Eduardo Covelo, director de la cantera del Celta desde junio de 2019, refleja los cambios instaurados en una escuela y ciudad deportiva, as¨ª como en su rutina, con la llegada de la pandemia

Eduardo Covelo es el director de la cantera del Celta desde junio de 2019, un cargo ganado a pulso despu¨¦s de muchos a?os de trabajo en las categor¨ªas inferiores del club. Sin embargo, no hab¨ªa cumplido todav¨ªa un a?o al frente del cargo cuando tuvo que afrontar el mayor reto de su vida: adaptarse a una pandemia. As¨ª narra c¨®mo ha cambiado su trabajo: ¡°Mi d¨ªa a d¨ªa sigue siendo el mismo, pero el contenido cambi¨®. Yo llego a A Madroa a primera hora de la ma?ana y no me voy hasta las siete u ocho de la tarde cuando acaban los entrenamientos, pero el contenido de lo que hago ha variado sensiblemente. Sobre todo, lo que ha variado es mi fin de semana. Quiz¨¢s he ganado en calidad de vida porque puedo estar m¨¢s tiempo con la familia porque s¨®lo compiten el primer equipo, el filial y los dos juveniles. Tanto yo como mis compa?eros ten¨ªamos un mont¨®n de torneos fuera donde ¨ªbamos a seguir a los jugadores de nivel. Antes, en cualquier fecha estival o puente hab¨ªa un mont¨®n de torneos y ahora llevamos un a?o en lo que eso ha parado completamente. Adem¨¢s, tambi¨¦n est¨¢bamos muy implicados y presentes en muchas formaciones, en cursos, congresos y dem¨¢s. Eso ahora lo hacemos por videoconferencia y es totalmente diferente, ya no interact¨²as con la gente¡±.
El m¨¢ximo responsable de la cantera c¨¦ltica recuerda perfectamente el d¨ªa que tuvo que cerrar su ordenador de A Madroa para irse a casa. Asimismo, destaca que el club estaba preparado para esa circunstancia: ¡°Llev¨¢bamos unos d¨ªas escuchando noticias sobre el COVID, que si hab¨ªan parado las clases en las universidades, que si empezaban a cerrar colegios¡ Pero nunca cre¨ªas que fuera todo tan inminente. A nosotros no nos cogi¨® por sorpresa porque en el club ya nos fuimos preparando para el teletrabajo y la instalaci¨®n de aplicaciones que ahora ya son normales para todos, como Teams, Zoom y dem¨¢s, pero que en ese momento no era tan habitual. En el club est¨¢bamos preparados, pero no cre¨ªmos que fuera a ser tan inminente. En principio nos ¨ªbamos para quince d¨ªas, o eso pens¨¢bamos, y nos organizamos todo lo posible para que el descenso del estado de forma de los equipos mayores fuera el menor posible. Con los peque?os el estado de forma era secundario, pero ten¨ªamos que ser sensibles a la realidad porque se encontraban con muchas sin, entre comillas, nada que hacer. Nos implicamos en intentar hacerles lo m¨¢s llevadero posible esos d¨ªas con actividades l¨²dicas y f¨ªsicas¡±.

Eduardo Covelo, director de la cantera del Celta. SALVADOR SAS (DIARIO AS)
Acostumbrado a pasar buena parte del d¨ªa en su lugar habitual de trabajo, Covelo tard¨® nueve meses en recuperar su normalidad: ¡°Me fui en marzo de A Madroa y no volv¨ª a pisar mi despacho hasta diciembre porque hab¨ªa una burbuja total del primer equipo. Al irse el primer equipo a la nueva ciudad deportiva, esa burbuja se rompi¨® y ya pudimos volver a nuestros despachos. Mi profesi¨®n es muy vocacional y no nos llegan las 24 horas del d¨ªa, as¨ª que lo ech¨¦ de menos. Reconozco que en el confinamiento no lo pas¨¦ mal, pero ech¨¦ de menos el d¨ªa a d¨ªa y la tranquilidad de mi despacho, algo que en casa era impensable tenerlo¡±. Con el regreso a A Madroa, Covelo crey¨® ver la luz al final del t¨²nel: ¡°Cuando volv¨ª pens¨¦ que era el fin de un mal sue?o, cre¨ª que era el principio del fin, pero por desgracia no fue as¨ª y desde diciembre estamos con altos y bajos, con muchos protocolos y mucha incertidumbre¡±.
