De entrenar al Espanyol en Primera con 29 a?os y pasar por el Valladolid, Sevilla y Tenerife, tuvo que emigrar a Bolivia en 1993 por falta de ofertas.
Cambalaches del f¨²tbol. De ser un entrenador prodigio por dirigir al Espanyol en Primera con 29 a?os, a emigrar, con 39, a Bolivia porque el f¨²tbol espa?ol parec¨ªa haberse olvidado del que en su momento hab¨ªa sido el t¨¦cnico m¨¢s joven en debutar en un banquillo de la Divisi¨®n de honor, con la excepci¨®n de un par de casos ocasionales en los a?os 30 del siglo pasado. Las aventuras y desventuras de Xabier Azkargorta (Azpeitia, Guip¨²zcoa, 67 a?os), doctor en Medicina, merecen una conversaci¨®n. Son cuatro d¨¦cadas detr¨¢s del bal¨®n. Del Aurrer¨¢ de Ondarroa en Tercera (81-82) al Palmaflor (diciembre-2020), club de la Primera boliviana, pasando por Chile, Jap¨®n, M¨¦xico y China.
Su ilusi¨®n de futbolista se rompi¨® por una lesi¨®n.
Llegu¨¦ a jugar en los juveniles de la Real, pero como quer¨ªa hacer medicina y no hab¨ªa facultad en San Sebasti¨¢n, me traslad¨¦ a Bilbao para estudiar y, de paso, jugar en el filial, el Bilbao Athletic. Me lesion¨¦ y se acab¨® el sue?o de ser profesional.
Y comenz¨® a prepararse para entrenador.
Lo que realmente quer¨ªa ser es m¨¦dico. Como entrenador siempre he manejado cuerpos humanos y que forma mejor de conocer el cuerpo humano que estudiar medicina.
De chaval era m¨¢s de la Real o del Athletic.
Siempre fui m¨¢s de la Real, aunque tengo un gran reconocimiento al Athletic.
"Se me cae la baba con la final vasca. Es una lecci¨®n al resto del f¨²tbol espa?ol"
Y ahora que los ve dispuestos a jugar una final de Copa, ?qu¨¦ piensa?
Se me cae la baba. Es extraordinario. El f¨²tbol vasco est¨¢ dando una lecci¨®n al resto del f¨²tbol espa?ol. Con el Alav¨¦s y Eibar tiene cuatro clubes de Primera en un espacio peque?¨ªsimo.
Nunca el Athletic o la Real le llamaron.
Nunca. Tengo esa espinita clavada. Pero es que tampoco me llam¨® el Alav¨¦s, ni el Eibar¡ Siempre he entrenado fuera del Pa¨ªs Vasco y, es curioso, en el f¨²tbol espa?ol nunca en Segunda. Di el salto de Segunda B con el N¨¤stic al Espanyol y ya no me mov¨ª de Primera hasta que me tuve que ir a Bolivia.
Y no ha llegado a pensar que el f¨²tbol espa?ol est¨¢ un poco en deuda con usted. Emigr¨® antes de cumplir los 40 y hasta ahora.
Es raro, s¨ª, pero as¨ª es. Tampoco considero que se tenga una deuda conmigo. Estoy muy agradecido al f¨²tbol. He podido ganarme la vida tambi¨¦n de otras muchas maneras, medicina incluida. Que en un determinado momento podr¨ªa haber hecho m¨¢s cosas en el f¨²tbol espa?ol, s¨ª, pero doctores tiene la iglesia. Puede que mi car¨¢cter de decir las cosas muy claras quiz¨¢ no me ayudara mucho.
"Puede que mi car¨¢cter de decir las cosas muy claras no me ayudara tampoco mucho"
A finales del 93, se convirti¨® en un emigrante¡
Emigrante y pionero en ese arte de entrenar fuera. En aquellos tiempos no era frecuente que un entrenador de Primera se fuera al extranjero a exportar el f¨²tbol espa?ol. Entonces, el juego que se practicaba en Espa?a no era tan atractivo como lo ha sido despu¨¦s, Selecci¨®n incluida. Ahora, est¨¢ a la orden del d¨ªa, pero quiero decir algo que puede resultar extra?o. Un entrenador no puede considerarse completo y realizado del todo hasta que no dirija unas eliminatorias en Sudam¨¦rica, tanto a nivel de selecci¨®n, como de la Copa Libertadores. Eso es otra cosa. Ni la Champions ni la UEFA ni nada.
Perdone que insista. Tantos a?os despu¨¦s resulta muy extra?o que un t¨¦cnico que llevaba ocho temporadas consecutivas en Primera y no hab¨ªa cumplido los 40 a?os se tuviera que ir a trabajar fuera porque no ten¨ªa un banquillo en Espa?a.
