?zil, Quintero, Ganso, Pastore o James son jugadores a los que no les falta un detalle t¨¦cnico en sus pies pero que no tienen sitio en el f¨²tbol actual. ?Se ha perdido al mediapunta cl¨¢sico?
Seguro que alguna vez te has encontrado con alguien que no te ve¨ªa desde hace a?os y te ha dicho que has cambiado mucho. T¨² te ves igual que siempre, la cotidianidad no te deja ver ni tus propios cambios, pero luego ves una foto antigua y abres los ojos. Pasa lo mismo con el f¨²tbol. Encontrar un d¨ªa sin f¨²tbol de agosto a junio es dif¨ªcil y todav¨ªa alguno incluso huye de ellos en los otros dos meses, pero de vez en cuando en la tele repiten partidos de hace diez o quince a?os, no m¨¢s, y vi¨¦ndolo sientes lo mismo que cuando te ves vestido a la moda de hace diez o quince a?os.
M¨¢s all¨¢ de la mayor estrechez de las camisetas, el largo ampliado de los pantalones o las botas de colorines, las condiciones han cambiado much¨ªsimo. Principalmente el c¨¦sped, pero tambi¨¦n los balones, los materiales de las citadas botas y hasta el viento gracias a los nuevos estadios. Todos estos factores -no son los ¨²nicos- cambian la forma de jugar de unos futbolistas cada vez mejor formados ("la generaci¨®n mejor preparada de la historia" es siempre la ¨²ltima), con m¨¢s nociones t¨¢cticas y un talento mucho m¨¢s agradecido al c¨¦sped que al barro.
Las botas, los balones, el c¨¦sped... todas las condiciones han cambiado
Es inevitable que un partido del 2005 sea totalmente distinto a uno del 2020 y los cambios le sientan muy bien a unos pero muy mal a otros. Ahora se est¨¢n volviendo a recuperar, pero los delanteros rematadores, llamados ¡®tanques¡¯ en la barra del bar, estuvieron en peligro de extinci¨®n durante la d¨¦cada que acabamos de terminar y las posiciones de banda¡ ?jugaban a pierna natural! Para los ni?os que han crecido con Cristiano en el Madrid, Messi en el Bar?a y ¡®Robb¨¦ry¡¯ en Europa, es imposible pensar que un jugador que arranca desde la banda no haga la diagonal.
Uno de los perjudicados es el cl¨¢sico 10. El tipo de futbolista que a todos pone nervioso y gusta por igual. Mediocentros a los que es dif¨ªcil pedirles que bajen a defender (antiguamente casi tanto como que se subiesen las medias o que se metiesen la camiseta por dentro), que regatean sin correr, que constantemente buscan el ¨²ltimo pase y que controlan el bal¨®n como cuando t¨² juegas con un globo. A estas alturas cualquiera se puede imaginar que no hablamos de un Gattuso sino de hombres como Riquelme, Valer¨®n, Guti, Zidane o Aimar, nombres a los que les suele acompa?ar la coletilla period¨ªstica "por el que vale la pena pagar una entrada".
Este tipo de jugador sigue saliendo, pero parece que ya no encuentra sitio en la ¨¦lite. La mayor¨ªa de futbolistas que responden a este perfil se han tenido que adaptar bien al puesto de interior o bien al de extremo. Del primer caso encontramos a Isco (Silva, Modric, Draxler¡), quien en su primer mes de blanco marc¨® cinco goles y dio dos asistencias jugando por detr¨¢s de Benzema y de quien ahora nadie esperar¨ªa que jugase fuera de la posici¨®n de interior. Del segundo caso podemos hablar de Ziyech (Sarabia, Bernardo Silva, Mahrez¡), un mediapunta cl¨¢sico, que en su d¨ªa lleg¨® a rechazar al Feyenoord por no prometerle jugar con un esquema con mediapunta para ¨¦l, adaptado a la banda derecha. Cada uno tiene su historia, pero el final est¨¢ siendo m¨¢s o menos parecido para todo el que no ceda en la idea que tiene del f¨²tbol y d¨¦ la mano a los nuevos tiempos.
