La regulaci¨®n laboral de los futbolistas en Europa es el desencadenante de las grandes diferencias a varios niveles que vive el f¨²tbol actual.
Hace unos d¨ªas, a ra¨ªz de la victoria del Chelsea en el mundialito de clubes, salt¨® un dato estad¨ªstico que muestra los efectos de uno de los puntos de inflexi¨®n que culminaria en la metamorfosis de lo que hoy llamamos 'f¨²tbol moderno': Entre los a?os 1960 y 1994, Sudam¨¦rica se hizo con el 60% de los t¨ªtulos en los que participaban clubes o selecciones de diferentes continentes. Desde ese a?o hasta el d¨ªa de hoy, Sudam¨¦rica solo ha conseguido el 20% de los torneos disputados.
El producto de esta brecha abismal que refleja con claridad el historial de las competiciones, no es otra que la llamada Ley Bosman, que sale adelante en el a?o 1995, y que cambia de un plumazo el panorama futbol¨ªstico a nivel mundial. Este suceso, es un conflicto judicial entre el jugador belga Jean-Marc Bosman y el Real F¨²tbol Club de Lieja, club del mismo pa¨ªs, y en el que militaba el futbolista.
La historia de la Ley Bosman
El conlicto judicial se produce a ra¨ªz del deseo de Bosman de fichar por un club franc¨¦s, el Dunkerke. Ante esta situaci¨®n, y como era habitual hasta aquel momento, el club que recib¨ªa al jugador deb¨ªa pagar la cl¨¢usula de su contrato, incluso una vez finalizado este. Adem¨¢s, hasta este momento, los jugadores europeos eran considerados extracomunitarios en todas las ligas extranjeras, incluidas las de la Uni¨®n Europea, estando sujetos a las restricciones de n¨²mero de fichas de esta naturaleza.
Bosman se embarc¨® en un proceso judicial que finalmente ganando, y que convertir¨ªa a los futbolistas en empleados asalariados con los mismos derechos de movilidad que cualquier otro trabajador de otro sector. Desde entonces, los jugadores europeos no ocupan plazas extracomunitarias en ligas extranjeras del continente, y tienen total libertad para negociar desde 6 meses antes de finalizar su contrato.
Un ejemplo claro, pero que quiz¨¢s a d¨ªa de hoy sea dif¨ªcil de entender, es que previo a esto, el Bar?a no pod¨ªa alinear a la vez a Romario, Laudrup, Koeman y Stoichkov, ya que en la liga espa?ola solo se pod¨ªa jugar con 3 extracomunitarios simult¨¢neamente de los 4 permitidos en la plantilla, y todos estos lo eran hasta dicha regulaci¨®n.
Impacto instant¨¢neo
Este cambio legislativo dentro del mundo del f¨²tbol aceler¨® con creces el proceso de evoluci¨®n del balompi¨¦ hac¨ªa un espacio pensado para el negocio, el mercantilismo y a ser una herramienta pensada en gran parte para la producci¨®n de capital, un hecho que se not¨® pr¨¢cticamente justo despu¨¦s de este suceso, derivando en consecuencias muy marcadas que se arrastran a d¨ªa de hoy:
-Una Gran brecha entre ligas de diferentes pa¨ªses: Muhas de las competiciones nacionales que hasta aquel momento estaban un escal¨®n por debajo de las grandes ligas empezaron a decrecer en beneficio de los gigantes de este deporte, que finalmente acabar¨ªan siendo 4 ligas europeas que est¨¢n muy por encima del resto. Tal fue el impacto inmediato que, en el mercado de verano del a?o 96, la liga espa?ola pas¨® de contar con 92 extranjeros, a contar con 199, un dato que gener¨® una gran atracci¨®n a las plataformas televisivas, firmando contratos millonarios nunca antes vistos.
Esta llegada masiva de jugadores extranjeros produjo que gran parte del talento de la ¨¦poca abandonase las ligas sudamericanas y de otros torneos menores de Europa, lo que termin¨® de aumentar la brecha entre el f¨²tbol de ambos continentes que contin¨²a hasta el d¨ªa de hoy.
Uno de los datos m¨¢s demostrativos se muestra en la UEFA Champions League: Desde la Ley Bosman se han disputado un total de 26 ediciones, y tan solo en una ocasi¨®n la gan¨® un equipo no perteneciente a una de las 4 grandes ligas (Espa?a, Inglaterra, Italia y Alemania). Como curiosidad, en los 5 a?os anteriores, se hicieron con el trofeo un equipo neerland¨¦s, un equipo franc¨¦s y uno yugoslavo, algo que no se ha vuelto a repetir.