Me cans¨¦ de ser en Espa?a el entrenador-bombero. Los clubes se fijaban en m¨ª cuando le iban mal las cosas. Recurr¨ªan a m¨ª para sacar las casta?as del fuego. Desde que debut¨¦ en el N¨¤stic en Segunda B, nunca me falt¨® trabajo, pero nunca llegaba a un club con un proyecto m¨ªo. Siempre con la temporada empezada y el proyecto preparado por otros entrenadores. Solo la segunda temporada estaba planificada por m¨ª. Cuando me lleg¨® esa posibilidad, trabajaba para el Comit¨¦ Ol¨ªmpico de Barcelona 92 y ten¨ªa mi cl¨ªnica en Barcelona. Pero me decid¨ª a dar un paso que no era f¨¢cil: clasificar a Bolivia para un Mundial.
Repasemos su historial en Espa?a. N¨¢stic. 1982-83.
Segunda B. No ascendimos, pero jugamos la final de la Copa de la Liga contra el Sporting.
Espanyol. 1983-86.
Puede que fuera mi mejor ¨¦poca. All¨ª ten¨ªa a jugadores que eran mayores que yo. La relaci¨®n era muy buena. Hicimos hasta una obra de teatro. Hab¨ªa comenzado a aprender catal¨¢n en el N¨¤stic y segu¨ª con ello. Les hablaba en catal¨¢n.
Fue cuando le dijeron que aprend¨ªa catal¨¢n porque quer¨ªa entrenar al Barcelona.
Contest¨¦ que necesitaba el catal¨¢n para entenderme con Forcadell, el Nano Soler, Sirvent¡ Y que si alg¨²n d¨ªa iba a entrenar al Bar?a lo que tendr¨ªa que aprender era holand¨¦s, ingl¨¦s, alem¨¢n¡
Valladolid. 1986-87.
Hab¨ªa decidido dejar el f¨²tbol y dedicarme a la medicina. Se hab¨ªa ido Cantatore porque no le daban los jugadores que ped¨ªa. Llegu¨¦ tras la primera jornada. Todo sali¨® bien. Fue el a?o del play-off y nos clasificamos para el grupo del medio, el de los solteros contra casados. Ni era para luchar por la Liga, ni para descender. Ah¨ª fue cuando en un partido contra el Sevilla en el Pizju¨¢n puse al portero chileno ?scar Wirth de central y fue el mejor sobre el campo.
Sevilla. 1987-89.
El recuerdo es fant¨¢stico, pero me enfrent¨¦ con el presidente, que le llamaban ¡®caragato¡¯ y el juguetero (Luis Cuervas). No eran claros en el objetivo que quer¨ªan. Conoc¨ª a Del Nido, que era vicepresidente. Llegu¨¦ con la pretemporada hecha. La hab¨ªa hecho Wallace, el escoc¨¦s. Debut¨¦ contra el Betis y perdimos en casa. Y a la semana siguiente ganamos en el Camp Nou al Bar?a. El inicio fue duro. La segunda temporada llegaron Dassaev y Polster. Ten¨ªa que haber aprendido a callarme algunas cosas.
Tenerife. 1989-91.
Llegu¨¦ en diciembre. Nunca podr¨¦ olvidar la promoci¨®n que jugamos contra el Deportivo. Empatamos en casa (0-0) y fuimos a Riazor todo engalanado, con un ambiente tremendo. Estaban convencidos de que iban a ascender y les ganamos (0-1) y nos quedamos en Primera. A la temporada siguiente fichamos a Fernando Redondo.
Comienza su experiencia en Bolivia. Despu¨¦s salta a Chile. Le llaman del Yokohama Marinos y se va a Jap¨®n. Y entonces surge la posibilidad de fichar por el Real Madrid, en una faceta que no hab¨ªa desarrollado hasta ese momento.
Debi¨® de ser por mi faceta de educador. Valdano y Butrague?o me llamaron para ser el director de las Escuelas Internacionales del club. Era para formar futbolistas de pelo en pecho. No de ni?os. En M¨¦xico creamos tres escuelas con tres universidades. Florentino dimiti¨® en su primera etapa, acab¨¦ contrato y lo dej¨¦. Entonces a lo mejor la gente pens¨® que ya no quer¨ªa entrenar, cuando la realidad es que siempre he sido entrenador y me sigo sintiendo as¨ª.
Y despu¨¦s hay una segunda etapa con el Madrid en China.
S¨ª, el club llega a un acuerdo con el Beijing Guoan. Ten¨ªan entrenador, pero no director deportivo y me manda all¨ª. Se acab¨® el contrato y regres¨¦ a Bolivia y a ser seleccionador (2012-14).
Y por el camino, en 2008, llega una experiencia rocambolesca. El fichaje por el Valencia como director deportivo. No est¨¢ en el cargo ni dos semanas.
