tres veces ¡®amor, amor y amor¡¯. Muito obrigado¡±, afirm¨® Pel¨¦ entre l¨¢grimas.

Pero lo que poca gente sab¨ªa era que su retirada deber¨ªa de haber sido a?os antes, cuando jug¨® su ¨²ltimo partido con el Santos, el 2 de octubre de 1974. Tras la victoria ante la Ponte Preta (2-0) por el Campeonato Paulista, 'O Rei' se arrodill¨® en el centro del campo y, ante los m¨¢s de 20.000 apasionados hinchas del Santos, dijo adi¨®s.

Su plan era vivir una vida tranquila en la ciudad con su mujer y dos hijos. Pero todo cambi¨® cuando, seg¨²n el propio Pel¨¦ cuenta en su biograf¨ªa ¡°Pel¨¦: A Import?ncia do Futebol¡±, publicada en 2013, el ya exjugador recibi¨® una visita de su contable.

¡°Me acuerdo como si fuera hoy el momento que ¨¦l entr¨® en casa. Sudaba profusamente. Estaba p¨¢lido, parec¨ªa que se iba a desmayar. Sent¨ª que algo pasaba e hice una broma: ¡®?Cu¨¢ntos millones tenemos todav¨ªa?¡¯. Y casi tuve que llamar al m¨¦dico tras su respuesta: ¡®Mire, usted, es que es complicado¡¯¡­¡±, cuenta Pel¨¦ en el libro, explicando el momento en que el se enter¨® que estaba arruinado.

Pel¨¦ no ten¨ªa millones... ?Deb¨ªa millones! El jugador hab¨ªa perdido pr¨¢cticamente todos sus 41 inmuebles para los bancos, bloqueados tras una serie de inversiones mal hechas en al menos seis empresas que se endeudaron bajo malas gestiones desde el final de los a?os 1960.

Con 33 a?os, tres t¨ªtulos Mundiales y la corona de Rei do Futebol, Pel¨¦ se vio en una situaci¨®n cr¨ªtica. Ten¨ªa que volver a jugar. Y la salvaci¨®n vendr¨ªa desde el sitio menos probable, uno de los poqu¨ªsimos pa¨ªses del mundo donde el f¨²tbol era un deporte minoritario: Estados Unidos.

El responsable de convencer a Pel¨¦ de irse a EE UU fue el empresario brit¨¢nico Clive Toye, socio del New York Cosmos y uno de los mayores inversores en el sue?o de hacer grande al soccer en tierras norteamericanas. Toye llevaba desde 1971 intentando convencer al Rei, que ya hab¨ªa rechazado ofertas del Real Madrid y Juventus. ¡°Nunca¡­ JAM?S voy a jugar por otro equipo que no sea el Santos¡±, repet¨ªa Pel¨¦ a sus amigos. Pero Toyes era insistente. Y se encontr¨® varias veces con Pel¨¦ entre 1971 y 1974, cuando el jugador dio vueltas al mundo para hacer campa?a para que Jo?o Havelange fuera elegido presidente de la FIFA. La respuesta era siempre la misma, un educado ¡°no¡±. Hasta que, el 27 de marzo de 1975, todo cambi¨®.

Pel¨¦ estaba en Bruselas para un partido amistoso al lado de varias estrellas internacionales. 'O Rei' ya sab¨ªa que estaba arruinado cuando encontr¨® a Clive Toyes en el hall del Hotel G.B. Motor Inn. Y aun as¨ª pens¨® en decir no, pero esta vez, fue convencido al menos a escuchar los valores de la oferta del Cosmos. Y lo que escuch¨® fue una locura para los n¨²meros de la ¨¦poca: un contrato de 2,8 millones de d¨®lares. El sueldo m¨¢s alto de la historia de un atleta, m¨¢s de lo que ganaba Kareem Abdul-Jabbar, el jugador m¨¢s rico de la NBA en aquel momento, que ingresaba 450.000 d¨®lares al a?o.

Pel¨¦ ten¨ªa 34 a?os y llevaba ocho meses sin jugar de forma competitiva. Debut¨® el 15 de junio de 1975 con un gol y una asistencia en el empate ante el Dallas Tornado. Y termin¨® su primera temporada con cinco goles y cuatro asistencias en nueve partidos.

El a?o siguiente fueron 15 goles y 19 asistencias en 24 partidos y en 1977 marc¨® 17 veces, dio siete pases para goles y lider¨® su equipo al t¨ªtulo de la NASL, la liga estadounidense.