Cre¨ª que era el principio del fin, pero por desgracia no fue as¨ª y desde diciembre estamos con altos y bajos, con muchos protocolos y mucha incertidumbre
Eduardo Covelo
Curiosamente, la mayor ense?anza que se lleva de esta pandemia se la han dado los m¨¢s peque?os: ¡°Los adultos lo llevamos peor que ellos. Los ni?os se adaptan a estos cambios mucho m¨¢s r¨¢pido. La mascarilla es un rollo y se te empa?an las gafas y no s¨¦ qu¨¦. Entrenar con la mascarilla es una locura y yo cuando voy a correr me la bajo cuando no hay gente porque me ahogo, pero ellos saben que hay que tenerla y punto. L¨®gicamente tienes que estar encima para asegurarnos de que el protocolo se lleva a cabo porque son ni?os y no son del todo conscientes de muchas cosas, pero se lo dices una o dos veces y son mucho m¨¢s fiables que nosotros, los mayores, que siempre estamos buscando la trampilla para evitar la norma. Han sido un ejemplo. Nos han ense?ado que ellos cumplen con lo que se les manda y tendr¨ªamos que aprender de su conducta y no de la nuestra, que parece que por ser mayores nos vemos con la potestad de protestarlo todo. Si hubi¨¦ramos hecho como ellos igual est¨¢bamos en otra situaci¨®n¡±.
El cumplimiento del protocolo
Una de las palabras que m¨¢s ha impregnado la nueva vida de Covelo es protocolo. A su estudio le ha dedicado innumerables horas: ¡°Ahora mismo no tanto porque tambi¨¦n tengo un grupo de trabajo en las que delego muchas cosas. Hay mucha gente implicada en el club para que se cumplan los protocolos y hoy no me ocupa tanto, pero en su d¨ªa me quitaba el 80% del tiempo. Ten¨ªa que estar leyendo en todo momento el DOG, el protocolo nuevo, descifrar el protocolo, ver alternativas y estrategias para llevarlo a cabo. Hab¨ªa d¨ªas en los que el 80% del tiempo, por no decir el 100%, era eso. Ahora tenemos todo mucho m¨¢s claro y no me ocupa tanto tiempo, incluso a veces nada¡±.
El cambio constante de las normativas era un terror para el director de la cantera celeste, quien reconoce que el miedo a equivocarse era continuo: ¡°Ten¨ªas muchos protocolos y me preocupaba el tema sanitario, que puedas meter la pata en alg¨²n tema y corras un riesgo absurdo porque no lo has hecho correctamente. Siempre ten¨ªas ese miedo a cometer alg¨²n error porque era todo nuevo y porque hab¨ªa cosas que hac¨ªas una semana y a la siguiente cambiaba. Por eso ¨¦ramos varios los que le¨ªamos y rele¨ªamos para ponerlo todo en com¨²n. Adem¨¢s, sal¨ªa a las doce de la noche y ya te ten¨ªas que ponerte porque al d¨ªa siguiente ten¨ªas que aplicarlo. Fue un peque?o caos¡±.
Siempre ten¨ªas ese miedo a cometer alg¨²n error porque era todo nuevo y porque hab¨ªa cosas que hac¨ªas una semana y a la siguiente cambiaba
Eduardo Covelo
Las instalaciones de A Madroa siempre han sido un lugar lleno de vida. El coronavirus ha sido el ¨²nico capaz de vaciar el centro neur¨¢lgico del f¨²tbol vigu¨¦s: ¡°Aqu¨ª por las tardes hab¨ªa mucho bullicio y mucha gente entre ni?os, padres y empleados. Por las ma?anas, estaba el primer equipo y los periodistas. De repente, todo eso desapareci¨® y hubo momentos en donde, no llegabas a estar completamente solo, pero ¨¦ramos los justos y necesarios y te sent¨ªas solo. Fue una sensaci¨®n extra?a, no sabr¨ªa muy bien c¨®mo describirlo. Incluso parec¨ªa apocal¨ªptico. Hab¨ªa tranquilidad, pero sab¨ªas que esa tranquilidad no era por algo bueno¡±.