Ozil (Schalke - Werder Bremen - Madrid - Arsenal - Fenerbahce)
Seducido por los cantos de sirena del Arsenal, Mesut ?zil siempre se qued¨® con la espina clavada de qu¨¦ habr¨ªa sido de su carrera si hubiera seguido en el Real Madrid. En los gunners, su suerte fue dispar. Mientras dur¨® la ¨¦poca brillante de Wenger, el germano fue capaz de dar su mejor versi¨®n, pero, en cuanto las luces se apagaron, se perdieron tanto ¨¦l como su f¨²tbol. Incapaz de un compromiso f¨ªsico mayor que le permitiese adaptarse a otras posiciones en el siempre exigente f¨²tbol ingl¨¦s, el jugador, que tambi¨¦n se vio lastrado p¨²blicamente por ser el jugador con el salario m¨¢s alto de la historia de la entidad, termin¨® convirti¨¦ndose en un problema para la afici¨®n, el club y el vestuario.
Odegaard (Stromsgodset - Madrid - Heerenveen - Vitesse - Real Sociedad - Madrid - Arsenal)
En la era de la extinci¨®n del mediapunta en beneficio de las alas, de esos tridentes (la BBC, aquel Messi-Neymar-Luis Su¨¢rez¡) que penalizan el trecuartista pegadito al ¨¢rea, Odegaard necesita encontrar soluciones. El 4-2-3-1 donde mejor encajar¨ªa en el Real Madrid no se estila y el par de ocasiones en el que Zidane cambi¨® a ese dibujo para acomodar al n¨®rdico, la cosa no funcion¨®. En el Arsenal en teor¨ªa s¨ª tiene un sistema, el de Arteta, que le va de lujo, pero su gran competencia lo conoce mejor: Emile Smith-Rowe. La sensaci¨®n gunner tiene un grado menos de fantas¨ªa que Odegaard pero dos m¨¢s de trabajo. Odegaard tiene el f¨ªsico necesario para el tradicionalmente esp¨ªdico f¨²tbol ingl¨¦s. Pero su rol empieza a estar en extinci¨®n. Odegaard ha eclosionado cuando su estilo empieza a parecer retro. S¨®lo su clase puede salvarle de las modas.
Quintero (Envigado - Atl¨¦tico Nacional - Pescara - Oporto - Rennes - Independiente Medell¨ªn - River Plate - Shenzhen)
"Juego al f¨²tbol para ser feliz". M¨¢s que un t¨®pico es una declaraci¨®n de principios de Juanfer Quintero. Tiene la magia de los elegidos. Zurda, control y visi¨®n de juego excepcionales. Inteligencia y velocidad en la toma de decisiones. Creatividad pura. Lleg¨® a los 19 a?os a Europa, pero tras un buen inicio en el Pescara, enfocar la cabeza fue m¨¢s dif¨ªcil que la adaptaci¨®n t¨¢ctica. Imposible analizar al jugador sin el contexto que determin¨® sus prioridades y decisiones personales. En la primera temporada en el Oporto, el entrenador aval¨® sus caracter¨ªsticas en un sistema en el que jug¨® como 10. Con Lopetegui lleg¨® la exigencia ofensiva (compitiendo con el extremo) o en el ida y vuelta cuando lo ubic¨® como 8. Pas¨® a Rennais. En medio de una tensa relaci¨®n con el t¨¦cnico, jugaba poco (de 10), pero destacaba. Juanfer padeci¨® durante a?os la muerte de su abuela. "No me importaba nada, no quer¨ªa f¨²tbol, no quer¨ªa nada". Adi¨®s a Europa... un lugar al que conf¨ªa regresar.
James Rodr¨ªguez (Banfield - Oporto - M¨®naco - Madrid - Bayern - Madrid - Everton)
Para James, el ¡®10¡¯ es m¨¢s que un dorsal, m¨¢s que un rol. Es la alegr¨ªa. Y el colombiano, zurdo exquisito, de t¨¦cnica e ingenio, defiende la alegr¨ªa como un derecho. En los ¨²ltimos meses, se ha convertido en el principal abogado de la figura del ¡®diez¡¯. Pero su alegato, m¨¢s que llamar a la rebeld¨ªa, es quejumbroso y eso explica en gran medida el porqu¨¦ en Madrid no se convirti¨® en leyenda. La presencia de Cristiano, Bale y Benzema defin¨ªa un modelo en el que no cab¨ªa el mediapunta: prevalec¨ªa el equipo, todos atacando y todos defendiendo (en teor¨ªa). Ancelotti le hizo entender eso y cumpli¨® con las expectativas en su primer a?o. Pero el despido del italiano fue su condena. Con Ben¨ªtez y con Zidane, al verse en el banquillo, comenz¨® a buscar enemigos alrededor en lugar de pelear para adaptarse y acab¨® en el Everton. Ancelotti volvi¨® a ser la tabla de salvaci¨®n de un James, que ve en ¨¦l al ¨²nico capaz de entenderle.