'O Rei' caus¨® una revoluci¨®n en el deporte de EE UU. El Cosmos triplic¨® la asistencia a su estadio, rompi¨® r¨¦cords de audiencia en la televisi¨®n y al pa¨ªs llegaron otros ¨ªdolos como Cruyff, Beckenbauer, George Best, Carlos Alberto o Chinaglia.

Tras el adi¨®s de Pel¨¦, el f¨²tbol en EE UU sigui¨® entre altibajos. Pero desde 1990, cuando la selecci¨®n estadounidense se clasific¨® para el Mundial de Italia tras 40 a?os de sequ¨ªa y, cuatro a?os despu¨¦s, con la ayuda de Pel¨¦, cuando el pa¨ªs logr¨® sediar al Mundial por primera vez, el deporte despeg¨®. Hoy EE UU tienen la mejor selecci¨®n femenina del planeta y se preparan para organizar el Mundial masculino por segunda vez. Todo por una semilla plantada por la llegada do Rei.

Decir que un delantero que marc¨® 1283 goles es un enamorado de la porter¨ªa puede parecer lugar com¨²n. El f¨²tbol vive para el gol y todo delantero pasa su vida mirando con obsesi¨®n a aquel cuadril¨¢tero. Pero en el caso de Pel¨¦, su pasi¨®n por la porter¨ªa era tan intensa que no se limitaba apenas con homenajearla con golazos: a Pel¨¦ le encantaba jugar de portero.

Y no era s¨®lo un capricho. Seg¨²n sus excompa?eros de club y de selecci¨®n brasile?a, Pel¨¦ era un tremendo portero. Tanto, que el Santos lleg¨® a estar a?os sin un suplente para la funci¨®n, donde jugaron el legendario Gilmar, Manga, Cl¨¢udio o Lal¨¢. Pel¨¦ era el segundo portero del club.

'O Rei' se quedaba siempre bajo los palos tras los entrenamientos, practicando con sus compa?eros fundamentos de la posici¨®n. Y aunque los n¨²meros hist¨®ricos digan que ¨¦l s¨®lo tuvo que actuar cuatro veces como portero en partidos oficiales, sus excompa?eros dicen que Pel¨¦ visti¨® la camiseta 1 del Santos (y de los rivales) much¨ªsimas m¨¢s veces.

¡°En muchos partidos de las giras que hac¨ªamos por el mundo, principalmente en partidos en ?frica, los patrocinadores ped¨ªan que Pel¨¦ jugara la segunda parte en la porter¨ªa de sus equipos. Era curioso, pero a ¨¦l le encantaba¡±, cuenta Lima, exlateral derecho del Santos, que ha escrito un libro de memorias sobre aquellos tiempos y que tiene un cap¨ªtulo entero dedicado al Pel¨¦ portero. ¡°En las pachangas Pel¨¦ siempre era el portero y era imposible quitarle de la porter¨ªa. ?l se cabreaba un mont¨®n, estaba obsesionado con aquello¡±, se r¨ªe la leyenda santista.

Otro excompa?ero de club, el exportero del Santos Lal¨¢, va m¨¢s all¨¢ al hablar sobre el talento de Pel¨¦ en su funci¨®n y afirma que 'O Rei' ¡°ser¨ªa titular absoluto de la selecci¨®n brasile?a¡± si cambiara de posici¨®n. ¡°?l era incre¨ªble bajo los palos, una pasada, no es una exageraci¨®n, ten¨ªa los fundamentos perfectos¡±, explica el exarquero santista.

De todos los partidos que Pel¨¦ jug¨® de portero, el m¨¢s emblem¨¢tico fue en la semifinal de la Ta?a Brasil ante el Gr¨ºmio en 1964. El Santos hab¨ªa ganado la ida por 1 a 3 en Porto Alegre y un empate en S?o Paulo era suficiente para llegar a la final. Pero el Gr¨ºmio sorprendi¨® al favorito y lleg¨® a estar ganando por 1 a 3 cuando Pel¨¦ apareci¨® y marc¨® nada menos que tres goles para remontar para el Peixe. En el minuto 84, el ¨¢rbitro expuls¨® a Gilmar por una reclamaci¨®n y Pel¨¦ tuvo que ir a la porter¨ªa. Y lo que hizo en los minutos finales de aquel encuentro lo explica bien el titular de la portada del diario ¡®Gazeta Esportiva¡¯ del d¨ªa siguiente: ¡°Pel¨¦, un crack con el bal¨®n en los pies y en las manos¡±.

