Demb¨¦l¨¦ abre otra vez el mel¨®n de su renovaci¨®n
El franc¨¦s fue un hurac¨¢n 25 minutos. Hizo un gol de crack y dio dos asistencias. Xavi dej¨® la puerta abierta a que siga. "En f¨²tbol todo cambia de un d¨ªa para otro".
Apareci¨® Demb¨¦l¨¦ en el c¨¦sped en el minuto 67, pis¨® el bal¨®n con la pierna izquierda, y empez¨® a conducirlo sin rumbo. Pareci¨® no saber muy bien d¨®nde iba. Pero s¨ª lo sab¨ªa. Sus 25 minutos fueron un vendaval de f¨²tbol. El franc¨¦s se invent¨® el 2-0 en una jugada de extremo de toda la vida. Recibi¨® de Frenkie de Jong, su mejor socio mientras jug¨® por la izquierda, encar¨® a Lekue, y solt¨® un latigazo con la pierna izquierda que meti¨® a Unai Sim¨®n dentro de la porter¨ªa. Remol¨®n otras veces con las jugadas, Demb¨¦l¨¦ s¨ª fue esta vez al coraz¨®n de la acci¨®n. A ser efectivo. Se sent¨ªa bien y no par¨®. Xavi lo mand¨® a la banda derecha cuando reapareci¨® Memphis. All¨ª, corri¨® a por un bal¨®n cruzado por Pedri. Serpente¨® y centr¨® con la izquierda. En el medio del ¨¢rea apareci¨® Luuk de Jong, que cabece¨® como los ¨¢ngeles. Tres minutos despu¨¦s, clarividente, vio a Memphis y le regal¨® el 4-0. Un festival.
A favor o en contra de su voluntad, Demb¨¦l¨¦ va a ser noticia hasta que su contrato con el Bar?a expire el 30 de junio. "Ya dije que pod¨ªa ser el mejor jugador del mundo en su posici¨®n", insisti¨® Xavi ayer. El t¨¦cnico, en contra de la opini¨®n del club, mantuvo el planteamiento de alinearlo. No hacerlo hubiese resultado un problema en el vestuario. Y pegarse un tiro en el pie deportivamente. Demb¨¦l¨¦ ha mejorado mucho en la toma de decisiones en las dos ¨²ltimas temporadas. Antes, las lesiones no eran su ¨²nico problema. Su entendimiento del juego era limitado. La temporada pasada fue capaz incluso de rendir fugazmente como delantero centro, pero las lesiones, especialmente la de la Eurocopa, truncaron de nuevo su crecimiento.
Xavi dej¨® ayer la puerta abierta a la renovaci¨®n de Ousmane, pero la crisis de enero dej¨® demasiadas heridas por el camino. El club acus¨® al futbolista de "falta de compromiso" y quiso, directamente, echarlo. A Demb¨¦l¨¦ le doli¨® ese trato. Eso s¨ª, Ousmane encontr¨® defensores dentro del vestuario. El primero, el entrenador. Y luego, sus compa?eros. El abrazo que le dio Gavi despu¨¦s del 2-0; o los cari?os de Piqu¨¦, De Jong, Pedri o Busquets son el mejor ejemplo de que en el vestuario es un futbolista querido. Tal vez se anuncien sus mejores a?os de f¨²tbol. Y tal vez no est¨¦n en el Bar?a.