Benzema no tiene ant¨ªdoto
Dos goles, asistencia y recital del franc¨¦s. Suma ocho tantos en los ¨²ltimos seis partidos. El Celta lleg¨® tarde al duelo. Aspas top¨® con el palo. Asensio volvi¨® a marcar en el descuento.
Benzema ha metido ocho goles en los ¨²ltimos seis partidos. De eso podr¨ªa vivir sin dar m¨¢s explicaciones, pero se lo toma s¨®lo como una parte de su trabajo. Capricho de Florentino y Zidane, ha roto en jugador total pasados los treinta. Organizar el equipo en torno a ¨¦l y darle un rigor defensivo desconocido al grupo mantienen vivo al Madrid de las cuarenta y tantas lesiones, que equivalen como h¨¢ndicap a unas elecciones presidenciales y a un aval 'after hours'. Con dos goles del franc¨¦s, en las maduras, y una defensa s¨®lida, en las duras, el Madrid mantuvo intacta la condici¨®n de perseguidor ante un Celta que lleg¨® tarde al partido.
La salida de Cristiano y el anochecer de Bale obligaron a la reeducaci¨®n del Madrid, que ha completado una larga transici¨®n del v¨¦rtigo (cultivado por Mourinho) al reposo. Sin el gol de otros tiempos, el plan es poner los partidos de su parte con los jugadores que lavan m¨¢s blanco: Kroos y Modric. Cuanto m¨¢s enfr¨ªan el duelo, m¨¢s le conviene al Madrid. Ese f¨²tbol que entra por la cabeza y sale por los pies que defend¨ªa Cruyff. Preg¨²ntenle al Atalanta, incapaz de meter la eliminatoria en ese ida y vuelta que hubiera mareado a un equipo cargado de veteranos. Para bajar la pulsaciones y que se viaje al ritmo que fortalece al Madrid valen los tres centrales o valen los cuatro centrocampistas, como en Bala¨ªdos, con Valverde, que a menudo juega fuera de onda: ni es pivote ni es exterior, pero para hacerse hueco en la industria est¨¢ obligado a aceptar cualquier papel. M¨¢s si para su puesto id¨®neo tiene por delante a Kroos y Modric, el manual de instrucciones del equipo. El plan le funcion¨® de salida al Madrid, con Benzema en apoyo de todas las combinaciones, con ese punto de jugador todopoderoso en cualquier zona del campo, ¨¢rea incluida.
Oh l¨¤ l¨¤
El Celta, en el que los de siempre forman tambi¨¦n un amplio grupo, es otra cosa. Coudet no le tuvo a miedo a los jugadores de fantas¨ªa (Brais, Denis, Nolito, Aspas y Mina) cuando tom¨® a un equipo vicecolista y con una historia reciente tormentosa. Y ten¨ªa en la plantilla a Tapia, un recuperador que paga esta juerga ofensiva. As¨ª que mezcl¨® lo uno y lo otro.
Luego ha sido m¨¢s inestable. Denis es su futbolista bisagra. Se empareja con Tapia para mejorar la primera circulaci¨®n y se incorpora luego como rematador de segunda instancia. Pero el primer Madrid tap¨® todos los puntos ciegos. El 'cuando se pone se pone' que un d¨ªa explic¨® Zidane para defender el voluntarismo (intermitente) del equipo. Otra cosa es que incluso en sus mejores momentos el Madrid no abruma en el ¨¢rea. Lo suyo es una ocupaci¨®n tranquila, una caza de ojeo, una espera paciente de la pieza. As¨ª lleg¨® al gol, en una jugada de artesan¨ªa: recorte de Kroos, pase de precisi¨®n a Benzema y control y remate en mil¨¦simas de segundo del franc¨¦s en una zona en que cualquier retraso mata la oportunidad.
Cumplidos los 33 a?os, Benzema ha conseguido que cada partido suyo sea mejor que el anterior porque cada d¨ªa, adem¨¢s, atiende a m¨¢s cosas. Ahora 'distefanea' con asiduidad, construye, filtra, ordena, cabecea, asiste, remata. El jugador total. ?D¨®nde estuvo metido este tipo durante nueve a?os? Luego le regal¨® un gol a Vinicius, que se encontr¨® la pelota en el pecho y se le march¨® la ocasi¨®n. La porter¨ªa sigue llev¨¢ndole la contraria pese a sus buenos prop¨®sitos. Y antes de la media hora, otro gol de este Madrid sacrificado y coral: robo de Kroos a Tapia producto de la alt¨ªsima presi¨®n y gol de Benzema tras esperar a que se le abriera el cielo. Un calco del que inaugur¨® el marcador ante el Atalanta. A equipos tan bien dotados como el Celta les averg¨¹enza el m¨¢s m¨ªnimo pelotazo y eso les pone en peligro ante los m¨¢s grandes. Lo dice la aritm¨¦tica: un punto de 27 contra los siete primeros de la Liga.
Aparece Aspas
Antes del descanso, el equipo de Coudet asom¨® la cabeza en una jugada a bal¨®n parado, que no est¨¢ en las primeras p¨¢ginas de su manual. Un centro frontal de Denis Su¨¢rez y un cabezazo libre de marca de Santi Mina a la red. Una jugada sin un antes pero que abr¨ªa un despu¨¦s a los gallegos.
Y as¨ª fue. El 1-2 transform¨® al Celta en un equipo feroz en la presi¨®n, agresivo, extremadamente duro en ocasiones. Y desactiv¨® ese juego de seda de los primeros minutos del Madrid. Qued¨® un partido radicalmente diferente: la pelota paso al Celta y el espacio, al equipo de Zidane. En definitiva, un partido m¨¢s desmadejado pero a¨²n m¨¢s divertido. Un escenario mejor para los celestes y para Vinicius, cuya aceleraci¨®n est¨¢ fuera del alcance de cualquiera.
Ah¨ª apareci¨® el mejor Denis Su¨¢rez, para motorizar al equipo, y dio sus primeras se?ales de vida Aspas, que oblig¨® a una parada notable de Courtois con un tiro traicionero.
La entrada de Asensio por Kroos le dio otro ala al Madrid y un rol m¨¢s natural a Valverde. Coudet respondi¨® con otro exterior, Solari, su petici¨®n invernal. Aspas tuvo tiempo de estrellar en el palo el saque de una falta que se invent¨® Melero. Fue el ¨²ltimo grito del Celta, la ¨²ltima v¨ªctima de Benzema, que a¨²n tuvo tiempo de regalarle un tanto a Asensio, ahora goleador expr¨¦s.