Desde su nacimiento, el f¨²tbol, como deporte rey vive asociado a los rutilantes y siempre presentes movimientos de la sociedad. Y como tal ha vivido la evoluci¨®n de la humanidad. En este reportaje se trata la relaci¨®n entre el f¨²tbol y algunos de los hechos b¨¦licos que se han vivido a lo largo de los dos ¨²ltimos siglos.

Esta edici¨®n de la Champions League ha unido al Real Madrid, al Sheriff Tiraspol y al Shakhtar Donetsk en un nexo pol¨ªtico-b¨¦lico que nadie se esperaba cuando se produjo el sorteo el 26 de agosto de 2021. Por entonces nadie imaginaba lo que ha sucedido despu¨¦s. Cierto es que el Madrid nunca ha jugado en Donetsk en Champions: la primera vez que quedaron emparejados fue en la campa?a 2015-16, y ya los blancos jugaron en Lviv. Tanto el a?o pasado como este jugaron en Kiev, la ciudad en la que ganaron la Decimotercera Champions de su historia debido a la guerra del Donb¨¢s. Pero lo m¨¢s sorprendente es el caso del Sheriff Tiraspol. El equipo de Transnitria brill¨® en su encuentro ante los blancos en el mism¨ªsimo estadio Santiago Bernab¨¦u, ganando el partido 1-2 con un gol tard¨ªo de su jugador luxemburgu¨¦s Thill. Pues bien, su entrenador, Yuriy Vernydub, decidi¨® alistarse para combatir del lado ucraniano ante Rusia. Es llamativo, porque Transnitria es un pa¨ªs de marcado acento prorruso...

Francia fue una de las primeras selecciones en dar el s¨ª para participar en el primer Mundial de la historia. El bloque galo, muy heterog¨¦neo, ten¨ªa como capit¨¢n a Alexander Villaplane pero, adem¨¢s, contaba con otra figura de relevante personalidad como era ?ttiene Matler. Eran las cabezas visibles de un grupo que contaba con Alexis Thepot como portero, Lucien Laurent (el primer goleador en la historia de los mundiales de f¨²tbol fue hecho prisionero en la II Guerra Mundial, en 1942, siendo liberado tres a?os despu¨¦s), su hermano Jean Laurent... Pero vamos a centrarnos en los dos primeros. Amigos, compa?eros... con el paso del tiempo se convirtieron en 'enemigos'. Alexandre Villaplane hab¨ªa nacido en Argelia. Destacado jugador del entonces llamado 'football' fue el primer capit¨¢n de la selecci¨®n francesa en un Mundial. Pero... en 1944 fue fusilado por ser colaborador del ej¨¦rcito nazi en su invasi¨®n a tierras francesas: hab¨ªa 'ayudado' a asesinar a 52 personas en la llamada matanza del pueblo de Oradour-sur-Glane. Por su parte, ?tienne Matler (a la izquierda de la imagen), fue todo lo contrario. Apodado 'El Le¨®n de Belfort', es uno de los cinco jugadores de f¨²tbol que aparecieron en las tres primeras ediciones de los Mundiales. En 1938 creci¨® su leyenda al encaramarse encima de una mesa de un restaurante para cantar La Marsellesa delante de un numeroso grupo de soldados italianos en un mes¨®n napolitano. Combati¨® a los alemanes a trav¨¦s de 'La Resistencia' francesa, fue encarcelado, dado por muerto, se escap¨® a Suiza y regres¨® para ser leyenda del f¨²tbol franc¨¦s... Villaplane y Matler, cruz y cara del f¨²tbol galo...

