A Messi le mira con asombro todo el mundo y se le reconocen sus cualidades ¨²nicas. Todo tiene una explicaci¨®n mental, f¨ªsica y t¨¦cnica. ?Por qu¨¦ es tan bueno?
La excepcionalidad de Leo Messi (34 a?os) no admite discusi¨®n. No se trata de una virtud epis¨®dica. La verdadera conquista del argentino ha sido convertir la genialidad en algo rutinario. "Messi es Maradona todos los d¨ªas", sentenci¨® con clarividencia Jorge Valdano. Es su d¨ªa a d¨ªa. ?Pero c¨®mo explicar a un talento tan especial? ?Cu¨¢ntas veces nos hemos preguntado c¨®mo es capaz de desarrollar todo lo que piensa en un campo de f¨²tbol?
Muchos estudios cient¨ªficos se han aproximado a la figura de Messi para dar respuesta a algo tan extraordinario. Todos destacan las capacidades cognitivas y las habilidades motoras como elementos decisivos de su hegemon¨ªa futbol¨ªstica a nivel individual. Acaba de conquistar su octavo Pichichi. En Messi, como podr¨¢n evaluar en los tres cap¨ªtulos anal¨ªticos sobre su juego, cohabitan la inteligencia, la t¨¦cnica y la condici¨®n f¨ªsica superiores al resto para ser el jugador que es.
Messi es capaz de hacer cosas inimaginables para cualquier mortal. Y el cerebro es la clave de todo su proceso creativo. En cada acci¨®n los futbolistas realizan complejos c¨¢lculos geom¨¦tricos, aerodin¨¢micos y probabil¨ªsticos en min¨²sculos intervalos de tiempo, aunque sea de forma instintiva y no lo racionalicen en su interior. La inteligencia asume un rol principal en el juego.
Entender la singularidad de Messi no es posible sin un an¨¢lisis detallado de c¨®mo act¨²a su cerebro. Est¨¢ m¨¢s activo que el del resto y este hecho le permite tomar mejores decisiones. A trav¨¦s de los est¨ªmulos visuales y la experiencia procesa la informaci¨®n a gran velocidad. La sincronizaci¨®n de los hemisferios, el funcionamiento de la corteza motora y la actividad neuronal ofrecen luz a su caso. Y una jugada muy simb¨®lica emerge como el reflejo perfecto de su grandeza.
La estad¨ªstica siempre muestra una perspectiva elocuente, que no definitiva, sobre las virtudes de un jugador. Messi encabeza casi todas las temporadas la lista de los m¨¢s regateadores del f¨²tbol europeo. Seg¨²n datos de Opta, que tiene pormenorizados 755 partidos del '10' con el Barcelona ¡ªfaltan 23 en la lista¡ª desde su irrupci¨®n en el primer equipo cul¨¦, ha hecho 3.216 quiebros buenos entre todas las competiciones. La cifra es rotunda y a la misma le caben pocos a?adidos m¨¢s. Desde este punto de vista, no ha habido un futbolista m¨¢s desequilibrante a nivel individual a lo largo de la historia.
Su t¨¦cnica en el regate viene determinada, como comprobar¨¢n de forma desmenuzada en este segundo episodio, por la estabilidad de los movimientos y el poderoso cambio de ritmo gracias a su potente tren inferior y centro de gravedad bajo. Su cabeza piensa y el tronco, brazos y piernas lo despliegan. Sin florituras ni excesos. Su facilidad para sortear rivales en espacios reducidos no deja de sorprender pese al paso del tiempo. Resulta casi imposible de frenar.
Si el regate puntualiza la calidad fuera de lo com¨²n de Messi, el disparo descorcha su impacto may¨²sculo en los partidos. Messi es el gol. La autoridad que exhibe en el golpeo de bal¨®n le ha convertido en uno de los m¨¢ximos realizadores de siempre, solo por detr¨¢s de Cristiano Ronaldo, Bican, Pel¨¦ y Romario, aunque a tiro de todos est¨¢. Su prodigiosa t¨¦cnica para patear el bal¨®n queda retratada a la perfecci¨®n en los lanzamientos de falta, especialidad en la que es un experto consumado, entre los mejores de todos los tiempos. Tuvo grandes maestros en el vestuario del Barcelona como fueron Ronaldinho o Henry.
Messi se empez¨® a destapar en este apartado a partir de 2009. Con la mirada clavada en la pelota, se enfrenta a cada libre directo con una gama de movimientos casi imperceptibles en una secuencia din¨¢mica. Pero detr¨¢s hay una f¨®rmula cuidada. La observaci¨®n biomec¨¢nica de su ejecuci¨®n en las faltas pone en valor (ver en el tercer cap¨ªtulo) un m¨¦todo que combina el balance y rotaci¨®n del cuerpo, el control en el apoyo y el efecto que da a la hora de disparar. Adem¨¢s, posee una gran capacidad de improvisaci¨®n para variar direcciones y alturas. Es esta otra cualidad irrebatible de Messi. La originalidad en todo lo que hace.