Pastore (Hurac¨¢n - Palermo - PSG - Roma)
Javier Pastore fue el primer gran fichaje de Nasser Al-Khela?fi en el PSG. El argentino lleg¨® por 40 millones de euros y su incorporaci¨®n levant¨® una gran expectaci¨®n en la capital francesa. Tras un inicio prometedor, su irregularidad y sus constantes lesiones le impidieron brillar en un f¨²tbol franc¨¦s, que estaba en plena transici¨®n de lo f¨ªsico a lo t¨¦cnico. Pastore nunca encontr¨® su sitio en Par¨ªs, en parte por la falta de adaptabilidad de su juego al sistema. A las lesiones hay que unirle que tanto Carlo Ancelotti como Laurent Blanc jugaban siempre sin un mediapunta. En 4-3-2-1 y, en 4-3-3, Pastore no ten¨ªa sitio para desarrollar su juego y es por ello que vivi¨® a fogonazos. Un golazo al Chelsea en Champions reaviv¨® la ilusi¨®n en el Parque de los Pr¨ªncipes, pero fue un espejismo.
Gotze (Dortmund - Bayern - PSV)
No todo son cuentos de hadas en esto del f¨²tbol y la historia de Mario G?tze es la mejor prueba de ello. Klopp ve la magia que esconde en sus botas y le convierte en el diez de su m¨ªtico Dortmund. Joven, de escasa estatura, pero con un desparpajo fuera de lo normal, G?tze gana dos Bundesligas con el BVB, la da el cuarto Mundial a la Mannschaft y, c¨®mo no, ficha por el Bayern. Es en M¨²nich donde comienza el declive. A falta de un diez puro en su esquema, Pep intenta reconvertirle para exprimir lo que lleva dentro. No lo logra, tanto de volante, tirado a banda o de falso nueve. G?tze no puede ni con la presi¨®n ni con la miopat¨ªa que padece. Regresa al BVB. Fracasa de nuevo. Y termina siendo traspasado al Eindhoven, donde actualmente est¨¢ lesionado.
Isco (Valencia - M¨¢laga - Madrid)
La evoluci¨®n de Isco ha estado siempre marcada por la supervivencia. En M¨¢laga, como mediapunta en un 1-4-2-3-1, fue donde m¨¢s c¨®modo se le vio, con menos responsabilidad en el robo y libertad por todo el frente de ataque. En su llegada al Madrid, Ancelotti le pidi¨® algo m¨¢s. Intercambiaba entre la posici¨®n de interior y la de extremo en un 1-4-3-3. Isco, m¨¢s obligado a ayudar en defensa en su costado, tuvo que mejorar en el aspecto f¨ªsico, aunque la presi¨®n alta que ejerc¨ªa el conjunto blanco le ayudaba. Fue con Zidane con quien culmin¨® su reconversi¨®n a mediocampista. El franc¨¦s desmont¨® a la BBC para darle entrada. Esto le daba altas cotas de posesi¨®n al Madrid, que no se desgastaba tanto en defensa. Actualmente, el f¨ªsico vuelve a penalizarle. El ritmo de los partidos cada vez es mayor y sus caracter¨ªsticas no son complementarias.
