En los 66 a?os de vida de la Copa de Europa, 29 desde que pas¨® a denominarse Liga de Campeones, s¨®lo tres ¨¢rbitros espa?oles han tenido el honor de dirigir una final. Una proporci¨®n menor si se tiene en cuenta el peso hist¨®rico del f¨²tbol espa?ol dentro del concierto internacional, pero a la hora de valorar el porcentaje siempre hay que tener en cuenta que la designaci¨®n del 'trencilla' de la final¨ªsima est¨¢ directamente relacionada con la nacionalidad de los clubes contendientes. Antonio Mateu Lahoz ser¨¢ hoy, en Oporto, el cuarto privilegiado en arbitrar una final.

Barcelona 92. "Cuando me preguntan si la final de la Champions fue mi gran d¨ªa como ¨¢rbitro siempre contesto que tengo donde elegir porque tuve el honor de pitar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92. Dirig¨ª el partido por la medalla de bronce y no pit¨¦ la final porque afortunadamente estaba Espa?a, que gan¨® el oro. As¨ª comparto acontecimientos. Sin olvidar que en el 94 estuve en el Mundial de EEUU y en el 96 en la Eurocopa de Inglaterra. Si me tengo que quedar con uno me quedo con los Juegos por mi concepto global del deporte. Viv¨ª feliz en la villa ol¨ªmpica. Era algo m¨¢s que un partido en s¨ª".

La noticia se la da un periodista. "La final de Champions tiene m¨¢s singularidad. Es la culminaci¨®n a un trabajo, a un esfuerzo y a una dedicaci¨®n al arbitraje de forma seria, profesional. Para que a un ¨¢rbitro le den este partido tienen que darse una serie de circunstancias. La primera que no juegue un equipo espa?ol y la segunda que est¨¦s en plena forma y ofrezcas garant¨ªas. Para un ¨¢rbitro pitarla debe ser como para un futbolista jugarla. Y si la gana mejor".

"Me enter¨¦ de mi nombramiento en la puerta de mi casa de Oviedo y me lo dijo un periodista que precisamente me iba a buscar para entrevistarme. Al Comit¨¦ de ?rbitros la noticia se la di yo. Es curiosa la situaci¨®n. Ellos tampoco sab¨ªan nada. Tuvieron que llamar a la Federaci¨®n y a la propia UEFA para confirmarlo. La ilusi¨®n fue enorme. Lo afront¨¦ igual que cualquier otro partido. El protocolo previo era el mismo. Solo cambia un poco la escenificaci¨®n. Todo est¨¢ bajo control, minutado".

"Viaj¨¦ el d¨ªa anterior a Roma. Nos hospedamos en el hotel donde estaban todos los invitados y directivos de la UEFA. Llevaba un equipo b¨¢rbaro. Fernando Tresaco y Joaqu¨ªn Olmos, de asistentes y Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Aranda de cuatro ¨¢rbitro. Nos entrenamos la v¨ªspera por la tarde cerca del estadio Ol¨ªmpico y ya no salimos para nada m¨¢s del hotel. Despu¨¦s de comer tuvimos una reuni¨®n entre nosotros para terminar de preparar el partido y despu¨¦s salir para el campo".

"El encuentro fue c¨®modo. No hubo nada extra?o. No recuerdo ninguna jugada pol¨¦mica. El Ajax ten¨ªa entonces la bandera del f¨²tbol r¨¢pido, vertical, muy vistoso. Los italianos siempre jugaban al filo de lo permitido, pero para eso ponen un ¨¢rbitro, para determinar hasta donde se puede permitir y diferenciar lo reglamentario de lo antirreglamentario. Eso s¨ª fue el partido como el m¨¢s largo de mi vida. Creo que no dirig¨ª otro con 90 minutos, pr¨®rroga y penaltis. Como recuerdo, la UEFA nos dieron una medalla con el escudo de la organizaci¨®n. Nada m¨¢s, pero fue un honor".

Mateu en plena forma. "A Antonio no le puedo dar ning¨²n consejo. Es un hombre lo suficientemente experto para saber en todo momento lo que tiene que hacer. Conoce de primera mano a los dos equipos porque ya los ha dirigido varias veces y si alguien tiene que darle alg¨²n consejo ser¨¢n sus jefes directos de la UEFA. Yo poco puedo decir a alguien con tanta experiencia. Se la merec¨ªa. Como otros ¨¢rbitros antes y no lo consiguieron porque hab¨ªa clubes espa?oles en la final. Si le han elegido para esta final es porque es el ¨¢rbitro que en este momento en mejor est¨¢ de forma. Lleva a?os est¨¢ndolo. Tambi¨¦n hay otros capacitados, como Carlos del Cerro. Pudo haberla dirigido antes tambi¨¦n Undiano Mallenco, el mismo Carlos Velasco¡­".

