Vallecas es tierra de milagros. Y ¡®Somos Tribu Vk¡¯ lo sabe bien porque ha obrado unos cuantos. Cuando estall¨® la pandemia, lo hizo tambi¨¦n la necesidad y para darle una respuesta naci¨® esta red de apoyo vecinal tejida por 800 personas, entre las cinco despensas solidarias que salpican el distrito de Puente de Vallecas (San Diego, Nueva Numancia, Palomeras, Entrev¨ªas y Do?a Carlota) y los diferentes grupos, que van desde el ¨¢mbito laboral y la maternidad hasta la creatividad y las mascotas. Los ecos de esta Tribu han trascendido fronteras, hasta el punto de haber recibido el Premio Ciudadano Europeo 2020 de entre 266 proyectos presentados. Ahora alza su voz para animar al Rayo, para recordarle sus valores y los del barrio que representa y para transmitirle ese aliento que le impulse a la remontada en Girona. Para algunos, un aut¨¦ntico milagro¡­

¡°Aqu¨ª, en Vallecas, hay muchos. Los vemos cada d¨ªa y seguir vivos a veces ya es uno (risas). El milagro m¨¢s grande es revertir situaciones adversas y vivir con dignidad, levantarse y seguir adelante¡±, se arranca I?aki Olazabal, a lo que su compa?ero ?lvaro D¨ªaz a?ade: ¡°Siempre desde el apoyo mutuo¡±. Porque esa es la esencia de la Tribu. ¡°No se trata de unas personas ayudando a otras ¡ªasistencialismo¡ª, sino de vecinos organizados creando red  ¡ªparticipaci¨®n¡ª¡±, explica Marimar Amoedo. Juntos, a trav¨¦s de sus testimonios, los tres construyen esta historia. El origen radica en los grupos de WhatsApp en los que los vecinos se organizaban para hacer los recados a las personas mayores o a los infectados por la COVID-19, pero aquello ¡°evolucion¨® muy r¨¢pido¡±. El coronavirus fue destapando, cada vez m¨¢s, necesidades econ¨®micas y para combatirlas se hicieron cajas de resistencia. ¡°La gente aportaba dinero para hacer la compra a las personas que no ten¨ªan esa capacidad¡±. A partir de ah¨ª, decidieron organizarse en despensas solidarias.

Las cifras son abrumadoras. ¡°A lo largo de este a?o y tres meses, hemos apoyado a unas 4.200 unidades familiares y actualmente repartimos alrededor de 340 cestas de alimentos a la semana. La crisis sanitaria ha derivado en otra social y lo que se est¨¢ viviendo en Vallecas es la consecuencia de a?os de abandono institucional¡±, expone Marimar. Toda esta labor de ¡®Somos Tribu Vk¡¯ ha dado sus frutos y ha llamado la atenci¨®n del Parlamento Europeo, que la ha galardonado. ¡°Eso nos dio una gran visibilidad y supuso un reconocimiento para todas las redes de apoyo vecinal. En el punto ¨¢lgido de la pandemia, lleg¨® a haber 61 en Madrid y siguen activas 31. Adem¨¢s, tenemos mucha comunicaci¨®n entre las despensas, con Ca?ada, Lavapi¨¦s, Latina¡­ Cuando hay una donaci¨®n grande a la que no podemos dar salida, se comparte. Y viceversa¡±, narra ?lvaro, a lo que I?aki apostilla: ¡°Estamos contentos de que se reconozca, por fin, este trabajo porque en ciudades como ¨¦sta parece que nos ponen palos en las ruedas, en vez de ayudarnos¡±.

Detr¨¢s de esos datos hay historias, todas conmovedoras. ¡°Al principio, hab¨ªa mucha gente sola y no llegaban las ambulancias. Una de las cosas que hac¨ªamos era acompa?arla. Recordamos a una mujer, cuyo marido estaba ingresado con COVID, que estaba infectada. Estuvimos con ella siete horas en la calle esperando, haciendo turnos hasta que la trasladaron al hospital. Termin¨® falleciendo al poco¡±, dice I?aki, emocionado. Fueron muchas noches sin dormir, muchas l¨¢grimas, muchas horas intentando encontrar soluciones. Y en ese d¨ªa a d¨ªa, trat¨¢ndose de Vallecas, resultaba imposible disociar al barrio del Rayo. ¡°Nos contact¨® por Instagram un chico que viv¨ªa en Vigo y nos cont¨® que le encantaba Vallecas por el Rayo y Ska-P. No ten¨ªa mucho dinero, pero nos mand¨® cinco euros para cada despensa. Hablamos con el bater¨ªa de la banda y le grab¨® un v¨ªdeo d¨¢ndole las gracias. El chaval estaba emocionado¡±, desvela Marimar.