Ganso (Santos - Sao Paulo - Sevilla - Amiens - Fluminense)
Paulo Henrique Chagas de Lima, Ganso, lleg¨® a Europa con 27 a?os. Jorge Sampaoli se lo pidi¨® a Monchi para el Sevilla en verano de 2016. Deslumbrante en el Santos, menos en el Sao Paulo, el ritmo europeo no cas¨® con el trote cochinero de Ganso, acostumbrado a c¨¦spedes altos y enemigos poco presionantes. Entre peque?as lesiones y poco esfuerzo, el centrocampista de Ananindeua dej¨® destellos de su gran calidad con acciones maravillosas como una asistencia de tac¨®n en Getafe. Sum¨® poco m¨¢s de 1.500 minutos oficiales durante dos temporadas (7 goles y 6 asistencias), y no jug¨® nada en sus ¨²ltimos seis meses como sevillista. En enero de 2019 fue cedido al Amiens franc¨¦s, donde la lluvia acab¨® de amargarle hasta regresar (gratis) en verano de 2019 a Brasil con el Fluminense, su actual equipo.
Mudo V¨¢zquez (Belgrano - Palermo - Rayo Vallecano - Palermo Sevilla)
Franco V¨¢zquez se marchar¨¢ el pr¨®ximo junio del Sevilla tras completar los cinco a?os de contrato que firm¨® en 2016. Llegado junto a la camada de argentinos que arrastr¨® el aterrizaje de Sampaoli en Nervi¨®n, el Mudo ha tenido una trayectoria de m¨¢s a menos en un el Sevilla en el que no ha dejado indiferente a ninguno de sus fieles. Amado u odiado, criticado por lento o alabado como artista hasta rebautizarlo como "Morante de la Pampa", Franco V¨¢zquez deja un cat¨¢logo de goles, asistencias, taconazos y ca?os combinados con expulsiones absurdas, p¨¦rdidas que costaron puntos por falta de tensi¨®n y un aire de desidia que siempre jug¨® en su contra a poco que las cosas no le salieron sobre el c¨¦sped.
Lo Celso (Rosario Central - PSG - Betis - Tottenham)
El desarrollo de Giovani Lo Celso es el de un futbolista que ha dejado atr¨¢s el carril central del ataque para abarcar m¨¢s posiciones. Alejarse de la zona del mediapunta que le apunt¨® como un gran talento en Rosario Central, para ser un futbolista m¨¢s adaptable a otras posiciones en Europa. Interior, mediocentro o incluso en banda. Lo Celso no ha perdido cualidades, pero s¨ª ha ido perdiendo presencia en tres cuartos de campo. Pese a que sigue luciendo en los apoyos y las posteriores acciones que lleva a cabo, su figura como ¡®10¡¯ ha ido decreciendo con el paso de las temporadas. Las lesiones, que no le han dejado tranquilo (sobre todo en Inglaterra), tambi¨¦n han influido en su p¨¦rdida de protagonismo. Le sobra calidad para triunfar all¨¢ donde vaya, pero siempre en un f¨²tbol en el que tendr¨¢ que amoldarse.
Arda Turan (Galatasaray - Manisaspor - Galtasaray - Atl¨¦tico - Barcelona - Basaksehir - Galatasaray)
Su mejor etapa fue lejos de la posici¨®n del ¡®10¡¯. Pura t¨¦cnica, ten¨ªa fama de brillante, pero d¨ªscolo y poco sacrificado. Algo que cambi¨® por completo con Simeone. Arda pon¨ªa la pausa y el ritmo de un fant¨¢stico Atl¨¦tico partiendo desde la banda, desgast¨¢ndose en defensa y sin ahorrarse una carrera. Mandaba y era una pieza b¨¢sica poniendo su calidad en favor del equipo. Regate, visi¨®n, manejo de bal¨®n¡ hasta que sali¨® al Barcelona. Un juego tan f¨ªsico le dur¨® cuatro a?os, se cans¨® de correr y se fue apagando. No hab¨ªa posici¨®n para ¨¦l, sin esa libertad y galones que ten¨ªa en el Atleti, su parte m¨¢s rebelde se apoderaba. Acab¨® saliendo por la puerta de atr¨¢s para volver a Turqu¨ªa con sobrepeso y revuelos extradeportivos. Fiestas, armas¡ y un regreso al Galatasaray donde pasa sus ¨²ltimos d¨ªas como un genio que se marchit¨® al salir del Atl¨¦tico, su lugar ideal.