Desde que Pel¨¦ se retir¨®, cada nuevo crack que transciende el talento de su generaci¨®n acaba comparado con ¡®O Rei¡¯. Maradona, S¨®crates, Zico, Platini, Ronaldo Naz¨¢rio, Zidane, Ronaldinho¡­ Cada ¨¦poca tiene ¡®su¡¯ candidato a Pel¨¦. Pero quiz¨¢ nadie ha dejado m¨¢s argumentos para que se creara un debate comparativo m¨¢s interesante que ¡®el Pel¨¦¡¯ de esta generaci¨®n, Lionel Messi.

El argentino lleva m¨¢s de una d¨¦cada con un nivel extraordinario. El mejor entre los mejores. En un f¨²tbol cada vez m¨¢s internacionalizado y global, Messi brilla casi que en solitario. Su ¨²nico rival es Cristiano Ronaldo, que s¨®lo es capaz de competir con Messi a?o tras a?o por los Balones de Oro gracias a una efectividad hist¨®rica ante la porter¨ªa y a los t¨ªtulos con el Real Madrid y selecci¨®n portuguesa.

Cuando Messi gan¨® su sexto Bal¨®n de Oro en diciembre de 2019, el argentino se puso a un trofeo de igualar la marca de Pel¨¦. Un r¨¦cord que ¡®O Rei¡¯ alcanz¨® muchos a?os despu¨¦s de su retirada. En los tiempos que el brasile?o jugaba, France Football s¨®lo premiaba a los futbolistas europeos. Una norma que se mantuvo hasta 1995, cuando la revista pas¨® a aceptar tambi¨¦n a los que juegan en Europa, independiente de sus nacionalidades. Desde 2007, el m¨¢s tradicional premio al mejor jugador del mundo es global.

El cambio en las reglas del Bal¨®n de Oro permiti¨® que France Football hiciera una correcci¨®n hist¨®rica. En 2014, la revista revis¨® toda su lista de ganadores utilizando los mismos criterios v¨¢lidos actualmente y le dio a Pel¨¦ siete trofeos como mejor jugador del mundo: 1958, 1959, 1960, 1961, 1963, 1965 y 1970.

Con eso Pel¨¦ se convirti¨® no s¨®lo en el recordista en n¨²mero de trofeos, sino que tambi¨¦n en el ganador m¨¢s joven, con 17 a?os, superando a Ronaldo Naz¨¢rio, que hab¨ªa ganado en 1997 con 21 a?os y tres meses.

Durante la ceremonia realizada en 2014 por France Football, Pel¨¦ se emocion¨® mucho. Y dio las gracias a sus compa?eros y trabajadores de los clubes y selecci¨®n por la conquista. ¡°Promet¨ª a mi familia que no iba a llorar, pero es que es demasiado. S¨®lo tengo que dar las gracias a Dios por haberme dado salud para jugar tantos a?os. Y no jugaba s¨®lo. Todo lo que he ganado fue al lado de mis amigos. La gente se acuerda de los jugadores, pero no podemos olvidarnos de las personas que preparan las botas, los fisios, masajistas... Estos trofeos los comparto con todos vosotros¡±, afirm¨® Pel¨¦ entre l¨¢grimas.

El propio Pel¨¦ con su humildad caracter¨ªstica ya dijo, muchas veces, que ¡°es bastante m¨¢s dif¨ªcil¡± jugar al f¨²tbol hoy en d¨ªa. Que en sus tiempos ¡°ten¨ªan m¨¢s libertad¡±. Pero 'O Rei' se olvida que en sus tiempos exist¨ªan otras dificultades.

¡°La pelota y las botas, por ejemplo, eran de cuero leg¨ªtimo y, a cada patada, se pod¨ªa escuchar hasta el ¨²ltimo mugido del animal que aquel cuero descend¨ªa¡±, explica Ruy Castro en su libro ¡®Os Garotos do Brasil¡¯. ¡°Eran r¨²sticas y pesadas, y, con la hierba mojada, pesaban dos veces m¨¢s que su peso original¡±, cuenta el escritor.

La hierba y los campos de anta?o son un cap¨ªtulo aparte. Eran patatales, caminos de cabras, con tantos baches y agujeros que los porteros ten¨ªan que llevar rodilleras. Las camisetas no eran 'dry fit'. Eran de tela marinera, que al final de los 90 minutos pesaban casi tanto como llevar un compa?ero en los hombros. Entre botas, bal¨®n, camiseta y campo, imagina el esfuerzo requerido para rematar de cabeza un c¨®rner o centro en aquellos tiempos.