La Tribu es tambi¨¦n un equipo, donde cada uno de sus integrantes posee un gran valor. Es ¨²nico. ¡°Hay j¨®venes de 20 y otros de m¨¢s de 60, familias con hijos y gente sola, con trabajo y en paro, de todas las nacionalidades¡­ Hay una mezcla muy potente y da mucha riqueza al grupo¡±, afirma ?lvaro. Porque otro de sus logros pasa por haber conseguido crear ese sentimiento de pertenencia en tiempos dif¨ªciles, donde el confinamiento implicaba cierto aislamiento. ¡°Cuando dec¨ªan que no se pod¨ªa salir de casa, ni hacer nada, ni conocer gente nueva¡­ Pensaba: ?Un¨ªos! He conocido personas con las que hablo todos los d¨ªas. Se me ha llenado el m¨®vil de ST¡±, bromea Marimar, que prosigue: ¡°Vallecas, en su ADN y su historia, lleva la participaci¨®n. Este es un barrio en el que siempre se ha peleado por todo: las calles, el alumbrado, el asfaltado¡­ El Rayo representa esos valores¡±.

De hecho, el rayismo siempre ha respondido a esa llamada de la Tribu. Lo han hecho las pe?as englobadas en la Plataforma ADRV, medios de comunicaci¨®n como ¡®Matagigantes¡¯¡­ A nivel personal, las plantillas del primer equipo masculino y femenino hicieron compra y la llevaron a la despensa. ¡°Han apoyado equipo y afici¨®n. El club como tal, nada¡±, puntualiza ?lvaro, que tambi¨¦n apunta a iniciativas como la 'Carrera del Rayismo': ¡°En esta ¨²ltima edici¨®n virtual se hizo una inscripci¨®n simb¨®lica y solidaria que se destin¨® a las despensas. Hablamos de red vecinal porque est¨¢ todo interconectado. Los integrantes de 'Somos Tribu Vk' estamos en otros espacios, hay abonados de la Franja¡­¡±. Ah¨ª las miradas recaen en I?aki, ese es su caso.

¡°El Rayo sigue los valores de Vallecas, se impregna de su esfuerzo, su lucha vecinal, su solidaridad¡­ Por eso, conf¨ªo en la remontada con el Girona. La Franja siempre ha tenido ese punto de ¨¦pica, como se vio en aquel Matagigantes (77-78), el Tamudazo (11-12)¡­ Y la gente est¨¢ falta de alegr¨ªas, de celebraci¨®n¡­ Hay ganas ya¡±, afirma. Precisamente la hinchada juega un papel determinante. ¡°Gracias a la afici¨®n se mantienen esos valores. El Rayo podr¨ªa ser conocido en toda Europa por ellos, como el St. Pauli, que representa el barrio, el f¨²tbol popular, una ideolog¨ªa¡­ Y eso la Franja lo tiene per se, gracias a su gente y su historia, pero no se aprovecha para posicionarlo donde deber¨ªa estar. El Rayo ha llevado lejos el nombre de Vallecas, pero al mismo tiempo el barrio ha nutrido al equipo de ese car¨¢cter. No se aprovecha esa sinergia. Algunas de las iniciativas autogestionadas por la hinchada pod¨ªan apoyarlas desde la Fundaci¨®n¡±, esgrime I?aki.

A trav¨¦s de las Redes Sociales sienten tambi¨¦n el apoyo de los jugadores y destacan al capit¨¢n, ?scar Trejo, ¡°siempre pendiente de los proyectos que hacemos¡±. Una evidencia m¨¢s de que este equipo es especial. ¡°Muchos futbolistas conocen lo que est¨¢ pasando en el barrio donde juegan y eso ocurre en muy pocos sitios¡±, reflexiona, antes de abordar una ¨²ltima misi¨®n: la foto de familia. Para ella se ha convocado a diferentes miembros de ¡®Somos Tribu Vk¡¯ ¡ªporque, ojo, hay otras Tribus en Hortaleza, Espartales¡­ creadas a posteriori¡ª y van apareciendo decenas de personas. Este equipo, esta familia, luce bufandas, entona c¨¢nticos, aplaude, anima¡­ en busca de, quiz¨¢, un nuevo milagro en Montilivi.