Diego Ribas (Santos - Oporto - Werder Bremen - Juventus - Wolfsburgo- Atl¨¦tico - Wolfsburgo - Atl¨¦tico - Fenerbah?e - Flamengo
Diego debut¨® con 16 a?os en el Santos y fue comparado con los m¨¢s grandes (a Zico le recordaba a s¨ª mismo), pero en Europa no fue igual. Nadie dud¨® de su calidad, pero s¨ª de su car¨¢cter peculiar, por el que rindi¨® m¨¢s cuanto m¨¢s querido se sinti¨®. En el Oporto le puso la cruz Co Adriaanse; en el Werder, Schaff mont¨® el equipo a su alrededor y brill¨®; en la ca¨®tica Juve dur¨® un a?o; y en el Wolfsburgo acab¨® peleado con todos. De all¨ª sali¨® rebotado al Atl¨¦tico, al que meses despu¨¦s lleg¨® Simeone. Diego pon¨ªa la pausa y la magia junto a Arda, el Cholo estaba encantado y ¨¦l quiso seguir tras ganar la Europa League, pero no pudo. Regres¨® en 2014 y le cost¨® m¨¢s entrar en el f¨¦rreo 4-4-2, aunque dej¨® detalles como lanzador de Diego Costa. Para la historia, el misil que marc¨® en el Camp Nou en la Champions.
Oscar Emboaba (Sao Paulo - Internacional - Chelsea - Shanghai SIPG)
El caso de Oscar es uno de estos misterios que hasta hoy despierta fascinaci¨®n en la afici¨®n inglesa. Cada un par de meses sale un reportaje, una entrevista o una intrahistoria en prensa brit¨¢nica sobre el mediapunta, que dej¨® el Chelsea para irse a China en 2017, cuando tan solo ten¨ªa 24 a?os. Fue un traspaso que pill¨® al mundo del f¨²tbol de sorpresa. Oscar hab¨ªa empezado su quinta temporada con el Chelsea y era un ¨ªdolo de la afici¨®n, tras ganar dos t¨ªtulos de la Premier League con los blues. Pero la repentina falta de protagonismo con Antonio Conte, que no ten¨ªa espacio en su 3-4-3 para un ¡®10¡¯ cl¨¢sico, y una oferta del Shanghai SPPG de 25M€ al a?o convencieron al entonces internacional brasile?o. Y, en la Superliga china, desapareci¨® del escenario internacional. Hoy, con 29 a?os, Oscar sigue jugando y teniendo uno de los sueldos m¨¢s altos del mundo en Shangh¨¢i. Eso s¨ª, muy lejos del circuito internacional y sin nunca haber alcanzado el potencial que se esperaba de ¨¦l.
Nasri (Marsella - Arsenal - Manchester City - Sevilla - Antaluaspor - West Ham - Anderlecht)
El franc¨¦s no tard¨® en explotar su calidad sobre el c¨¦sped del V¨¦lodrome, despertando el inter¨¦s de su compatriota Ars¨¨ne Wenger. El alsaciano lo convirti¨® en su nuevo '10' para el Arsenal. Regate, visi¨®n y t¨¦cnica, fueron algunas de sus virtudes. Los medios de la ¨¦poca no tardaron en ponerle la etiqueta del 'Nuevo Zidane'. Palabras mayores. Cambi¨® Londres por Manchester para llenar sus vitrinas de t¨ªtulos, a la vez que su juego se marchitaba. Sevilla, Antalyaspor, West Ham y Anderlecht disfrutaron de su presencia pero no de su juego. El talento fue remplazado por la rebeld¨ªa y desidia con el bal¨®n. Nasri fue uno de los ¨²ltimos grandes diez de aquella ¨¦poca donde el talento se impon¨ªa al f¨ªsico. Ahora las tornas han cambiado aunque siempre esperaremos a un ¨²ltimo gran mago.
Aunque no son pocos los que se han adaptado a otra posici¨®n, alguno todav¨ªa se resiste o act¨²a de la forma que le pide su talento pero desde otra parte del campo. Hay casos h¨ªbridos como Dybala, m¨¢s delantero y normalmente segundo punta, capaz de jugar como un 10 pero de una forma muy alejada a la que ve¨ªamos en la Juventus con Zidane hace veinte a?os. Jack Grealish se est¨¢ destapando como una estrella de este perfil, aunque tambi¨¦n ha sido normal verle estos ¨²ltimos a?os partir de la banda izquierda. Y el Papu G¨®mez, cuyo rol en el Sevilla est¨¢ por ver, s¨ª ha dejado varias temporadas a gran nivel jugando por detr¨¢s de uno o dos delanteros. En todo caso, excepciones a lo que es la din¨¢mica del f¨²tbol europeo.
