Querer y no poder
La deriva del Zaragoza no es por una mala racha, ni por falta suerte. Sencillamente, el equipo tiene un problema grav¨ªsimo no resuelto de definici¨®n, por falta de calidad. Pura ineficacia.
El Zaragoza quiere, pero no puede. Como afirma Juan Ignacio Mart¨ªnez, ¡°los chavales lo dan todo¡±, pero no les alcanza para ganar a casi nadie. S¨®lo al colista Alcorc¨®n -siete derrotas en ocho jornadas y hasta 17 goles encajados-, y gracias al regalo de un defensa. Esa es la cruda realidad del Real Zaragoza y lo dem¨¢s es literatura o un pretendido acto de fe que ya pr¨¢cticamente nadie est¨¢ dispuesto a comprar por mucho que se le insista.
El discurso triunfalista del director deportivo Torrecilla -¡°Debemos estar en la pomada por el ascenso¡±-, respaldado en varias ocasiones por JIM ¨C¡°Hemos hecho un muy, muy buen equipo¡±-, se est¨¢ convirtiendo en un verdadero bumer¨¢n para su autor. Ya entonces pareci¨® un exceso verbal innecesario, que nadie con solera zaragocista se hubiera atrevido a pronunciar, viniendo de donde se viene, pero con el paso de las jornadas se est¨¢ volviendo muy da?ino para el propio equipo. Si el director deportivo lo dijo convencido, la cosa no ir¨ªa m¨¢s all¨¢ de un equivocado alarde de optimismo, pero si lo afirm¨® forzado o como una suerte de autodefensa preventiva puso el list¨®n tan alto que se pas¨® de propagandista. Y eso tiene su precio.
Porque m¨¢s all¨¢ de opiniones o de an¨¢lisis, de ver la botella medio llena o medio vac¨ªa, el Zaragoza ha completado su peor inicio en estas nueve temporadas en Segunda, con s¨®lo una victoria en estas ocho primeras jornadas y apenas cinco goles a favor: dos de penaltis forzados por Iv¨¢n Az¨®n, uno de falta ensayada, otro de un regalo defensivo del Alcorc¨®n y otro de rebote en un defensa del Sanse. Los n¨²meros hablan por s¨ª solos, y ¨²nicamente el cr¨¦dito que se gan¨® JIM con su haza?a milagrosa de la temporada pasada propicia la calma que no hubo otras veces.
Pero, se ponga como se ponga JIM, el problema del Zaragoza no es de una mala racha, ni de falta suerte, ni siquiera de din¨¢mica. Sencillamente, el Zaragoza tiene un d¨¦ficit grav¨ªsimo no resuelto de definici¨®n que compromete todos sus m¨¦ritos, que, por cierto, cada vez son menores. Porque el equipo, como se vio frente al Oviedo, va a menos. Quiere, pero no puede. No le alcanza s¨®lo con empuje. Le falta claridad y no tiene gol.
Ojal¨¢ un partido lo pueda cambiar todo, y no hay mejor ocasi¨®n para resurgir que la visita del Huesca, pero la planificaci¨®n deportiva de Torrecilla es m¨¢s que cuestionable. En lugar de reforzar el equipo con tres o cuatro titulares indiscutibles, que es para lo que da la econom¨ªa de guerra del club, ha rellenado la plantilla. De los ocho fichajes, s¨®lo Fran G¨¢mez y Vada se est¨¢n haciendo notar, y en el caso del lateral, dif¨ªcilmente ser¨ªa titular si no estuviera lesionado Vigaray. Vada anda justo de motor, pero es diferente al resto de los centrocampistas y el ¨²nico que llega al ¨¢rea y amenaza al rival. Apenas hay dinero y se ficha, y no precisamente barato, a un medio centro defensivo como Petrovic, que acumula cuatro partidos sin jugar un minuto. Por no hablar de ?lvaro Gim¨¦nez, la gran apuesta de Torrecilla -lo suyo no es, precisamente, fichar a delanteros centro-, que lleva mes y medio de ausencia. Tampoco los extremos, ni los que hab¨ªa ni los que han llegado, destacan ni han destacado por ver porter¨ªa, lo que agrava todav¨ªa m¨¢s el problema.
Y luego hay cuestiones de dif¨ªcil comprensi¨®n, que tocan de lleno a JIM, como que Zapater est¨¦ por delante de Francho.
La temporada pasada, Juan Ignacio Mart¨ªnez logr¨® impedir el descenso del equipo aragon¨¦s gracias a una fortaleza defensiva que le permit¨ªa sacar el m¨¢ximo provecho a un solitario gol. Y as¨ª , y con enorme sufrimiento, se sacaron adelante partidos vitales. Pero el Zaragoza 2021-22 ni es solvente a la hora de defender ni ha mejorado los paup¨¦rrimos registros goleadores que dejaron Toro Fern¨¢ndez, Vuckic o ?lex Alegr¨ªa. La falta de calidad en los atacantes no ha sido resuelta y eso tiene como directa consecuencia la ineficacia, una ineficacia que ya no hay quien la camufle hablando de una mala racha.
¡°Estamos en deuda con la afici¨®n¡±, dijo JIM a la conclusi¨®n del partido frente al Oviedo. La verdad es que con quien est¨¢ en deuda el Real Zaragoza con s¨ª mismo, con su propia historia. Y esa deuda no deja de crecer sin que nadie ponga remedio.