El estallido de la Guerra Civil en Espa?a (1936) supuso una ruptura para el f¨²tbol espa?ol similar a la que afect¨® al resto del pa¨ªs. Sin competici¨®n oficial, s¨ª que hubo f¨²tbol: en regiones como Galicia y Pa¨ªs Vasco y ciudades como Zaragoza hubo m¨¢s actividad que en Levante o Andaluc¨ªa, por poner dos ejemplos. El Barcelona, por su parte, particip¨® en la Liga Mediterr¨¢nea e incluso viaj¨® a M¨¦xico para conseguir dinero. Tambi¨¦n vet¨® la presencia del Madrid en el Campeonato Catal¨¢n. Jugadores como Salvador Artigas y Agust¨ªn Dolz, del Levante, combat¨ªan en el frente y regresaban a jugar con su equipo. Unos, caso de Jacinto Quincoces, se convirti¨® en conductor de ambulancias en el frente, colocado por el entonces seleccionador Garc¨ªa Salazar. Otros, caso de Ricardo Zamora, tuvieron que exiliarse a Francia. El ¨ªdolo e icono del f¨²tbol espa?ol fue encarcelado al comienzo de la guerra por los republicanos. ?El motivo? No se sabe... Con la libertad se march¨® a tierras francesas, para a su regreso, ser inhabilitado por los nacionales...

Pero nueve meses despu¨¦s del estallido del conflicto espa?ol, diversos futbolistas partieron lejos de nuestras fronteras. El 23 de abril de 1937, 13 jugadores tomaron el avi¨®n rumbo a Am¨¦rica en Biarritz. Los futbolistas eran Blasco, Egusquiza, Areso, Aedo, Cilaurren, Roberto, Muguerza, Zubieta, Pablito, Iraragorri, L¨¢ngara, Larrinaga y Gorostiza. En Par¨ªs se les unieron los madridistas Pedro y Luis Regueiro y Emil¨ªn. Con el nombre de Selecci¨®n Vasca, estos jugadores realizaron una gira con fines propagand¨ªsticos y de recaudaci¨®n de fondos para el gobierno vasco por diferentes naciones europeas: Francia, Checoslovaquia, Polonia, URSS y Noruega. Debutaron tres d¨ªas despu¨¦s, el 26 de abril en Par¨ªs ante el Racing. Ese mismo d¨ªa, la aviaci¨®n nazi bombardeaba Guernica. Al acabar la gira y tras haber ca¨ªdo todo el Pa¨ªs Vasco en manos de Franco, se les present¨® el dilema de regresar o seguir en el exilio, haciendo una gira por tierras americanas. S¨®lo Gorostiza y Roberto regresaron a Espa?a. El resto actu¨® en M¨¦xico. Poco m¨¢s tarde, el n¨²cleo se dividir¨ªa en dos, reparti¨¦ndose en equipos de M¨¦xico y de Argentina... Como curiosidad, en el Mundial de 1966, la selecci¨®n mexicana contaba con un Luis Regueiro en sus filas: era el hijo del Luis Regueiro, que se qued¨® a vivir en tierras aztecas...

El 12 de marzo de 1938, los ej¨¦rcitos nazis del III Reich invadieron Austria. Con ello la selecci¨®n austriaca se integr¨® en la alemana, perdiendo su identidad propia: era conocida como el 'Wunderteam' (el 'equipo prodigioso'). Dirigida por Hugo Meisl, Austria era desde finales de los a?os 20 una potencia futbol¨ªstica sin parang¨®n. Fue encadenando goleadas estrepitosas por todo el continente: Escocia (5-0), Alemania (0-6 y 5-0), Suiza (1-8), Hungr¨ªa (8-2), B¨¦lgica (6-1)... S¨®lo Inglaterra pudo derrotarla en un incre¨ªble partido que acab¨® 4-3. Austria se clasific¨® para el Mundial de Italia en 1934, al igual que Alemania, que se impuso en el partido por el tercer y cuarto puesto (3-2). Para la cita de 1938, ambas selecciones se volvieron a clasificar, pero al anexionarse Alemania el territorio austriaco, se produjo la deserci¨®n de Austria, permitiendo a Suecia participar en el campeonato.