Eso surge cuando estaba en China con el Madrid. Ah¨ª conozco a Juan Villalonga que me dice que est¨¢ pensando comprar un club y que si surg¨ªa la oportunidad le gustar¨ªa que yo fuese su director deportivo. Le dije que s¨ª. Meses despu¨¦s hizo la oferta por el Valencia y me llev¨®. Estuve 10 d¨ªas porque al final no se termin¨® haciendo con el club. Me dio tiempo a hacer la cesi¨®n de Jordi Alba al N¨¤stic. Me molest¨® que Soler y compa?¨ªa dijeran que me iban a cesar. C¨®mo me iban a cesar si no hab¨ªa firmado ning¨²n contrato. Firm¨¦ con Villalonga y lo que cobr¨¦ por mi trabajo sali¨® de su bolsillo. Tambi¨¦n me acuerdo que medi¨¦ en una entrevista de Emery con Villalonga porque hab¨ªa el rumor que iba a llegar Luis Aragon¨¦s y Unai estaba nervioso. Para calmarle provocamos la reuni¨®n.
Afincado en Bolivia desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, Xabier es un ciudadano del mundo que lo mismo escribe un libro titulado ¡®Dif¨ªcil de entender, imposible de olvidar¡¯, que da clases en la Universidad, ofrece conferencias sobre ¡®motivaci¨®n y coaching¡¯, o se sienta en un banquillo para seguir ejerciendo la profesi¨®n que eligi¨® por pura vocaci¨®n. Poco queda de su acento vasco, (habla euskera), moldeado por sus a?os en Catalu?a (habla catal¨¢n). Aprendi¨® japon¨¦s en Tokio y se hac¨ªa entender en China cuando fue colocado all¨ª por el Real Madrid.
Xabier, su mejor tarjeta de presentaci¨®n es que gan¨® al Brasil campe¨®n del mundo¡ La noticia fue portada del New York Times.
"Ganamos a Brasil, que no hab¨ªa perdido nunca un partido de las eliminatorias"
El 25 de julio de 1993. En las eliminatorias para Estados Unidos 94. Fue la primera y la ¨²ltima vez que Bolivia se clasific¨® para un Mundial en su historia. Fue la primera derrota de los brasile?os en una eliminatoria mundialista. No hab¨ªan perdido nunca. Les ganamos 2-0 y fallamos un penalti. Nadie se pod¨ªa imaginar que gan¨¢ramos bien ganado a un Brasil en el que jugaban Taffarel, Caf¨², Mauro Silva, Rai, Bebeto, Muller¡ y que despu¨¦s nos clasific¨¢ramos para un Mundial. No s¨¦ con qu¨¦ se podr¨ªa comparar aquello, pero ser¨ªa m¨¢s que ganar ahora la Champions. Estaba implicado todo un pa¨ªs. Fue algo ¨¦pico. Adem¨¢s, en nuestro grupo estaban Uruguay y Ecuador. Y en el Mundial, para que todo me fuera redondo, nos enfrentamos a la Espa?a de Clemente, que nos gan¨® 3-1, pero nos pitaron un penalti que no fue y los tuvimos ah¨ª¡
El billete de avi¨®n que le mand¨® la Federaci¨®n boliviana cuando se march¨® para all¨¢ era como para no haber llegado nunca. Seis escalas. Barcelona-Madrid. Madrid-Miami. Miami-Panam¨¢. Panam¨¢-Manaos. Manaos-Santa Cruz. Santa Cruz-La Paz¡ dos d¨ªas de viaje.
"Cuando le dije a mi madre que me ven¨ªa para ac¨¢, pensaba que ven¨ªa de misionero"
Quer¨ªan que firmara el contrato de seleccionador por fax, pero yo quer¨ªa conocer el pa¨ªs y su futbol antes de firmar. Recurr¨ª a la enciclopedia Larousse que me dio algunos datos y luego palp¨¦ el terreno y firm¨¦ hasta el final de las eliminatorias.
Reci¨¦n llegado lleg¨® a recibir amenazas de muerte.
S¨ª, pero no le di mucha importancia. Jugamos el primer partido en Venezuela, que nos llevaron a Puerto Ordaz, el sitio de m¨¢s calor, perd¨ªamos 1-0 y remontamos 7-1. A la vuelta en el hotel recib¨ª una carta y mi error fue abrirla delante de los periodistas. S¨ª, era una amenaza de muerte en toda regla, como diciendo que si no nos clasific¨¢bamos¡ Pero bueno, llegu¨¦ a Bolivia en octubre del 92, era el quinto centenario del descubrimiento de Am¨¦rica. Parec¨ªa como si fuese otro espa?ol que fuese a¡ Alguno me llam¨® ¡°ilustre desconocido¡± cuando llegaba all¨ª despu¨¦s de entrenar durante ocho a?os en la Liga espa?ola. Yo les contest¨¦ que ellos podr¨ªan ser unos ilustres ignorantes. El principio fue duro. Trabaj¨¦ durante alg¨²n tiempo con un polic¨ªa al lado, al que le termin¨¦ diciendo que o se iba ¨¦l o me iba yo. No pod¨ªa trabajar as¨ª.
