Los negocios cercanos al estadio del Elche est¨¢n haciendo malabares para no bajar las persianas del negocio en el a?o del regreso a Primera.
El Mart¨ªnez Valero es un desierto, como el resto de estadios espa?oles los d¨ªas de partido. S¨®lo unos curiosos se acercan a los aleda?os para ver la llegada de los autobuses del equipo. Eso s¨ª, con prism¨¢ticos, porque las medidas de seguridad son extremas. Hay m¨¢s polic¨ªa que aficionados. La imagen es desoladora. Elche llevaba seis a?os esperando para regresar a Primera y en los ¨²ltimos coletazos del verano pasado lo consigui¨® gracias a un gol ag¨®nico de Pere Milla. La ciudad de las palmeras ni siquiera pudo celebrarlo como tocaba. Algunos se echaron a la calle, pero las im¨¢genes no tuvieron nada que ver con el ¨²ltimo ascenso, el famoso de Fran Escrib¨¢ y sus r¨¦cords.
El club, en un a?o sin pandemia, podr¨ªa haber alcanzado los 25.000 socios. Ese sue?o se ha quedado en nada. La afici¨®n tiene que conformarse con ver a su equipo desde la tele. La ciudad tampoco ha recibido el impacto econ¨®mico que deja un equipo en Primera Divisi¨®n, con miles de aficionados visitantes aprovechando el fin de semana para ver a su equipo lejos de casa.
Un d¨ªa de partido, en Primera, salvar¨ªa un mes de trabajo. La gente hubiese disfrutado antes y despu¨¦s del partido
Miguel Garc¨ªa
Todo el mundo lamenta que no haya espectadores en los estadios, pero en el Mart¨ªnez Valero y sus bajos la sensaci¨®n de frustraci¨®n y ruina es total. El estadio cuenta con varias cafeter¨ªas, pubs, bares y una casa de apuestas. Todos ellos podr¨ªan haber reflotado sus negocios esta temporada, como ocurri¨® hace seis a?os en la m¨¢xima categor¨ªa. Pero la pandemia les ha salpicado de lleno y de la ilusi¨®n se ha pasado a la desesperaci¨®n. "Podr¨ªamos haber hecho un gran a?o. Un d¨ªa de partido, en Primera, salvar¨ªa un mes de trabajo. La gente hubiese disfrutado antes y despu¨¦s del partido, pero todo ha quedado en nada. Esto es una ruina, una pena", admite Miguel Garc¨ªa, propietario de uno de los locales de los bajos del estadio. Al menos, el Elche se ha portado bien con ellos y ha congelado los alquileres. "Nos han dado muchas facilidades", reconoce otro empresario de la zona, mientras espera que el club no cobre la cuota de alquiler mientras dure la pandemia. Aunque se agradezca ese gesto, la situaci¨®n es desoladora.
?ngel Garc¨ªa, propietario de dos peque?as cantinas y un restaurante, lleva 22 a?os trabajando en los bajos del estadio del Elche. Nunca antes hab¨ªa vivido una situaci¨®n como la actual. Este empresario ha tenido que tirar de paciencia para sobrevivir. "Al margen de las cajas que podr¨ªamos haber hecho los d¨ªas de partido, nos hemos quedado sin poder organizar las comidas o los picnic del f¨²tbol formativo, del femenino y de muchos equipos rivales que contactaban con nosotros. Esto es desolador", lamenta ?ngel Garc¨ªa, quien ya da la temporada por perdida.
La tienda oficial, bajo m¨ªnimos
Las cajas se disparaban un 70% los d¨ªas de partido. Todos lo estamos pasando fatal. El f¨²tbol mueve una barbaridad. Nadie compra una bufanda o una bandera
Toni Castellano
La tienda oficial del Elche tampoco se ha librado. Nadie pisa el Mart¨ªnez Valero y ese local, jugando el equipo y tras un ascenso a Primera, ser¨ªa un hervidero cada 15 d¨ªas. "Las cajas se disparaban un 70% los d¨ªas de partido. Todos lo estamos pasando fatal. El f¨²tbol mueve una barbaridad. Nadie compra una bufanda o una bandera, el t¨ªpico producto que adquieres antes de un partido, desde hace un a?o. El d¨ªa grande de una tienda o de los puestos itinerantes es cuando te visita el Madrid o el Bar?a y este a?o no se puede hacer nada", resume Toni Castellano, CEO de Soricastel, la empresa que tiene los derechos para explotar el merchandising de 25 clubes de Primera y Segunda. Castellano va m¨¢s all¨¢ y explica en AS los da?os que est¨¢ dejando esta pandemia. "Pongo un ejemplo cercano. Aprovechando la eliminatoria entre el Granada y el N¨¢poles se vendieron 3.000 bufandas conmemorativas del partido. Imag¨ªnese las que se podr¨ªan haber vendido con p¨²blico e italianos en las gradas", argumenta Castellano.
La esperanza del Elche y de todos los seguidores es que vuelva el f¨²tbol a los estadios, pero la pandemia dejar¨¢ da?os colaterales irreparables. Muchos est¨¢n sobreviviendo como pueden y otros, como ha ocurrido en el Mart¨ªnez Valero, est¨¢n haciendo malabares para no bajar las persianas de sus negocios pese a lograr un ascenso a Primera.