Una de las grandes estrellas austriacas del momento, seguramente la m¨¢s brillante, era su delantero Matthias Sindelar. Apodado 'El Mozart del f¨²tbol'. Se dec¨ªa de ¨¦l que era tan fino que parec¨ªa de papel. Aunque era un buen goleador, s¨®lo marc¨® un tanto en el Mundial de 1934. No particip¨® en el de 1938 por estar en desacuerdo con la anexi¨®n alemana, y eso que el entonces seleccionador, Sepp Herberger, quiso convencerlo personalmente. Pero Sindelar, jud¨ªo, lo rechaz¨®. Empezaba as¨ª su guerra personal contra los alemanes: en un encuentro de confraternizaci¨®n, celebrado el 3 de abril de 1938 en Viena, desobedeci¨® la ¨®rdenes de que los austriacos no pod¨ªan marcar a los alemanes (por tanto, ten¨ªan que dejarse ganar por los germanos): marc¨® el 1-0 y se fue frente a la tribuna donde estaban las autoridades nazis y lo celebr¨® bailando. Matthias Sindelar falleci¨® el 23 de enero de 1939 a causa de una intoxicaci¨®n de ¨®xido de carbono. Junto a ¨¦l estaba el cuerpo de su novia, Maria Castagnola. Todo indicaba que pod¨ªa haber sido un suicidio, pero los informes policiales nunca aparecieron...

El italiano Silvio Piola, a los 82 minutos de la final del Mundial-38 que se celebraba en el parisino estadio de Colombes, marc¨® el definitivo 4-2 en la victoria de Italia sobre Hungr¨ªa sin saberse que no habr¨ªa m¨¢s goles mundialistas hasta 1950, 12 a?os despu¨¦s. Tras Francia-38, el siguiente Mundial deb¨ªa celebrarse cuatro a?os despu¨¦s, en 1942 y en tierras sudamericanas: tras Uruguay en 1930, Brasil fue el pa¨ªs que hab¨ªa solicitado su organizaci¨®n, pero la FIFA replic¨® que Alemania la hab¨ªa pedido con anterioridad. Al final no hubo lugar para la discusi¨®n porque estall¨® la Segunda Guerra Mundial (1939). No hubo campeonato en 1942 ni en 1946. El f¨²tbol regresar¨ªa en 1950, con la organizaci¨®n del torneo brasile?o, tras un Congreso de la FIFA en 1946, tras solucionarse y acabarse el conflicto b¨¦lico. Se celebr¨® el 1 de julio de 1946 en Luxemburgo. A Alemania, derrotada en la guerra, se le cancel¨® su afiliaci¨®n a la FIFA. Volver¨ªa a competir en 1954, ganando el torneo...

En una guerra hay numerosos casus belli: uno de los m¨¢s habituales es de los prisioneros de guerra. En la II Guerra Mundial hubo millares de combatientes que fueron hechos prisioneros. Pero tres de ellos tienen un pasado posterior glorioso que les hicieron pasar a la historia. Son Bert Trauttmann, Alois 'Alec' Bernhard Eisentr?ger y Fritz Walter.

El primero de ellos, Bert Trauttmann, se convirti¨® en portero y en h¨¦roe del Manchester City ingl¨¦s. Fue hecho prisionero de guerra en Arnhem (Holanda), durante la II Guerra Mundial. Previamente hab¨ªa logrado huir de campos de prisioneros rusos, franceses y americanos. Fue internado en el campo de prisioneros n¨²mero 50 en Makerfield, Inglaterra. All¨ª comenz¨® a jugar al f¨²tbol, como recordaba en una entrevista en AS. Primero como interior izquierda, pero le gustaba jugar de portero. As¨ª lleg¨® al equipo citizen, con el que logr¨® ganar la FA Cup de 1956 ante el Birmingham... de una manera heroica: en un lance del partido se fractur¨® el cuello. Pese a ello sigui¨® jugando. Por esa gesta, fue nombrado Jugador del A?o. Sin embargo, su Alemania natal le consider¨® un traidor y nunca fue convocado para defender los colores de la Mannschaft.

Alec Eisentr?ger, por su parte, fue hecho prisionero en un aer¨®dromo a la edad de 16 a?os. Internado en el campo para prisioneros de Trowbridge, all¨ª empezar¨ªa su carrera de futbolista que le llevar¨ªa al Bristol City donde se convirti¨® en uno de sus mejores jugadores. All¨ª estar¨ªa desde 1949 hasta 1958. Casado con una mujer de Gales, se afincar¨ªa en Somerset hasta su fallecimiento a los 90 a?os en 2017.

