Piqu¨¦ ya no es intocable
Koeman ya le ha sentado en el banquillo (Granada) y le quit¨® a la media hora en Lisboa. La lesi¨®n en la rodilla derecha que sufri¨® el a?o pasado le penaliz¨®; a¨²n no est¨¢ a su nivel y se nota.
Gerard Piqu¨¦ ya no es intocable en el Bar?a. Al menos en el campo. Aunque, seguramente despu¨¦s del adi¨®s paulatino de vacas sagradas como Puyol, Xavi, Iniesta o Messi, a¨²n sea su rostro m¨¢s reconocible, y sus palabras sean las que m¨¢s siguen pesando en el socio, en el c¨¦sped es otra cosa. Sea porque a cierta edad es m¨¢s dif¨ªcil arrancar, y en febrero har¨¢ 35 a?os, Piqu¨¦ ha empezado la temporada en un nivel baj¨ªsimo y Koeman lo ha detectado.
Por primera vez en un largu¨ªsimo periodo de tiempo, fue suplente en un partido por decisi¨®n t¨¦cnica y s¨®lo jug¨® quince minutos (de delantero centro, por cierto) contra el Granada. Koeman, que era conocedor de la semana y media que ven¨ªa (C¨¢diz, Levante, Benfica y Atl¨¦tico), tambi¨¦n trat¨® de protegerle. Entre otras cosas, porque ya se hab¨ªa lesionado ante el Athletic en la segunda jornada.
Pero contra el Benfica, sin embargo, el entrenador holand¨¦s no se cort¨®. A la media hora, y con el central fuera de posici¨®n y del partido y cerca de ver a roja, le sustituy¨® para sacar a Gavi y meter a Frenkie de Jong como libre. Piqu¨¦ acept¨® el cambio, pero le doli¨®. Su cara durante la segunda parte en el banquillo era un poema. Fue la demostraci¨®n de que, con sus condiciones futbol¨ªsticas por debajo de lo que era habitual, ser¨¢ uno m¨¢s a la hora de elegir y no el futbolista indispensable que ha sido durante estos a?os.
Piqu¨¦ no ha transmitido buenas sensaciones desde el principio de curso. La lesi¨®n en la rodilla derecha que sufri¨® en el Wanda Metropolitano el 21 de noviembre de 2020 le ha ido pesando. Se empe?¨® en reaparecer en Champions ante el PSG en febrero, y Mbapp¨¦ le dej¨® en evidencia. Sin embargo, demostr¨® orgullo para levantarse y, contra el Sevilla en la vuelta de la semifinal de Copa, su gol de cabeza con el tiempo cumplido meti¨® al equipo en la pr¨®rroga. Esa noche jug¨® el que, hasta ahora, ha sido su ¨²ltimo gran partido con la camiseta del Bar?a, con la mala fortuna de lesionarse otra vez, lo que le hizo jugar renqueante el resto del curso, final de Copa incluida.
Las sensaciones no han sido buenas en los primeros partidos. Atrevido para llevar la l¨ªnea hacia delante durante toda su carrera, Piqu¨¦ se protege demasiado ahora, juega cerca de Ter Stegen y condiciona a defensas con f¨ªsico exuberante como Ara¨²jo.
Incluso en sus declaraciones ha perdido cierta brillantez. Siempre ha sido un personaje contradictorio, pero transmit¨ªa una seguridad que no ha mostrado cuando, despu¨¦s de llevarle la contraria a Koeman y asegurar que no jugaba en el Bar?a para ser segundo, apareci¨® despu¨¦s del partido del Wanda para decir: ¡°El tema est¨¢ complicado¡±. Con contrato hasta 2024, Piqu¨¦ siempre ha dicho que dar¨ªa un paso al lado en el Bar?a cuando fuese un problema. Hasta ese punto, por la experiencia y calidad que conserva, no ha llegado. Pero ya no es intocable.