Partido a partido. "Estaba en las quinielas para pitar esa final porque no hab¨ªa ning¨²n equipo espa?ol y hab¨ªa hecho una buena temporada. Hace ya 16 a?os de entonces y lo recuerdo todo como si hubiese sido ayer. No era un ¨¢rbitro de ponerme metas y obsesionarme con objetivos. Siempre fui del d¨ªa a d¨ªa y no comerme la cabeza. Luego si no te dan un partido como este el batacazo es importante. Fue una constante en mi vida. No me obsesion¨¦ por subir a Segunda, ni a Primera. Iba partido a partido. Nunca me hubiera imaginado, eso s¨ª, que podr¨ªa pitar una final de la Champions. Cuando ya est¨¢s en el grupo de elite ves que vas arbitrando partidos de octavos, cuartos¡­ y me lleg¨® la final. Los ¨¢rbitros de la Liga somos una garant¨ªa en este sentido. Estamos acostumbrados a trabajar con presi¨®n y eso es un plus".

Final impresionante. "Si comparamos, para un ¨¢rbitro pitar una final de Champions puede ser incluso m¨¢s importante que para un jugador. Ellos tienen m¨¢s oportunidades y juegan tambi¨¦n Eurocopas y Mundiales. Est¨¢n siempre en la ¨¦lite y pueden jugar algunos hasta dos y tres como en el caso de los del Real Madrid, Barcelona, Atl¨¦tico¡­ Nosotros adem¨¢s dependemos de ellos, no de nosotros mismos. La trascendencia es enorme. Para m¨ª fue el premio al hecho de haber trabajado todos los d¨ªas para hacer las cosas bien".

"Fue una final impresionante como partido por los cambios que se dieron en el marcador. Nunca pude relajarme. Del 3-0 del Mil¨¢n de la primera parte se pas¨® al empate del Liverpool en la Segunda. Fue una noche para recordar en la historia del f¨²tbol. Un ejemplo de que en el f¨²tbol hasta el rabo todo es toro. En el campo me daba cuenta de que los jugadores del Liverpool no bajaban los brazos y demostraron que con fe se pueden dar vueltas a las cosas. ?Qu¨¦ si los espa?oles del Liverpool me presionaron mucho? No, no hubo ning¨²n problema, todo lo contrario. Yo prefer¨ªa dirigirme a ellos en ingl¨¦s, para mantener una igualdad con los italianos, pero seguro que hubo momentos en los que habl¨¢bamos en espa?ol. Estuvieron siempre muy correctos, tanto Rafa Ben¨ªtez como los futbolistas. Con los italianos tambi¨¦n me entend¨ªa bien. Me llam¨® la atenci¨®n c¨®mo los del Mil¨¢n supieron perder despu¨¦s de que les hubieran remontado un 3-0. Saber ganar sabe casi todo el mundo, pero a pesar del palo que se llevaron su comportamiento fue ejemplar. Estuvieron de 10".

Amigo Gattuso. "Adem¨¢s de ser ¨¢rbitro intentaba mantener con los protagonistas una relaci¨®n de persona. Por ejemplo, con Gattuso me llevaba muy bien, Le pit¨¦ el penalti y no me dijo nada. Era un gran tipo. Sab¨ªa cu¨¢ndo pod¨ªa hablarle, cuando no. Esos jugadores aguerridos, de car¨¢cter, siempre se me dieron bien. Si los sab¨ªas llevar acababan en tu terreno. Al finalizar la tanda de penaltis intent¨¦ m¨¢s consolar al perdedor que dar la enhorabuena a los campeones por muchos espa?oles que hubiera porque ellos ya lo celebraban solos. Te dan m¨¢s pena los que pierden que est¨¢n en el suelo desconsolados. Son los que m¨¢s necesitan una palabra de apoyo".

El f¨²tbol ingl¨¦s. "A un ¨¢rbitro del nivel de Mateu no se le puede dar ning¨²n consejo. Le felicit¨¦ en su d¨ªa. ?l toma el relevo. Lleva muchos a?os y se lo merece. Para el f¨²tbol espa?ol que pite una final es un ¨¦xito. Solo hay que decirle que sea ¨¦l mismo. Si le dieron la final es porque hizo un buen trabajo. La UEFA sabe c¨®mo arbitra y puede que le hayan elegido para este partido entre dos equipos ingleses, por su forma de arbitrar. Me acuerdo que tambi¨¦n pit¨¦ una semifinal entre el Chelsea y el Arsenal y antes del partido Mourinho dijo que el ¨¢rbitro espa?ol tendr¨ªa que adaptarse a que jugaban dos equipos ingleses. Al final me felicit¨®. Fue uno de los partidos m¨¢s f¨¢ciles de mi vida. Los ¨¢rbitros se adaptan a lo que quieran los equipos. Ahora hay m¨¢s jugadores extranjeros en el f¨²tbol ingl¨¦s, pero es un f¨²tbol que se caracteriza por no tener casi parones. La cultura de un pa¨ªs, de un jugador, se nota en su manera de jugar. Son fuertes, aguerridos, pero nobles y equilibrados. El ¨¢rbitro se adapta a lo que pide el partido y en el f¨²tbol ingl¨¦s si se dedican a jugar, hacer su trabajo y no protestan, pues que jueguen".