M¨¢s apasionante es la vida de Fritz Walter. Reputado y reconocido delantero del Kaiserslautern antes del estallido de la II Guerra Mundial, el bueno de Walter combati¨® en el Mediterr¨¢neo: Malta, C¨®rcega, Sicilia, Cerde?a... hasta que acab¨® siendo prisionero de guerra en Ruman¨ªa. Fue enviado primero a un campo de prisioneros americano en Bohemia (Checoslovaquia). De ah¨ª pas¨® al campo de concentraci¨®n de Maramarossziget (Ruman¨ªa), paso previo a otro en Ucrania. All¨ª fue reconocido por un par de soldados h¨²ngaros, que le invitaron a jugar: le hab¨ªan visto jugar con la selecci¨®n alemana antes de la guerra. La leyenda cuenta que los soldados le presentaron a su superior, un comandante apellidado Zhukov. Mintieron para salvarle la vida: explicaron que era austriaco, que se hab¨ªa visto obligado a combatir. El propio Fritz Walter aleg¨® en su defensa que nunca hab¨ªa disparado un solo tiro. Le mandaron probar a cargar un fusil y no supo c¨®mo hacerlo. Convencido el comandante ruso, le pusieron en libertad. Volvi¨® a su Kaiserslautern natal, se enrol¨® en el equipo y en 1954 se convirti¨® en ¨ªdolo alem¨¢n al liderar a la selecci¨®n germana al ganar el Mundial de 1954 a Hungr¨ªa. A?os m¨¢s tarde, tras la invasi¨®n sovi¨¦tica a tierras magiares, ayud¨® a los integrantes h¨²ngaros a los que hab¨ªa ganado el Campeonato del Mundo. Elegido mejor jugador de la historia de Alemania, a su funeral, en 2002, acudi¨® toda la plana mayor del f¨²tbol germano que estaba presente en el Mundial de Jap¨®n y Corea.

La eliminatoria entre El Salvador y Honduras para lograr una plaza en el Mundial de 1970 fue el detonante de la llamada 'Guerra del f¨²tbol'. Una vieja cuenta pendiente de tipo pol¨ªtico y demogr¨¢fico trat¨® de ser saldada a partir de la pol¨¦mica por los dos partidos. En Tegucigalpa, capital hondure?a, ganaron los locales por la m¨ªnima (1-0). La noche previa se organiz¨® un ruidoso desfile junto al hotel de los salvadore?os. Tras la vuelta, con triunfo de El Salvador por 3-0, quienes reclamaron fueron los hondure?os, que alegaron haber jugado "bajo peligro de muerte". Resultado: al grito de "hondure?o, toma un le?o y mata a un salvadore?o", m¨¢s de 300.000 salvadore?os fueron atacados en tierras hondure?as, que acog¨ªa una gran colonia de inmigrantes. Ante ese hecho, el ej¨¦rcito de El Savador invadi¨® tierras hondure?as, produci¨¦ndose grav¨ªsimos enfrentamientos. Intervino la OEA (Organizaci¨®n de Estados Americanos) y se firm¨® la paz. La FIFA orden¨® un desempate entre las dos selecciones. Se jug¨® en M¨¦xico y gan¨® El Salvador 3-2 a Honduras.

En 1981 llegaba a las carteleras espa?olas el film 'Evasi¨®n o Victoria', dirigida por John Huston, en el que se contaban las vicisitudes de un grupo de prisioneros de guerra en un campo de concentraci¨®n nazi. Los presos planeaban la fuga del campo. Y la manera elegida fue a trav¨¦s de un partido de f¨²tbol frente a un equipo de soldados nazis. Para las escenas propias del partido participaron jugadores de la talla de Pel¨¦, Ardiles, Bobby Moore (tres campeones de mundo), el escoc¨¦s Johnny Wark, el polaco Kazimierz Deyna, el belga Paul van Himst, el noruego Hallvar Thoresen, entre otros.