Pero adem¨¢s del tricampeonato del Mundo conquistado con la selecci¨®n brasile?a, algo que ning¨²n otro futbolista ha logrado, quiz¨¢ el mejor argumento en favor de Pel¨¦ es que ¨¦l ha logrado pr¨¢cticamente todas sus conquistas en un f¨²tbol donde no exist¨ªan tarjetas. Pel¨¦ comenz¨® a jugar en 1956 y la FIFA no cre¨® las amonestaciones hasta mayo de 1970. Dicen los exjugadores que la principal t¨¢ctica de los rivales contra el Santos o la Brasil de Pel¨¦ era ir a por el '10'. Tomaban turnos para darle. Uno s¨®lo puede imaginar lo que hubiera hecho Pel¨¦ 15 a?os en un f¨²tbol con tarjetas amarillas y rojas.

En aquellos tiempos no hab¨ªa scouting, v¨ªdeos, an¨¢lisis t¨¢cticos. Un equipo se enfrentaba a rivales que ten¨ªa poca o ninguna idea de como jugaba. Quien era el bueno, el malo¡­ era una ruleta rusa.

Si hoy la disputa por ser el mejor del mundo es una pelea de dos fen¨®menos, Messi y Cristiano Ronaldo, entonces tambi¨¦n era muy distinto. Di Stefano, Puskas, Bobby Charlton, Garrincha, Evaristo, Kopa, Fontaine, Eus¨¦bio, Gerd M¨¹ller, Tost?o, Jairzinho, Rivelino, Cruyff¡­ Pel¨¦ fue el mejor entre distintas generaciones de cracks que marcaron ¨¦poca. Eso sin contar los defensas y porteros que enfrent¨®: Yashin, Banks, Maier, Zoff, Castilho, Beckenbauer, Djalma Santos, Bob Moore, Nilton Santos, Breitner, Krol¡­

Otro debate son los goles. Seg¨²n un levantamiento hecho por m¨ª en Diario As en 2019, basado en los datos del Santos, la CBF, la Rede Globo de televisi¨®n brasile?a y los libros ¡°Pel¨¦: o supercampe?o¡±, de Orlando Duarte, y ¡°As grandes pol¨¦micas do futebol brasileiro¡±, de S¨¦rgio Xavier Filho, Pel¨¦ ha marcado 1283 goles en 786 partidos. 743 de estos goles fueron en 449 de lo que llamar¨ªamos hoy partidos oficiales. Y otros 540 en 337 amistosos. Pero estamos hablando de tiempos en los que el calendario era distinto, m¨¢s corto, y muchos de los partidos amistosos eran disputados contra equipos del nivel del Real Madrid, Mil¨¢n, Benfica y muchos otros. El Santos de Pel¨¦ hac¨ªa giras mundiales, como los Beatles.

Messi se est¨¢ acercando de los goles oficiales de Pel¨¦. Lleva 707. Aunque la gran diferencia se nota en los partidos: 872. Una media de 0,81 goles por partido, menos de la mitad de la de Pel¨¦ que s¨®lo en los partidos oficiales marcaba 1,65 gol por encuentro.

Quiz¨¢ la mejor definici¨®n de Pel¨¦ la ha dado su excompa?ero de club y selecci¨®n, el tambi¨¦n hist¨®rico Pepe. En entrevista al compa?ero Tauan Ambr¨®sio, reportero brasile?o de Goal, hace unos a?os, el que fue uno de los mejores extremos de la historia del f¨²tbol y que se perdi¨® los Mundiales de 1958 y 62 por lesiones (Zagallo fue su sustituto), ve en Pel¨¦ un h¨ªbrido entre los dos mejores jugadores de la actual generaci¨®n.

¡°Imagina un jugador con la habilidad de Messi y la fuerza, impulsi¨®n y arranque de Cristiano Ronaldo. Pel¨¦ hac¨ªa cosas incre¨ªbles. Messi tambi¨¦n lo hace, pero Pel¨¦ era m¨¢s alto, m¨¢s fuerte, fue uno de los mejores rematadores de cabeza de la historia, ten¨ªa una impulsi¨®n sobrehumana. Ten¨ªa algunas cosas bastante m¨¢s acentuadas que Messi¡±, explica Pepe. ¡°Messi es muy bajito, pero eso no le impide de ser un jugador maravilloso, como fue Maradona. Estas comparaciones siempre existir¨¢n. Pero yo nunca vi nada parecido con Pel¨¦. ?l era un extraterrestre y hac¨ªa cosas que nunca he vuelto a ver en un s¨®lo jugador¡±, analiza el segundo mayor goleador de la historia del Santos.