El Racing de Ferrol envía al Deportivo al abismo

Deportivo y Racing de Ferrol se enfrentaban en A Malata en un partido sin retorno. En un todo a nada para seguir peleando para entrar en la siguiente fase de ascenso. Y los que lo harán serán los departamentales, mejores en todos los aspectos a un Depor que mira al abismo del descenso tras otro día lamentable en la oficina. Todo en un partido en el que los coru?eses sumaron méritos para firmar un nuevo fracaso, porque el rival los superó casi siempre y desaparecieron tras el gol. Un golpe abatió a un equipo que no pareció tener plan y que se asemejó muchos minutos a un cadáver futbolístico. Una herida recibida además por fuego amigo, por un Cristóbal Parralo que no hace mucho dirigía a los blanquiazules en Primera y que rozan el fracaso el siglo. Por el contrario, un resultado que le vale al Racing para so?ar, para poder apurar sus opciones de alcanzar uno de los puestos de ascenso que tanto valen, y tanto cuestan.

El derbi ya arrancó con sorpresas. Con un Cristóbal con una apuesta claramente ofensiva en un once con Pe?aloza, Joselu y David Rodríguez. La de Rubén de la Barrera fue repetir once, algo que no había ocurrido en sus cinco partidos anteriores. El primero en tomarle el pulso al partido fue el Racing, cómodo en la circulación, incisivo en el juego en largo a la espalda de los centrales y rápido en la recuperación con una presión adelantada. Cerca de 25 minutos de los racinguistas monopolizando el juego y en solo uno, las dos mejores ocasiones para los blanquiazules con un remate de Héctor raso y otro de cabeza de Uche a los que respondió Diego Rivas. Y a los 30, error arbitral al pitar fuera de juego ajustado cuando Raí se quedaba solo. Superiores en la dinámica de juego los locales, mejores los visitantes llegando a la zona roja más y con peligro.

Y nada más comenzar el segundo tiempo, bofetada de Caballé al Depor. Remate raso y fuerte para poner por delante al Racing en su primera ocasión. Si la presión y la ansiedad de los coru?eses ya era enorme, se multiplicó en su primera concesión en defensa. El golpe dolió y sacó los colores a los herculinos, incapaces de crear nada, perdiendo los duelos, peor colocados que el rival y con pánico al más sencillo de los regates. La nada ante un Racing que según pasaban los minutos reculaba un poco en busca de mantener el tesoro. Y tuvo el empate el Beauvue, pero Diego Rivas, muy seguro todo el partido, evitó un castigo que hubiese sido inmerecido. Una ocasión y a balón parado, esa fue la reacción de un Depor impotente que ha empeorado desde la llegada de un Rubén de la Barrera que no ha traído juego y, mucho menos, resultados.