Pero el hecho en s¨ª estaba basado en un hecho real, acontecido en 1942. Un grupo de soldados alemanes formaron un equipo, el Flakelf, para medirse en una liguilla veraniega a otros equipos ucranianos. Uno de esos equipos lo conformaba un grupo de exjugadores del Dinamo de Kiev que se hab¨ªan reagrupado en otro conjunto, el FC Start. El 6 de agosto de 1942 se midieron por primera vez. Los ucranianos humillaron a los germanos (5-1). Ante tal sonrojo, las autoridades nazis 'obligaron' a jugar otro partido tres d¨ªas despu¨¦s, el domingo d¨ªa 9. El FC Start volvi¨® a golear y a humillar a los germanos. Esta vez por 5-3. Y aqu¨ª arranca la leyenda. Para muchos, fue en el mismo estadio al final donde varios jugadores fueron fusilados. Otras fuentes lo sit¨²an en d¨ªas posteriores. Otras aseguran que no pas¨® nada de nada. Lo ¨²nico que queda son dos estatuas (una era un monolito) justo a la entrada del estadio. En la pel¨ªcula, por su parte, todos huyen entre la gente tras lograr empatar 4-4, con un espectacular gol de chilena de Pel¨¦...

El 2 de abril de 1982, cerca de 3.000 soldados argentinos invadieron las islas de las Malvinas (Falklands para los ingleses), un peque?o archipi¨¦lago con bandera brit¨¢nica situado a 650 kil¨®metros de la costa argentina. Inglaterra respondi¨® a dicho ataque, durando el conflicto hasta el 14 de junio de 1982, cuando capitul¨® Argentina. Tanto argentinos como ingleses estaban clasificados para disputar el Mundial de Espa?a, que comenzaba el 13 de junio, precisamente con los argentinos, entonces vigentes campeones del mundo, disputando el partido inaugural ante B¨¦lgica, que se impuso por la m¨ªnima (0-1, gol de Van den Bergh). Aunque se lleg¨® a especular con una posible retirada de ambas selecciones, las dos participaron en la cita mundialista, aunque no llegaron a enfrentarse. La venganza en el plano deportivo llegar¨ªa cuatro a?os m¨¢s tarde, en tierras aztecas, con triunfo argentino (2-1), con dos goles eternos de Diego Maradona.

Uno de los integrantes de la selecci¨®n argentina era Osvaldo Ardiles. El talentoso centrocampista vivi¨® la guerra de las Malvinas en primera persona: un primo suyo, Jos¨¦ Le¨®nidas Ardiles, falleci¨® en combate a¨¦reo ante los Harrier brit¨¢nicos el 1 de mayo de 1982. Se convert¨ªa en el cuarto miembro de la Fuerza ¨¢erea argentina en caer en combate. Nunca se encontraron sus restos. Osvaldo, que pertenec¨ªa al Tottenham, fue cedido al PSG mientras se normalizaba la situaci¨®n. A?os m¨¢s tarde, en 1998, la revista 'El Gr¨¢fico' contaba aventuras y desventuras de aquella guerra vista a trav¨¦s de un, por entonces, jugador de f¨²tbol, Osvaldo Omar de Felippe: "Tengo grabados los primeros d¨ªas en Malvinas... Hab¨ªa chicos que estaban en el frente desde el primer d¨ªa. Y me qued¨® grabado, grabado... lo que era verlos volver. Con la mirada perdida, arrastrando el fusil por el suelo... Nosotros les pregunt¨¢bamos: "?C¨®mo est¨¢ la mano all¨¢?". Y alguno te contestaba, sin mirarte..."Mal, flaco, mal". La mirada de esos pibes las tengo grabadas. Nunca me las voy a olvidar¡±, explicaba...

La selecci¨®n de Irak particip¨® en el Mundial de M¨¦xico-86 cuando el pa¨ªs viv¨ªa una cruenta guerra con el pa¨ªs vecino y fronterizo Ir¨¢n a causa de la hist¨®rica pugna por los territorios de Shat-El-Arab entre el Tigris y el ?ufrates. Un largo conflicto que entre 1980 y 1988 caus¨® miles de muertos, en un precedente anterior de lo que ser¨ªa la denominada 'Guerra del Golfo' entre los propios iraqu¨ªes y el conglomerado de pa¨ªses aliados por la invasi¨®n de Kuwait. La selecci¨®n iraqu¨ª se clasific¨® para el Mundial jugando como local en ciudades neutrales: jug¨® en Kuwait City, Calcuta (India) o Taif (Arabia Saud¨ª). Ir¨¢n, por su parte, renunci¨® a disputar la fase de clasificaci¨®n. Ya en M¨¦xico, la selecci¨®n iraqu¨ª perdi¨® sus tres encuentros: ante Paraguay (1-0), B¨¦lgica (2-1) y M¨¦xico (1-0). Result¨® muy violento el duelo de la fase previa ante Qatar, donde tuvo que intervenir la polic¨ªa india para tratar de separar a sus contendientes.