En los cinco ¨²ltimos a?os, solo Luis Alberto (2016 y 2018), Brandt (2017), Eriksen (2017) y ?zil (2016) aparecen como dieces entre los m¨¢ximos asistentes de las grandes ligas. Los mediapuntas est¨¢n sufriendo una especie de intrusismo laboral en el ¨²ltimo pase, hist¨®ricamente su especialidad. Ahora lo habitual es que estas listas est¨¦n protagonizadas por extremos (Messi, Cristiano, Neymar, Sterling, Di Mar¨ªa¡), delanteros (Benzema, Su¨¢rez, M¨¹ller¡) o, como mucho, centrocampistas (Cazorla o F¨¤bregas). La temporada 2012-13 aparece como el cap¨ªtulo final de los mediapuntas en la lista de m¨¢ximos asistentes, siendo el ¨²ltimo top-5 en Europa protagonizado por centrocampistas: Payet, Mata, Hamsik, ?zil e Iniesta. Para encontrar lo mismo en el top-3 de Espa?a hay que remontarse a 2009.
En una ciudad (curiosamente) industrial como M¨¢nchester encontramos a los dos mediapuntas m¨¢s determinantes del f¨²tbol actual y est¨¢n lejos de ser el perfil cl¨¢sico. Kevin De Bruyne es el futbolista m¨¢s decisivo del Manchester City en la era Pep Guardiola. El belga lo ha demostrado una y otra vez y s¨®lo una grav¨ªsima lesi¨®n que le apart¨® casi toda una temporada le ha impedido que su dominio sea mayor, con dos t¨ªtulos de la Premier League y un tercero en camino, por resumir el palmar¨¦s. De Bruyne ha sido el foco de peligro constante en los citizens y en su posici¨®n est¨¢ el secreto: encontrando los espacios, evitando a los centrocampistas rivales y lanzando contragolpes mortales. Sus n¨²meros no enga?an: 12 goles y 21 asistencias en la 2017/18, 16 goles y 23 asistencias en la 2019/20¡ y esta temporada ya suma 15 pases de gol, 10 de ellos en liga, buscando un r¨¦cord que mantiene Henry desde el a?o 2003 (20 asistencias). ¡°?Le dije que adem¨¢s de 20 asistencias marqu¨¦ 24 goles!¡±, explic¨® el ex delantero del Arsenal en su d¨ªa, expectante ante lo que viene.
La aportaci¨®n goleadora de los mediapuntas es clave en el f¨²tbol ingl¨¦s, m¨¢s propenso al ida y vuelta de los equipos
De hecho, De Bruyne ya fue capaz de completar 18 pases de gol en liga en el a?o 2017, los mismos que lograron Lampard en 2005 y Cesc F¨¤bregas en 2014. El que m¨¢s cerca ha estado de los n¨²meros de Henry fue ?zil, en 2016, cuando realiz¨® 19 asistencias en la Premier.
La aportaci¨®n goleadora de los mediapuntas es clave en el f¨²tbol ingl¨¦s, m¨¢s propenso al ida y vuelta de los equipos. Uno de los mayores exponentes de los ¨²ltimos tiempos es Bruno Fernandes, un arma letal en el Manchester United: ya suma 18 goles y 12 asistencias en este curso (10 de ellas en la Premier). El portugu¨¦s es otro claro ejemplo de ¡®10¡¯ que juega en la posici¨®n de ¡®10¡¯ y que ha logrado hacerse tan fuerte en su posici¨®n que otros futbolistas mueven la suya ¨CPogba, a veces, a la izquierda; Van de Beek, casi siempre, al banquillo¨C.
El f¨²tbol tiene modas y la ¨²ltima m¨¢s potente ha sido la de intentar copiar a Guardiola. Muchos equipos han intentado jugar un f¨²tbol asociativo, r¨¢pido y con mucha posesi¨®n de bal¨®n. Y aunque lo hayan conseguido cada uno con m¨¢s o menos ¨¦xito, para todos intentarlo pasaba por repetir tantas veces como fuese necesario un ataque de balonmano, moviendo el bal¨®n de lado a lado esperando a que se generase la oportunidad.