Psicolog¨ªa arbitral. "Seguro que a Antonio le va a favorecer todo esto de lo que hablo. A ¨¦l le gusta dejar jugar y sancionar lo que es. Le pido que dentro de la concentraci¨®n que tiene que tener, que disfrute, que es una ocasi¨®n en la vida y pasa muy r¨¢pido Por dejar jugar, tampoco puedes dejar de sancionar una falta si es falta. La psicolog¨ªa es una parte fundamental en el arbitraje. Un ochenta por ciento. El ¨¢rbitro bueno es el que tiene una sonrisa para determinados momentos. El ¨¢rbitro que tiene siempre la misma cara, mala cosa. Un ¨¢rbitro es como un polic¨ªa, un guardia de seguridad, tiene que saber en cada momento lo que debe hacer. Es como con tus hijos, a veces una sonrisa, una mirada, ya vale. La cara es el espejo del alma. Saber poner calma en un momento de tensi¨®n y m¨¢s ahora con el VAR. Los partidos hay que llevarlos como a un caballo. Ahora aprieto las riendas, ahora las suelto. Es como una olla a presi¨®n. A veces hay que abrir la v¨¢lvula y a veces cerrarla. A veces dejar jugar y a veces parar".

El cuarto ¨¢rbitro. Arturo Daud¨¦n Ib¨¢?ez fue el cuarto ¨¢rbitro de esa final y guard¨®, como se puede ver en estas fotograf¨ªas, todos los recuerdos posibles. "Desde la banda me llam¨® la atenci¨®n la tensi¨®n con la que se viv¨ªa el partido desde los banquillos y c¨®mo vari¨® la situaci¨®n de la primera a la segunda parte, seg¨²n cambi¨® el resultado. El silencio y los gritos se intercambiaron. En la tanda de penaltis, desde el banquillo del Liverpool no paraban de gritar consejos a Dudek. Tambi¨¦n fue impresionante el ambiente antes del pitido inicial. El sue?o vibraba con los c¨¢nticos. Nunca hab¨ªa visto algo parecido".

Su caso puede ser ¨²nico en la historia del f¨²tbol mundial. Jos¨¦ Mar¨ªa Ortiz de Mend¨ªbil (Portugalete, 1926-2015) sali¨® a hombros del c¨¦sped del Santiago Bernab¨¦u tras arbitrar la final de la Copa de Europa de 1969 entre el Mil¨¢n y el Ajax (4-1). Era la primera vez que un colegiado espa?ol dispon¨ªa de ese privilegio y los aficionados se lanzaron al campo para levantarle en volandas tras el pitido final.

En aquellos tiempos el portugalujo era considerado por parte de la FIFA y de la UEFA como el n¨²mero 1 de nuestro pa¨ªs. En 1964 ya hab¨ªa dirigido la final de la Copa Intercontinental entre el Inter e Independiente (1-0) y justo la temporada anterior hab¨ªa pitado la final de la Recopa, Mil¨¢n-Hamburgo (2-0) y de la Eurocopa, Italia-Yugoslavia (2-0). M¨¢s adelante, pit¨® la semifinal del Mundial del 70, Brasil-Uruguay (3-1) y otra final de la Recopa.

Sin la profesionalidad actual, la v¨ªspera de la final, Jos¨¦ Mar¨ªa ocup¨® la ma?ana como un d¨ªa cualquiera en la empresa de productos qu¨ªmicos en la que trabajaba y por la tarde, en su coche, si dirigi¨® hacia los alrededores de Madrid donde pernoct¨® para estar m¨¢s alejado del bullicio. Solo ya en la ma?ana del partido ocup¨® la habitaci¨®n reservada para ¨¦l en la capital y tres horas antes se dirigi¨® hacia el Santiago Bernab¨¦u.

Las cr¨®nicas de la ¨¦poca hablan de que su arbitraje fue casi perfecto, aunque permitiera algunas entradas duras de los italianos. Acert¨® hasta en el penalti que supuso el gol del honor holand¨¦s. Sus palabras despu¨¦s del partido llaman la atenci¨®n porque entraban en consideraciones t¨¦cnicas.

"Normalmente, estas finales est¨¢n rodeadas de un ambiente que favorece la labor arbitral. Estoy muy contento, se lo dedic¨® a mi hija Mari Carmen de cuatro a?itos. El Mil¨¢n mereci¨® ganar incluso por mayor n¨²mero de goles. Al marcar el tercero se decidi¨® el partido. Ha sido muy superior. Las esperanzas holandesas se hundieron entonces. El Mil¨¢n ha vencido por su t¨¦cnica a la mayor fuerza f¨ªsica del Ajax. El interior izquierdo del Ajax (Johan Cruyff) me pareci¨® muy bueno. No ha habido la menor dificultad para mi misi¨®n. Ambos equipos se han portado con la m¨¢xima correcci¨®n".