En 1992, y por motivo del estallido de la llamada 'Guerra de los Balcanes', Yugoslavia es sancionada y queda apartada de poder competir en la Eurocopa de Suecia. Los yugoslavos, que ten¨ªan una de sus mejores generaciones de futbolistas que ya hab¨ªan mostrado su poder ganando el Mundial juvenil de 1987 en Chile, eliminado a Espa?a en el Mundial de Italia y teniendo al Estrella Roja como vigente campe¨®n europeo (derrot¨® al Olympique de Marsella en la tanda de penaltis en la final de la Copa de Europa de 1991), fueron relevados por Dinamarca. La leyenda cuenta que los daneses estaban de vacaciones, algunos en la playa, otros en la monta?a, pero lo que estaba claro es que estaban pendientes porque esa sanci¨®n era una de las posibilidades: aislarlos de cualquier tipo de competici¨®n, como ha pasado ahora con Rusia y Bielorrusia en pr¨¢cticamente todos los deportes. Con el estallido de la guerra, los jugadores fueron disgreg¨¢ndose en sus nuevas selecciones: Croacia, Serbia, Macedonia, etc. Fue el triste final a una espl¨¦ndida generaci¨®n de futbolistas.

Pero no todo ha sido malo. Tambi¨¦n ha habido casos con buenos resultados. Por ejemplo estos dos que siguen. El primero sucedi¨® el d¨ªa de Navidad de 1914, en tierras belgas. Agazapados en trincheras, soldados aliados y alemanes detuvieron la guerra para disputar un partidillo amistoso. El asunto hab¨ªa comenzado a fraguarse d¨ªas antes. Soldados de uno y otro bando hab¨ªan colocado im¨¢genes navide?as para conmemorar esas fechas: ¨¢rboles simulando ser ¨¢rboles de Navidad, y todo ese tipo de parafernalia. El primer momento lleg¨® el d¨ªa 24, cuando los soldados alemanes comenzaron a cantar villancicos, siendo seguidos por soldados brit¨¢nicos. Al d¨ªa siguiente se forj¨® una tregua: "Vosotros no disparar. Nosotros no disparar", se gritaron los unos a los otros. Momentos despu¨¦s, soldados germanos salieron de sus trincheras portando cigarrillos, algo de comida y un bal¨®n de f¨²tbol. Los soldados ingleses, estupefactos, les correspondieron. Acabaron jugando una pachanga... antes de que al d¨ªa siguiente todo volviera a la normalidad, es decir, tiros por parte de ambos bandos...

Una de las grandes leyendas (o mitos, seg¨²n quien quiera) tiene como principal protagonista a Pel¨¦. A uno de los considerados mejores futbolistas de la historia se le atribuye un alto el fuego temporal en ?frica. Sucedi¨® a comienzos de 1969, en Nigeria. La versi¨®n cuenta que hab¨ªa un conflicto armado entre fuerzas de Congo-Kinshasa y del Congo-Brazzaville que combat¨ªan por hacerse con el control de la zona: la realidad es que fue en la Guerra de Biafra, en Nigeria. El Santos, el equipo de Pel¨¦, fue invitado a realizar una excursi¨®n futbol¨ªstica por tierras africanas. Pues bien, el 26 de enero de 1969, el Santos jug¨® en Lagos, la capital nigeriana. Pese a que el conflicto estaba bastante alejado de la capital, se tem¨ªa que pudiera haber atentados, pero el gobierno nigeriano dobl¨® y redobl¨® la seguridad: el ej¨¦rcito rode¨® la ciudad y un fort¨ªsimo dispositivo de seguridad acompa?¨® a la expedici¨®n brasile?a. El partido entre el Santos y la selecci¨®n nigeriana acab¨® empate a dos tantos. Y s¨ª, Pel¨¦ marc¨® los dos goles de su equipo, que hizo gala de su nombre: Santos.