-Muchas selecciones tienen su talento en el extranjero: Numerosos pa¨ªses de gran tradici¨®n futbol¨ªstica, pero con ligas menos competitivas que las de mayor nivel, como ocurre en B¨¦lgica o Francia, tienen desde entonces todo su talento exportado en otros lugares del mundo. De hecho, es muy dif¨ªcil ver a jugadores belgas o franceses con un papel relevante en su selecci¨®n, y jugando en su liga dom¨¦stica, (a excepciones de lo que ocurre con el PSG).
Un dato rotundo que demuestra esto es el ¨¦xodo de jugadores franceses. En el a?o 1994, la selecci¨®n francesa, para sus encuentros oficiales lleg¨® a convocar a 25 jugadores que militaban en la liga de este pa¨ªs, mientras que tan solo 4 a?os despu¨¦s, en el mundial de 1998, 'Les Bleus? tan solo llamaron a 10 jugadores de su propia liga, mucho menos de la mitad.
-Plantillas internacionales y la acumulaci¨®n de talento: A partir de este momento, el concepto equipo cambi¨® mucho. Los clubes pasaron de ser conjuntos de jugadores del pa¨ªs, con unas piezas puntuales fichadas del extranjero, a ser aut¨¦nticas selecciones multinacionales, como el Chelsea del 2000, que se convirti¨® en el primer equipo en la historia en alinear un once totalmente formado por extranjeros.
Otro de los efectos arrastrados hasta el d¨ªa de hoy, son las superplantillas plagadas de estrellas, que acumulan talento en etapa formativa, de pa¨ªses que hasta aquel entonces consegu¨ªan retener en sus equipos durante algunos a?os m¨¢s a los proyectos con mayor potencial del f¨²tbol mundial, como ocurr¨ªa con las ligas argentina y brasile?a, por ejemplo.
El peso de la Ley Bosman en la Superliga
Ambos conceptos tienen una relaci¨®n casi directa, pese a estar separados por un cuarto de siglo. La Superliga se nutre directamente de los beneficios que ofrece la Ley Bosman. Desde que se permite la acumulaci¨®n de talento antes mencionada, en un porcentaje muy reducido de entidades, estas se han convertido en supercolosos con los que no se puede competir en impacto o en ingresos, entre otras muchas cosas.
Esa independencia total del resto del f¨²tbol es lo que hace que estos grandes clubes se encuentren en condiciones de exigir un nuevo cambio en el orden futbol¨ªstico, algo que dividir¨ªa a¨²n m¨¢s en diferentes clases cada uno de los estamentos del f¨²tbol. Para abreviar, la libertad de mercado que se gener¨® a ra¨ªz de esta resoluci¨®n, ha permitido que en 26 a?os se haya ampliado esta brecha m¨¢s y m¨¢s.
El caso Mbapp¨¦ tambi¨¦n es 'hijo' de la Ley Bosman
Se ejemplifica con el 'Caso Mbapp¨¦' porque es el m¨¢s sonado en la actualidad futbol¨ªstica, pero todos esos grandes traspasos a coste cero se producen a d¨ªa de hoy gracias a aquel pleito. Desde ese momento, el jugador tiene un peso diferencial en cuanto a la toma de decisiones de cara su futuro, algo que no pasaba antes, cuando los clubes eran 'due?os' del destino del futbolista.
Lewandowski, Ibrahimovic, Pirlo o Gullit son algunas de las estrellas que cambiaron de escudo a coste cero, pudiendo negociar su nuevo contrato desde los 6 meses previos a la finalizaci¨®n del vigente. Mbapp¨¦ podr¨ªa ser el siguiente en la lista de jugadores que se mudaron sin un traspaso econ¨®mico de por medio.
La brecha insalvable con Sudam¨¦rica
El paso de los a?os cae como una losa en el f¨²tbol sudamericano. Temporada tras temporada, aumentan diferencias de las ligas pertenecientes a CONMEBOL con respecto a las de UEFA. La 'fuga de cerebros' del f¨²tbol sudamericano se da cada vez a m¨¢s temprana edad, y deja un desembolso menor en relaci¨®n a las cifras que maneja el f¨²tbol europeo.
Esto repercute en la calidad de la competici¨®n, lo que se convierte en una espiral que se retroalimenta, y que hace que cada vez su f¨²tbol sea menos competitivo. Ligas como la argentina o la uruguaya se han visto sumidas en una decadencia notable, y que se refleja en las arcas y las vitrinas, hasta convertirse en una situaci¨®n preocupante y de dif¨ªcil soluci¨®n.