En contraposici¨®n, la segunda moda ha sido la de Mourinho o Simeone. El que se enfrentaba al primer modelo part¨ªa de la base de unos conceptos t¨¢cticos imprescindibles, unos mandamientos que pasaban por no adelantar demasiado la l¨ªnea defensiva, una presi¨®n intensa y una organizaci¨®n incondicional.
Estas dos ideas inhabilitan al jugador del que estamos hablando. Con un ataque basado en la posesi¨®n larga que, inevitablemente, encierra al rival, es mucho m¨¢s complicado que un jugador d¨¦ un ¨²ltimo pase. Esta situaci¨®n de ataque en est¨¢tico estrecha el espacio que hay entre l¨ªneas y las posibilidades de encontrar un hueco en una defensa muy junta. Adem¨¢s, el terreno de juego entre el ¨²ltimo defensa y el portero es tan peque?o que apenas hay margen de maniobra. Y la defensa del segundo modelo tambi¨¦n es dif¨ªcil que d¨¦ lugar a un rival del perfil que nos ocupa hoy. La presi¨®n no deja pensar a nadie y las constantes ayudas hacen muy complicado salir del regate con ¨¦xito. Adem¨¢s, desde el punto de vista del propio equipo, es mucho m¨¢s valioso un jugador como Van de Beek, Marcos Llorente o Bruno Fernandes.
El "numero dieci", en Italia, siempre fue un s¨ªmbolo, casi una religi¨®n. Es el dorsal m¨¢s codiciado y antes de cogerlo hay que estar preparados, porque esa camiseta pesa mucho m¨¢s. Su inmensa tradici¨®n, en el Bel Paese, vio a Gianni Rivera como uno de sus m¨¢s grandes protagonistas. El Golden Boy, Bal¨®n de Oro en 1969, resum¨ªa perfectamente lo que debe ser un 10: fantas¨ªa, estilo, clase y algo de desfachatez. Una leyenda que lo gan¨® todo con el Milan, que fue campe¨®n de Europa y subcampe¨®n del mundo con Italia, realizando un tanto en el 'partido del siglo' ante Alemania. Obviamente, el decisivo, en el minuto 111'.
En los a?os ¡®80 y ¡®90, los mejores en la historia de la Serie A, la cantidad de estrellas que honraron ese dorsal fue enorme. Solo hace falta pensar que en el Udinese lo llev¨® el mism¨ªsimo Zico. La lista de esas dos d¨¦cadas es muy, muy larga: Platini, Matth?us, Gullit, Zidane, Rui Costa, Baggio, Del Piero, Totti, Zola, Maradona... una maravilla. El f¨²tbol, sin embargo, ha cambiado. A la crisis econ¨®mica y t¨¦cnica del movimiento italiano se han sumado las nuevas modas t¨¢cticas. En el f¨²tbol actual es dif¨ªcil enjaular el talento y la imprevisibilidad de un verdadero diez con las exigencias de los t¨¦cnicos. Por eso, cada vez son menos.
Caso ejemplar de esta situaci¨®n es el ¡®Papu¡¯ G¨®mez, un diez que acab¨® rompiendo con Gasperini y la Atalanta por sus peticiones t¨¢cticas, y se fue al Sevilla. Y mientras hay algunos que llevan el '10' sin serlo (Lautaro es un punta maravilloso, pero no un diez), otros sobreviven, aunque poniendo su talento al servicio de lo que pide el m¨ªster. Luis Alberto en la Lazio, mejor asistente del Calcio en el curso pasado, o Hakan ?alhanoglu, fundamental en el Milan de Pioli. Dybala, galardonado como mejor jugador de la liga pasada, es otro gran ejemplo: a pesar de su indudable clase, a veces le cuesta tener continuidad. Insigne, por su parte, s¨ª podr¨ªa ser considerado un 10 (de hecho, lo lleva en la Selecci¨®n), pero en el N¨¢poles, tras Maradona, no aceptan otros y tiene que contentarse con el 24. En la Roma pasa algo parecido: despu¨¦s de Totti, nadie se atrevi¨® a tocarlo. Y va a ser dif¨ªcil que ocurra pronto.