Cuando le dijo a su madre que se iba a Bolivia, pens¨® que se iba de misionero.
Exacto. Nadie sab¨ªa nada de Bolivia. De hecho, cuando ¨ªbamos ya al Mundial de Estados Unidos, en el aeropuerto nos confund¨ªan con Libia. Conoc¨ªan m¨¢s a Gadafi y a Libia que a nosotros. Como siempre hubo una conexi¨®n entre Espa?a y Bolivia con el tema religioso y mand¨¢bamos all¨ª curas y monjas, mi madre, la pobre, pens¨® que su hijo se iba de misionero. Le sali¨® espont¨¢neamente. Hab¨ªa estudiado cuatro a?os en el seminario de San Francisco Javier con los jesuitas en Javier (Navarra). De los nueve a los 14-15. A los diez a?os ya traduc¨ªa lat¨ªn. La guerra de las Galias.
"El f¨²tbol comenz¨® a cambiar cuando los jugadores pusieron su nombre en las camisetas"
?Ya ha colgado el banquillo definitivamente?
Nooo¡ Estoy haciendo mis planes de jubilaci¨®n porque ahora no tengo un club, pero mi ¨²ltima experiencia ha sido bien reciente. Acab¨¦ en diciembre con el Palmaflor, un equipo reci¨¦n ascendido al que conseguimos clasificar para la Copa Suramericana, que es como la Europa League en Europa. Es como meter en Espa?a a un reci¨¦n ascendido. Se equivocaron conmigo, pensaron que pod¨ªan hacer cosas en las que yo no cedo, acab¨® mi compromiso y me volv¨ª a casa.
Se va a quedar ya en Bolivia para siempre, es medio boliviano.
"Al llegar recib¨ª amenazas de muerte y trabajaba con un polic¨ªa siempre a mi lado"
Creo que s¨ª, a no ser que me llegara algo muy-muy interesante de Espa?a, creo que me quedo aqu¨ª. La gente me quiere y me lo demuestra. Sigo siendo alguien para ellos. No olvidan lo que conseguimos. No han vuelto a estar en un Mundial. Creo que soy m¨¢s boliviano que otra cosa. Mi pasaporte es espa?ol y no me olvido de los amigos que hice y tengo todav¨ªa en Espa?a. Aqu¨ª en San Cruz se vive bien. Hace mucho calor, es una ciudad tropical, pero es una ciudad muy abierta. Ya tiene tres millones de habitantes.
Desde su atalaya en San Cruz, hac¨ªa donde cree que viaja el f¨²tbol.
Los intereses han hecho que haya cambiado totalmente. Ya no hablas con los jugadores, hablas con sus representantes. El jugador que tiene un buen representante tiene asegurado su futuro y el representante que tiene un buen jugador, tambi¨¦n. Comenz¨® a cambiar cuando los jugadores pusieron en sus camisetas su nombre propio. Antes luch¨¢bamos por el ¡®ocho¡¯, el ¡®seis¡¯, el ¡®cinco¡¯¡ Y hay cosas absurdas como que el hombre m¨¢s carism¨¢tico de Nike, Cristiano Ronaldo, jugaba en el Madrid, que era Adidas. Y el hombre m¨¢s carism¨¢tico de Adidas, que es Messi, juega en el Bar?a, que es Nike. El f¨²tbol se ha convertido en una gran industria. Si antes del f¨²tbol viv¨ªamos 500 personas, ahora viven 10.000.
?Y el juego hac¨ªa d¨®nde va? Ahora la tendencia es m¨¢s f¨ªsica, el tiqui-taca parece en desuso.
El juego viaja hacia sus ra¨ªces de antes. Se da mucha importancia a salir jugando desde atr¨¢s, parece una obligaci¨®n, pero la evoluci¨®n me dice que se vuelve al pasado. Posiblemente sea por el desgaste f¨ªsico, porque se acumulan muchos partidos. Pero cada vez veo m¨¢s saque largo del portero y la b¨²squeda del segundo bal¨®n. Tambi¨¦n se est¨¢ recurriendo a los tres centrales, y yo, en el 93, con Bolivia ya jugaba as¨ª. Hoy el objetivo de los equipos de f¨²tbol es la recuperaci¨®n, no la preparaci¨®n. Juegan tres partidos a la semana.